Messed Up| Hunter/ El guardia dorado x female reader |

1-Sin escapatoria-

Os dejo un poco de música lofi en la multimedia para que disfrutéis la lectura más profundamente <3

Estabas corriendo por un inmenso e interminable pasillo en el castillo de belos, te habías separado de tu grupo por un gran inconveniente, lágrimas brotaban de tus ojos mientras seguías corriendo, había sido tu culpa... ¿¡por qué siempre tenías que arruinarlo todo!? fue tu culpa que unos guardias hubiesen encontrado vuestro paradero y encima te atrevías a escapar sola de ahí, sin tu equipo! Te sentías la persona más horrible del mundo, incluso más que belos.

De pronto, visualizaste una puerta a lo lejos, pero sentías como algunos secuaces de belos te seguían el paso, estabas demasiado agotada para poder hacer algún hechizo contra ellos y aún si no estuvieses cansada no tenías el valor suficiente para enfrentarlos, tu única esperanza en este instante era esa puerta.

Seguiste corriendo y en el último momento, giraste del manillar de la puerta y entraste en ella, cerrando la puerta instantáneamente y pegándote a ella para poder oír los pasos de los secuaces alejarse de ti, las lágrimas aún recorrían tu rostro.

De pronto un estruendo se escuchó por toda la habitación, giraste tu cabeza para ver lo que estaba pasando pero lo único que te encontraste fue una daga apuntando a tu garganta, una mano enguantada en un costado tuyo y un sujeto de una dorada mascara y una capa.

Volviste a sentirte nerviosa e incluso más que antes... estabas en la maldita habitación del guardia dorado! De todos los sitios de este castillo ¿por qué aquí? maldijiste tu suerte en cuanto viste relucir esa brillante máscara. 

-¿quién eres? - habló el enmascarado con una fría, distante y serena voz, sabías que tal vez era tu fin. 

-e-eh...y-yo - la voz entrecortada no tardó en salir en cuanto intentaste contestarle, el miedo te estaba paralizando y destruyendo internamente, estabas acorralada por la mismísima mano derecha de belos! es obvio que te iba a matar o como poco entregarte a los otros guardias para que te petrifiquen

-¿quién eres?- volvió a preguntar elevando la voz y poniendo una pausa entre las dos palabras.

-s-soy _-___ - contestas aterrorizada

-¿qué haces aquí? - pregunta 

-y-yo estab-ba escapando de un-os guardias-s - el miedo y el terror fueron tal que no te atreviste a mentirle al mismísimo guardia dorado, bruscamente te agarra y te tira al suelo para apartarte de la puerta, caíste al suelo y viste como el sujeto abría la puerta para poder salir de la habitación - ¡espera! por..favor... - suplicas y este se detiene durante unos segundos - no.. no le digas a nadie que estoy aquí! te lo suplico...- le ruegas.

Vistes como se aparto de la puerta entrando a la habitación y cerrando la puerta detrás de él, este va hacia tu dirección y se agacha para mirarte cara a cara.

-hm.. y que gano yo con eso? - dice y entras en duda, no era la mano derecha del emperador? se va a dejar convencer de verdad? Fuese así o no, era tu oportunidad para conseguir algo de tiempo, observaste la habitación detenidamente y unos libros cuyo títulos eran "magia salvaje" o "curiosidades sobre la magia salvaje" llamaron plenamente tu atención.

-t-te puedo enseñar cosas sobre la magia salvaje?!! - respondiste en un acto de desesperación por sobrevivir o al menos por no ser petrificada

desde que respondiste pasaron unos segundos, realmente estaba reconsiderando tu vida por algo de información?

-hmm - se froto lo que creíste que era su barbilla - está bien...- finalmente contesta desconfiado, no obstante te sorprendiste - pero, sin embargo, es muy peligroso para mi dejarte ir de aquí, así que estarás en este cuarto las 24 horas al día, los 7 días de la semana... y si por algún casual intentas algo... no dudaré en decirle al emperador sobre tu estancia aquí y el resto... puedes deducir lo que pasará si hago eso- mientras te decía eso se iba acercándose a ti y consiguiendo intimidarte más aún - entendido? - dice divertido y separándose de ti, asentiste múltiples veces haciendo que este suelte una pequeña carcajada, burlón, parecía estar divirtiéndose intimidándote -bien-