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Jimin

Desperté con ella en mis brazos, le beso la frente y me quedo mirando a esta mujer que me está debilitando, me está haciendo sentir de nuevo, ya me había olvidado de todos los demás, ahora ella aparece y sin hacer nada se roba mi corazón, la veo dormir por unos minutos más antes de levantarme e ir al baño para asearme.

Me dirijo a la cocina para preparar el desayuno, no puedo evitar cantar un poco cuando estoy preparando todo cuando siento unas manos rodear mi cintura y besar mis hombros, no cargo nada arriba, solo mi pantalón deportivo así que puedo sentir sus labios en mi piel.

—Que lindo te ves haciendo el desayuno, me encanta un hombre que cocine, ¿Qué otra cosa sabes hacer, Park Jimin? —me dice con una mirada seductora así que no dudo en besarla en los labios, de una manera tan lenta como deliciosa.

—Se hacer muchas cosas y hoy te mostraré una de ellas —ella levanta una ceja y se muerde el labio.

—No puedo esperar a ver qué es —yo también sonrío— Pero por ahora, comamos.

Comimos pero sin dejar de tentarnos el uno al otro, luego de desayunar, nos cambiamos para bajar a la parte de la mansión que quiero mostrarle, llegamos a un lugar donde vengo a practicar mi puntería, sus ojos se emocionan al ver la cancha de tiro.

—¿¡Vamos a disparar armas!? —pregunta emocionada.

—Así es, desde que te ví usar esa arma me dije que tenía que traerte —ella se acerca y me da un beso antes de irse a dónde están las armas.

Ella no se coloca ninguna medida de protección, solo va directo al arma, la toma y comienza a cargarla, yo solo la miro para luego hacer lo mismo, me quito la chaqueta y tomo mi arma para comenzar a cargarla. Ella se coloca en posición y comienza a disparar al blanco y lo hace como toda una profesional, tanto que ya me tiene duro, es que se ve tan sexy, ella termina su ronda y me mira.

—Me tienes jodidamente duro —ella se ríe y luego muerde sus labios— Ahora déjame verte.

Tomo posición y comienzo a disparar también dando en el blanco, pero disparo utilizando solo una mano.

—Uff no pues ahora estoy mojada —le paso a un lado para volver a cargar.

Ella se sube a la mesa y se queda viéndome, activo el botón de movimiento, esto hace que los blancos se muevan y sea más difícil darles, ella aplaude y se emociona aún más. Me coloco en posición y comienzo a disparar sin perder de vista a ningún blanco, hasta que les doy a todos y volteo a verla.

—¿Dónde aprendiste a disparar? —ella aún está sentada en la mesa.

—Mi padre me obligó a aprender, pero por una parte le estoy agradecido porque me enseñó a ser lo que soy hoy, tengo lo que tengo gracias a mí esfuerzo pero el arma facilita las cosas, cuando usas un arma en mi mundo, eso es señal de respeto, te aceptan más rápido y vendes más, tienes más contratos y te haces un nombre.

—¿Death Smile? —ella me mira raro al recordar mi apodo. Le apunto con el arma y coloco la sonrisa que me hizo ganarme el apodo.

—Oh ya veo, apuesto a que esa sonrisa es lo último que ven de tí —asiento.

—¿Y tú dónde aprendiste a usar el arma y a pelear? —ella agacha la cabeza y su semblante cambia por completo, parece que toque algo que no debí hacer.

—Tuve que aprender, me ví obligada a hacerlo —ella se baja de la mesa y mira por la ventana.

—Nati, no te obligaré a nada, ok, no tienes que contarme, yo tampoco lo he hecho, todos tenemos un pasado oscuro que queremos ocultar —ella me mira.

—¿Tú también?

—¿Crees que mi familia es perfecta o fué perfecta? Para nada mi madre fue un títere siempre, papá la insultaba y ella aceptaba todo incluído a las mujeres que el solía traer y lo peor es que no se metió cuando papá comenzó a "jugar" conmigo —ella abre sus ojos en sorpresa.

—Dios, Jimin —ella me toma las manos.

—Me torturaba para hacerme más hombre, me enseñó a pelear y a disparar, todo sobre los negocios de él, bueno no me enseñó como tal yo aprendí viéndolo y me volví quién soy por mi mismo, yo escapé y formé mi propio imperio, solo le obedecí una vez casándome con Sua pues porque necesitaba el dinero y pensé que tal vez con eso ganaría su aprobación, y me equivoqué, ya no me importa pero antes tenía esperanza.

—Yo pasé algo similar, mi padre era mafioso y se metió con quién no debía y estos lo asesinaron pero en el auto iba mi madre y mi hermana menor también, los tres murieron, al verme me quiso tomar para él —supe a qué se refiere— Me enseñó todo lo que se para satisfacer a un hombre, era horrible, las torturas y las violaciones, tuve tres abortos provocados por ellos, me pateaban en el vientre hasta que los perdía, cada vez que me llevaba con él, absorbía todo a mi alrededor, aprendí cosas gracias a eso y tuve que follar a uno de los guardias para que me enseñará a disparar y a pelear, no tenía dinero así que tuve que dar mi cuerpo, creo que por eso no puedo enamorarme, estoy muy sucia como para ser de alguien.

—No te digas así, no eres así, eso no fue tu culpa, tú no quisiste eso, todo fue sin tu consentimiento y pues te vendiste a ese último para poder aprender, eso se llama supervivencia, querías aprender, no tenías como pagar, pero al menos ya no estás con ellos —le doy un beso en la mano.

—Eres el primero que sabe de mí —abro mis ojos.

—¿En serio? ¿Ni a tu amiguito?

—Jimin... —dice riéndose.

—¿¡Qué!? Déjame disfrutarlo.

Ella no dejaba de reír mientras yo solo la veía y no podía dejar de pensar, que lo único que quiero es verla sonreír siempre y matar a aquellos que se atrevieron a lastimarla.

Ella no dejaba de reír mientras yo solo la veía y no podía dejar de pensar, que lo único que quiero es verla sonreír siempre y matar a aquellos que se atrevieron a lastimarla

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The Wanted +18 [Completada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora