The Wanted +18 [Completada]

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Natasha

Después de pasar un poco más de tiempo juntos esa mañana, el se retira junto a Taehyung, yo decido jugar un rato con Damián, cuando nos dimos cuenta ya eran las 4pm, le preparo una merienda para que quedara dormido, apenas cayó dormido, me fui hacia el gimnasio de la mansión para hacer ejercicio. Siento dos manos rodearme y me sujetan fuertemente, puedo oler el perfume de Jimin a los lejos.

—Volviste —me volteo para darle un beso en los labios a lo cual él me responde besándome de vuelta.

—Dijiste que querías entrenar, pues vamos a hacerlo —me toma de la mano y me lleva a una especie de dojo— Aquí vamos a pelear, trata de mantener mi ritmo.

Jimin pelea con una increíble destreza, vez tras vez era derrotada por él y cada vez él lo hacía más interesante hasta algo sexual, Jimin es un hombre demasiado interesante, cómo se espera de mi prometido.

—Eres buena, mi amor, pero te hace falta más sed de sangre, debes imaginar que soy él cuando me atacas de esa forma lo harás con más fuerza —yo simplemente escucho lo que me dice.

—¿Y qué piensas de mis técnicas?

—Son buenas, tu movimiento corporal es muy bueno y tú velocidad también, lo que te falta es eso, sed de sangre —Jimin se mueve tan rápido que no veo cuando saco el cuchillo ni lo ví colocarlo en mi cuello abro mis ojos en sorpresa.

—Eres muy rápido, mucho más rápido que yo, me pregunto si podré hacerlo —Jimin toma mi mentón y lo levanta.

—Si podrás, yo voy a entrenarte de ahora en adelante, de hecho, aún no hemos terminado nuestro entrenamiento de esta noche —él levanta la ceja y se coloca en posición para pelear.

*

JungKook

Desperté en una habitación que no conozco, puedo ver por la ventana que ya es de noche, me levanto lentamente y el dolor de cabeza me ataca de la nada, cuando escucho que se abre la puerta.

—Veo que ya estás despierto —Lisa se acerca hasta la cama— Aquí están las pastillas para el dolor de cabeza, tómala y vete lo más pronto que puedas.

La manera fría como me lo dice me afecta, no puedo negarlo, pero yo tuve la culpa de que ella me trate con tanta frialdad.

—Gracias —es lo único que digo sin mirarla siquiera— Y gracias por volver a ayudarme.

—La verdad no lo hice por tí, Nati me pidió ayuda ya que Jimin no estaba, por eso fuí —no creo que sea todo pero no dije nada.

Después de tomarme la pastilla, me levanto de la cama pero un mareo me ataca y caigo encima de Lisa. Ambos nos quedamos mirando a los ojos del otro.

—¿Por qué me miras tanto? Levántate —la expresión que hace me causa gracia así que no puedo evitar reírme.

No tuve más opción que levantarme, ella sale de la habitación y me voy al baño para asearme, cuando salgo solo tengo la toalla en mi cintura cuando la veo entrar, ella inmediatamente cubre sus ojos.

—Lo siento, venía a ver porque estabas tardando tanto pero ya me dí cuenta, lavé tu ropa, espero no te importe —ella deja mi ropa en la cama.

—Perdón —ella detiene sus pasos y me mira.

—¿Qué te tengo que perdonar? Yo sabía que tú no sientes nada por mí cuando lo hice contigo, lo hice más por mí misma, quería sentir lo que Natasha estuvo sintiendo todo este tiempo, quería... —puedo ver cómo sus ojos brillan y luego baja su rostro— Solo vete, lo más rápido que puedas.

Ella vuelve a salir, no sé porque siento como mi corazón se apretó un poco al verla así, no puedo negar que me conmovió algo. Después de vestirme la veo en la cocina.

—La puerta está abierta —dice de espaldas a mí, no sé porque no me quiero ir de esta manera.

—No me vas a mirar si acaso —ella niega.

—No tengo porque, también me trataste mal así que no le veo diferencia a lo que estoy haciendo —ella voltea a verme cuando se sienta en su mesa con su cereal y su jugo.

—¿No tienes café? —ella levanta la ceja.

—¿Ahora también quieres beberte mi café? Lo que faltaba.

Voy para encender la cafetera y calentar el café, mientras que la miro, ella me está dando la espalda, tiene el cabello hacía un lado exponiendo su cuello, una blusita pequeña de tiras y un mini short, la verdad es que viéndola bien está bastante sexy, he visto sus bailes y puedo decir que es una mujer que despierta pasiones pero estoy enamorado de Nati aún y olvidarla no será fácil, Lisa hace un movimiento que me deja ver un tatuaje en la entrada de sus senos.

Ella cree que no recuerdo lo que hicimos esa noche pero la verdad es que sí, cada vez que la embestí, que la hice gemir, cada vez que me mordió, cada vez que me llamó por mi nombre, todo está grabado en mi memoria, pero no puedo sacar un clavo con otro. En ese momento ella se levanta y pasa muy pegada a mí para dejar su vajilla en el lavavajillas, creo que me oyó tragar grueso porque suelta una risita cómplice.

Eso provoca en mi algo que no sé bien cómo explicar, simplemente tengo ganas de jugar, pero ella es la que me sorprende cuando acerca su cara a la mía, sus labios están torturando a mis labios, ella roza sus labios con los míos sin darme un beso mientras jadea de manera morbosa, de verdad que me está encendiendo y de una manera descomunal, ella lame mis labios y un gruñido que no pude controlar sale de mi boca. Demasiado sexy, demasiado que acorto la distancia estampando mis labios con los suyos en un jugoso y sucio beso, sus manos en mi nuca y las mías en sus nalgas.

Su cuerpo pegado al mío, rápidamente me puso duro, el beso era demasiado apasionado tenía tiempo que no disfrutaba un beso de está manera, tal vez pueda disfrutar un poco con Lisa.