Este es un blog de notas y avisos para los lectores. Aquí hablo de mis historias, de mi errático proceso creativo, de cómo me inspiré para crear cada una, de las personas que me inspiraron y las situaciones que me llevaron a escribir cada historia.
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El hecho es que, en esa alcaldía donde yo hice mi practica profesional de informática, llegaban otros estudiantes, a parte de mis dos compañeros y yo, a hacer practica de igual forma. Varios eran de sitios diferentes, chicos y chicas raras, con pensamientos diferentes, vidas contrarias a la mía y a la de mis compañeros. Una de ellos fue Mayra.
Juan Pablo quedó obnubilado enteramente por ella, perdido, enamorado hasta la última neurona. Pero estaba justificado, porque la chica es preciosa. Tenía una piel morena claro, del tipo latino inconfundible, el cabello negro muy oscuro y planchado, entresacado, con puntas afiladas pero no desordenadas ni desagradables, sino estilizadas, elegantes. Y sus ojos penetrantemente cafés. Y su figura era envidiable, por supuesto, era magnifica. No culpo a Juan por ello, para nada, pero Veiry y yo nos reíamos mucho viéndolo embriagado con ella.
El amor es divertido cuando no lo sufres tú, por supuesto.
El rollo es que Mayra no era indiferente a él. Juan no es el hombre más atractivo del mundo, pero su carisma, sus ideas locas, su personalidad, sus sueños, sus ansias de salir adelante, eso lo hacía especial (aunque la gran mayoría de esas virtudes estuvieran ahumadas en verde). ¿Y pues a qué chica no le gustan los piropos? Ella no lo rechazó, por lo visto y por lo que recuerdo, incluso creo haber presenciado un beso que se dieron en un momento cuando creían que yo no los veía. No estoy segura, pero esa relación no llegó a más que juegos, risas, apodos cariñosos, probablemente promesas y anhelos que solo ellos saben si se cumplieron.
La chica era de película, pero no fue eso lo que me hizo a mi interesarme por ella para personaje, la verdad es que no sé porqué, pero sentí que ella bien podría ser un personaje, pero no el principal. No la veía como la chica que metería la mano al fuego por alguien, mucho menos por Juan. Lo sospechaba desde antes, aunque claro, no me percaté de ello entonces, no era muy evidente. No era una protagonista, sino un personaje de relleno, si acaso, una secundaria.
Me dije a mi misma que era muy dura en ese aspecto, al clasificarla tan fácilmente. Pero como dije, su personalidad no era la de una persona que tomaría la decisión correcta en el momento correcto o que de pronto tomase las armas e hiciera algo inimaginable que daría un giro a la trama. Parecía la mujer que vive sin más, viendo lo que la existencia le ofrece y disfrutándolo. Lo que no está mal, por supuesto, pero no era lo que yo podría calificar como protagonista.
Juan Pablo a pesar de todo, como buen amigo que era, nos caía muy bien. Con él y Veiry nos reímos mucho ese mes que hicimos la practica, nos divertimos mucho, a pesar de que no volvimos a hablar ya nunca en parte porque sospecho que el malentendido del que hablé antes aguó cualquier lazo que se hubiera podido dar. Pero ese lazo que forjamos en ese momento fue muy agradable, bastante. Por eso nosotras estábamos felices por él y Mayra.
Yo creía que de ahí saldría algo muy lindo, la verdad, lo sentía. En secreto quería tomarlos a ambos y hacer una historia de romance bonita, llena de cursilerías inolvidables, en la que Juan Pablo pudiera tener de ella más que solo su atención pasajera, porque de verdad se veían muy bien juntos y él estaba enamoradísimo de ella.
Él nos dijo que Mayra era para él lo mejor que le había pasado, cosa que recuerdo muy bien porque recuerdo que me hizo sonreír grandemente.
Una tarde estábamos Veiry, Mayra y yo, creo que se había ido la luz de nuevo y no podíamos hacer más que hablar en vez de trabajar porque todas nuestras asignaciones administrativas eran en las computadoras. Juan no estaba y no recuerdo porqué. Estoy segura de que ellas dos hablaban y yo solo escuchaba o estaba ahí intentando leer en mi celular algo aleatorio. Cuando Veiry decidió dejar la prudencia y el recato e indagar más de la cuenta en lo que no nos importaba.
Recuerdo alzar la vista, eso si, cuando ella le preguntó que si realmente había algo entre ella y Juan. Porque yo también quería saber. La curiosidad me mataba, quería saber el chisme completo, lol.
Pero con lo sensata y seria que parecía Mayra, yo pensaba que Veiry tendría que arañar sin piedad la pared de su silencio hasta que osara decir algo. Porque eso es lo que normalmente se hace, ser hermético, intimo, con ese tipo de información tan especial. Cuando es especial, por supuesto.
Pero la forma en la que ella nos respondió dejó en evidencia que de especial realmente no había nada. Entre ellos no había más que amistad.
Recuerdo que Veiry y yo nos miramos sin comprender.
A Mayra le parecía de lo más normal, porque ella ya había tenido más "amistades" de esas. Recuerdo haberme quedado de piedra. Ella no quería a Juan Pablo, solo era un entretenimiento para ella, una diversión que se acabaría cuando nosotros termináramos nuestra practica.
Nosotras dos nos desinflamos. La burbuja rosa estalló. Fue una decepción. Tan lindos que se veían juntos...
Cuando terminó su practica en la alcaldía, antes que nosotros, se separaron en buenos términos y él ahora está con una chica con la que se ve que son muy felices. De Mayra solo sé lo que he escrito sobre ella, es decir, no mucho.
Esto realmente no fue nada, o esa apariencia dieron ambos. A mi me dejó algo descolocada y aun no sé del porqué. Es que una experiencia así era como para no volver a enamorarse nunca y no creer más en el amor. Pero me alegra que a Juanpa no le haya representado tal problema, todo lo contrario, se ve que ahora con su actual novia es feliz, como debe ser.
Yo no hago por regresar a su vida, pero me da gusto saber que en el sitio en el que está, es feliz.
Esta es la ficha de personaje de Mayra.
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