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Fue tan pronto y rápido, los dos se pusieron de acuerdo para verse en un parque. Hacía mucho que la vida había perdido el color para esos dos; castaña y bermejo.
Y así fue como la vida conspiró Para que una alma y un encendedor Se reunieran con gran ilusión Esperando que pasara algo que encendiera su corazón.
Llegó el gran momento de verse las caras En donde los dos nerviosos parecidos en alma Chocaron en contra de su causa, pero era destino o tal vez casualidad una cosa estaba segura de aquí no salían sin hablar
—Look, Grace. Eeeh... No tengo mucho tiempo, y-...
—Tranquilo. Será rápido. —dijo interrumpiendo. La chica suspiró y fue al grano. —yo... Yo fui su mejor amiga. —dijo, la atención del bermejo fue encendida de solo escuchar eso.
—¿Es e-en serio? —preguntó, no parecía del todo convencido con dicha información más que nada porque caía pesada.
Hasta él mismo creía que estaba loco; ¡Ese ángel no podía ser más allá que un sueño barato! ¿Le estás diciendo que realmente él existió? ¿No era un simple sueño? ¿Cuál es su realidad entonces? ¿A dónde pertenece?
Wao, no creyó que un simple personaje de un sueño le provocaría tanto existencialismo monótono.
Sin embargo a veces quizá estos cruzan la realidad con significados, incluso si parece que dicho sueño al momento no tiene mucho sentido.
—¿Cómo se llama?
—Benjamin Aarón. —dijo, sonrió con nostalgia por un momento. —no le gustaba que lo llamaran Aarón. —dijo ahora con melancolía en su semblante, quizá nostalgia también.
No comprendía por qué la chica hablaba en pasado...
—Y... ¿Fuiste? —preguntó con duda, remarcando que lo dijo en pasado.
