Este es un blog de notas y avisos para los lectores. Aquí hablo de mis historias, de mi errático proceso creativo, de cómo me inspiré para crear cada una, de las personas que me inspiraron y las situaciones que me llevaron a escribir cada historia.
...
Esta debe de ser de las historias más difíciles de escribir que he hecho, porque es mi primera novela, mi primer intento de novela. Antes que Catarsis, puras historias, puros fanfics, y a pesar de todo si lo leen encontrarán infinidad de cosas que necesitan una ayuda urgente, y otros pedacitos que leo ahora y digo... Caray, si es que yo debería dejar la U y dedicarme a ésta cosa.
Lo que batallé por escribir esta obra estoy segura que haría reír a muchos escritores o palidecer, puesto que me he pasado cuatro años hilando suceso tras suceso para intentar que termine en algo meramente coherente. Me costaron sus personajes, me costaron sus escenarios, me costaron sus giros. Me costó su pinche título, del que por cierto sigo sin estar convencida, y me costó su portada. Eso no quiere decir que no haya disfrutado cada instante de escritura y que no me haya enamorado hasta la muerte de sus personajes. Catarsis es lo más extenso y trabajado que he hecho, aunque admito que no lo mejor.
Lorena Amkie dice que así como los cantantes se aclaran la garganta, soltando a veces algún gargajo para despejar el paso de su voz, así los escritores también soltamos lo que nos obstruye la escritura en nuestro primer libro. Y es después que podemos soltar y mostrar todo nuestro potencial como escritores.
Sé que mi escritura ha mejorado desde que inicié Catarsis, pero no me siento enteramente bien llamando Gargajo a una obra como ésta, que literalmente me ha costado sangre, vida, lágrimas, disgustos, sacudidas, dolores de cabeza, peleas con mi familia, vergüenzas con mi cínica hermana y una cantidad enorme de felicidad que me atrevo a decir que vale la pena al completo.
Para resumir, Catarsis, como mi hermana y yo la llamamos para abreviar, trata sobre dos chicas muy diferentes, un poco típicas, que tienen ese tipo de amistad tóxica que si fuera noviazgo, serían de esas que rompen, regresan mil veces. Así es la relación de éstas dos amigas que ni siquiera pueden llamarse así entre ellas por razones que ahí mismo explican ellas mismas. La historia cuenta con cincuenta y cinco capítulos, en los que las chicas se han repartido la narración en primera persona de los capítulos de manera más o menos equitativa, con secciones sorpresa de la narración omnipresente que sigue la cotidianidad de un tercer protagonista que ya es toda una sorpresa más adelante.
Para iniciar, quiero darle las gracias a Nayensi por ser una Hazel tan increíble en nuestra infancia. Ya sé que no leerá esto, porque ella solo lee los libros típicos, súper famosos, de sus series favoritas, cuando tienen. Y muy rara vez. Pero aún así, le agradezco, porque Hazel no sería quien es de no ser por ella.
Recuerdo cuando con ella nos pusimos a pensar en ésta obra... Y me da tanta nostalgia porque esos tiempos, aunque de una pre adolescencia ciertamente humillante para mí, fueron bastante agradables. Cuando no me preocupaba por no encontrar trabajo ni tener la billetera vacía, si, muy buenos tiempos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nayensi y yo éramos confidentes de sueños. En palabras normales, nos contábamos nuestros disbarios. Y éramos un par de niñas, no sé cuánto teníamos pero imagino que debíamos rondar los trece o catorce. Y ella me contaba más bien sus fantasías y no sus sueños, y yo, sabiendo eso, me vengaba contándole mis propias mentiras. Terriblemente inmaduras éramos, lo sé. Pero deben entender que nuestra amistad era retoxica. Pasábamos peleándonos por todo y discutíamos como un matrimonio de cincuentones, por cualquier cosa. Luego me enteré de que ella lo hacía a propósito para molestarme y yo, susceptible e iracunda, caía en sus redes y hacia shows desagradables.
