C32 - Competición

1.9K 323 71
                                    

◦✤✤✤◦

Hoy, con la finalización de la cacería, los participantes con título y los nobles alaban grandemente al querido y honorable emperador. Aquellos que fueron cultivados con delicadeza, naturalmente, no se jactaron demasiado, más bien lo hicieron de una manera muy pulida y escurridiza sin parecer lamebotas.

Salvo que el que era alabado se mostraba distante e indiferente, sin responder en absoluto.

Esa gente no se acobardará sólo por esto. Entre ellos, hubo algunos que se fijaron en Wen Mingyu junto a Mu Zhan y le aplaudieron de forma elaborada, lo que hizo que Wen Mingyu se sintiera un poco avergonzado.

Esta vez, Mu Zhan tuvo una reacción inesperada. Desplazó su atención hacia el ministro, que se deshacía en elogios hacia Wen Mingyu, y asintió con la cabeza como en señal de aprobación.

En ese momento, como si hubieran captado una pista, todos los demás empezaron a atacar a Wen Mingyu con pedos de arco iris en un frenesí, dejándolo desconcertado y confuso, incluso sonrojándose sin reparos y revoloteando un poco por los elogios.

A sus ojos, Wen Mingyu se había convertido en un maestro de la caza, habiendo penetrado en una presa a cien pasos de distancia, increíblemente ágil y hábil.

Wen Mingyu no pudo evitar encorvar los dedos de los pies.

No, no puedo. Si sigue escuchando, se sentirá tan avergonzado que no le quedará más remedio que desenterrar una roca con sus sudorosas manos.

En un lugar oculto, dio un rápido golpe con el dedo en el dorso de la mano de Mu Zhan. Cuando vio que éste inclinaba la cabeza para mirar, le guiñó un ojo y le transmitió con su mirada que quería retirarse ya, que si se quedaba más tiempo, moriría de pedos de arco iris.

Mu Zhan apretó los labios y pareció reírse un poco. Levantó la mano, indicando al resto que se callara; luego declaró que la caza había terminado por hoy y que todos debían volver a descansar; simplemente agarró a Wen Mingyu y se escabulló primero.

La multitud se asombró y se apresuró a despedir al Santo Emperador.

Wen Mingyu y Mu Zhan volvieron a sus aposentos.

Sin duda había una gran cantidad de polvo y sudor seco acumulado en su cuerpo después de un día de caza, una sensación nada agradable. La prioridad era aún tomar un baño.

El Palacio Xing estaba extravagantemente equipado y contaba con una amplia piscina de baño en la que cabían decenas de personas, a pesar de que fue creada para una persona distinguida y sólo podía ser utilizada por una persona.

Afortunadamente, había otras piscinas, lo que permitía a Wen Mingyu y a Mu Zhan lavarse simultáneamente en dos lugares distintos.

Wen Mingyu pensaba bañarse hacia otro palacio, pero Mu Zhan le agarró de la mano y le arrastró hacia el interior con él.

...?

Wen Mingyu tuvo de repente un presentimiento no muy bueno. Lo siguiente que oyó fue a Mu Zhan diciendo: ―No te preocupes, estás con éste.

¿Juntos? ¿Junto a quién? ¡¿Un baño de amor?!

El corazón de Wen Mingyu se hundió de horror.

Mu Zhan no tenía ningún problema con la idea y le concedió a Wen Mingyu permiso para compartir un baño con él, pero Wen Mingyu tenía un problema con ello, y no se atrevía a seguirle la corriente. Si el solitario A y el viudo O se quedaran solos, ¿qué habría que hacer si alguien se descuida y dispara accidentalmente?

Gerbera - Amor nobleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora