Confía en Mí, Granger.

19. Surreal.

Existen más preguntas que respuestas.

Tengo tanto miedo de responder que no se si hacerlo pero estoy en una encrucijada Justo ahora, si lo hago el lo sabría y podría matarla o a mi madre y si no lo hago me abandonará, aunque yo no sabía si le decía toda la verdad igual me dejaría.

-No puedo responderte Hermione.

-Claro que si Draco, porque si no lo haces esa será tu respuesta y no la quiero (Sus ojos fueron humedeciéndose mediante la forma que seguía hablando) No la quiero porque significaría que sería verdad y aunque lo fuera no quiero solo una parte necesito que me digas toda la verdad.

-Sólo saber una parte es lo que te salvará de no hundirte junto a mi Mione, sabes mi secreto, sabes mejor que nadie con el castigo con el que cargo.

Una de sus manos paso de donde sostenía mi rostro hasta posarse sobre mi brazo justo en el que estaba grabada la marca tenebrosa manteniéndose al principio de esta entre mi antebrazo y mi codo, era consiente del dolor que me causaba no sólo emocionalmente sino físicamente al mínimo contacto.

-Lo que sea Draco, lo que sea necesito que me lo digas (Su voz ya estaba entrecortada cuando esbozó un suspiro) estoy segura que podría ayudarte, que podría encontrar una forma.

-Sabes tan bien como yo que es imposible (sonreí amargamente) estamos sólo esperando la guerra, en algún momento nos consumirá, estaremos cada uno en bandos opuestos y no podría saber que eres perseguida o lastimada por cualquiera por mi culpa, perdoname por favor pero no puedo darte la respuesta a esa pregunta.

-Entonces que ¿Qué puedo hacer?

-Confía en mí Granger.

Esa noche decidimos dejar el tema por la paz de ambos, hablar de Voldemort y la guerra era un tema estresante para todos, un futuro demasiado incierto y desgarrante, tanto como para ella como para mi era doloroso sabíamos que al iniciar eso estaríamos en primera fila.

Ambos trabajamos en silencio con deberes escolares, decidimos adelantar en una investigación sobre runas antiguas, fue bastabte placentero a decir verdad nuestra rivalidad escolar creo que pudo haber sido el inicio de mis sentimientos hacia ella, el siempre intentar ganarle y poder llevarle la delantera mantenía las cosas interesantes en las clases que compartiamos.

Su cabello semi recogido con un lápiz muggle en la cabeza, sus cejas encarnadas y su boca, los gestos que solía hacer mientras reía, de ser artista no resistiría por dibujarla sentí este momento tan surrealista dentro de mi y no pude evitar preguntarme si esto estaría pasando en otras circunstancias o si de ser posible cuán felices no podriamos ser sin la realidad actual.

Sí solo pudieramos ser un chico y una chica, ambos juntos en un romance estudiantil.

Ella levantó su mirada a travéz de sus lindas pestañas descubriendome de pronto viendola por lo que sonrió levemente antes de hablar:

-¿Que pasa ahora Malfoy, por que me vez como si fuera la primera vez que me hayas visto? (Entrecerró sus ojos como si estuviese dudosa de mi comportamiento).

-Pueda que lo sea (Sonreí livianamente, me acerque un poco más a ella y tomé uno de los rizos que caían sobre su cara entre mis dedos rozandolé la mejilla en el proceso) Sólo pensaba, eres demasiado preciosa Granger, dime ¿Cómo alguien tan linda puede llegar a ser tan cerebrito?

Sonrió ampliamente, no sé en que momento exacto se encontraba nuestra relación pero quisé llamarla mía en ese momento.

-Eres un tonto Malfoy.

-Draco (Le corregí al mismo tiempo que ella tomaba mi brazo derecho quitando los botones del pulo dejando al descubierto mi antebrazo pálido y sin marcar)

-Draco (Dijo al mismo tiempo que tomaba su varita) ¿Confías en mí?

-Confío en ti (Respondí mientras le tendía el brazo hacia ella).

Con su varita en mi brazo de manera firme pudé ver como ella dibujaba en mi una runa, era una runa de protección bastante fuerte de hecho, me sentí glorioso al sentir su firma mágica dentro de mi.

Su magia era dorada y cálida, como cada toque y mirada de ella hacia mi.

Ella era un rayo de sol para mi alma en eterno invierno.

Cuando terminó me vio nuevamente a los ojos por unos segundos antes de decir:

-También me importas, Me importas mucho Draco.

Ya no dije nada más, le tomé la mano y le di un pequeño beso ahí.

Tome su rostro con una mano y le bese la mejilla.

Cerré mis ojos y la besé.

Un beso completamente diferente al primero, fue lento y apasionado, sus labios entre los míos bailando en armonía, sin prisas, sólo dos amantes existiendo.

Sólo mi mano en su cintura acercándola a mi y sólo sus brazos en mi cuello acariciando momentaneamente mi cabello.

Sólo el sonido de su respiración y la mía.

Sólo sus ojos transmitiendo el mismo amor que los míos y sólo mi corazón y mente tratando de memorizar este momento por siempre.

Nuestras frentes unidas y sin habernos separado del abrazo, podía sentir su calor, su amor y su cálidez dentro de mi y me permito ser feliz cuando ella esta así en mí.

Me permito ser un chico enamorado totalmente de una chica que sin saverlo lo estaba salvando, me permití ser sólo Draco y con su cabello a la altura de mi nariz disfrute su olor a canela, disfrute sus manos en mi cuerpo y su corazón tan cerca del mío, casi lo digo y creo que ella pudo sentirlo cuando me vio.

Casi digo que Te Amo...

-Buenas noches Hermione.

-Buenas Noches Draco.

Ella ya había guardado sus pertenencias cuando nos pusimos de pie y besé su frente una última vez antes de verla partir.

-Suerte en el partido mañana.

Dijo justo antes de salir y yo me quedé ahí, en nuestra mesa y en nuestro lugar en este espacio donde rara vez algo más había existido cuando estabámos aquí, olvidé que había afuera en el momento en que ella entro, olvidé cuanto pesaba nuestro amor y por algunos momentos en las noches todo era tan surreal que parecía un sueño.

Sólo éramos dos enamorados capaces de morir y vivir por el otro.

Pero muchas preguntas a veces no necesitan respuesta si hay confianza.