runaway from the sun ── 𝘀𝗵𝗮𝗱𝗼𝘄𝗽𝗲𝗮𝗰𝗵 [𝗹𝗺𝗸]

ᨌ. back in black

Todo fue muy confuso. Pero eso no evitó que fuera realmente doloroso.

Lo último que Liu'er recuerda haber visto antes de que todo fuera sumido en una completa y negra oscuridad fue el rojo, no supo distinguir si el carmesí que lo absorbió segundos antes de abandonar el mundo de los vivos fue el rojo de su bufanda hecha trizas, el rojo de la túnica de ese maldito monje, el rojo de su propia sangre escurriendo a montones o el escarlata furioso de los ojos de su amado sol.

Su mente estaba demasiado exhausta como para procesarlo de todas formas.

Entonces el rojo se volvió dorado y el dorado negro, lo único que sus seis oídos pudieron captar antes de morir fue el sonido de su propio cráneo cediendo ante la fuerza monumental del Sabio. Fue algo escalofriante, en ese entonces Mihou lamentó tener tan buena audición.

Su último pensamiento antes de morir fue ¿Por qué?

¿Como todo había salido tan mal?

¿En qué momento había perdido a Wukong?

Si tan solo pudiera cambiarlo todo, si tan solo hubiera hecho algo diferente, si tan solo tuviera otra oportunidad...

Si Liu'er Mihou tuviera otra oportunidad de hacer las cosas diferentes, no atacar a Tripitaka, no hacerse pasar por Wukong, entonces tal vez todo hubiera sido diferente, tal vez su Sol hubiera vuelto a casa por voluntad propia. Tal vez...

Pero no, muy en el fondo Macaque sabía que Sun Wukong no hubiera vuelto con él, que buscarlo había sido un error que le había terminado costando la vida.

Pobre Liu'er si tan solo te hubieras quedado en casa, si tan solo nunca hubieras venido a buscar al gran Sabio igual al cielo.

Si tan solo no lo hubieras conocido.

Si tan solo tuviera una segunda oportunidad para haber vivido la vida que quería vivir tal vez todo hubiera sido mejor. Pero sus arrepentimientos ya no servirían de nada, nunca lo sabría.

O tal vez si.

───🌙 ───

Cuando abrió los ojos varios milenios después sinceramente estaba demasiado confundido y sorprendido como para siquiera gesticular palabras.

¿Como sigues vivo?

La incógnita no dejaba de golpear con fuerza, se suponía que el gran Sabio lo había asesinado, había sentido la vida abandonar su cuerpo, había literalmente visto el inframundo antes de que los 10 Reyes sellaran su alma en las profundidades del Diyu sin posibilidades de reencarnación, expectantes y llenos de temor, temerosos de que Sun Wukong bajara a recuperar el alma de su segundo al mando, su pareja, como alguna vez había bajado a borrar su propio nombre y el de sus generales del libro de los condenados.

Internamente Macaque igual tenía miedo, aunque no por las mismas razones. Si el Rey decidiera simplemente bajar y destruir su alma de raíz nada se lo impediría, por lo cual el ser sellado fue más que nada un regalo.

Si Wukong intentó tomar su alma de vuelta nunca lo supo. Después de ser sellado los milenios pasaron tan fugazmente, si se le permitía ser honesto debía admitir que el estar muerto no fue realmente tan malo. La muerte le dio mucho tiempo para meditar, relajarse y entrenar la mente, justo lo que un alma rota necesita.

Irónicamente la muerte le trajo paz, calma, que hacía milenios no sentía. Fue reconfortante.

Pero no podían siquiera darle un respiro ¿Verdad?

El primer pensamiento que tuvo Liu'er al volver a la vida, fue un lamento. Esto no estaba bien, no se sentía bien y no se refería al hecho de que su cuerpo entero estuviera cubierto por medio metro de tierra, entumecido y adolorido. Sino al dolor no físico, el dolor que destilaba su alma, su corazón, más grande que su cuerpo asfixiando sus pensamientos.