La fractura

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DAÑOS

Autora: Clumsykitty

Fandom: Marvel

Pareja: primero un Broken Stony y luego Strangeiron porque sí.

Derechos: a alisarme los bigotes maybe.

Advertencias: en esta historia, pasan cosas malas, los personajes meten la pata, no son perfectos ni tampoco geniales todo el tiempo. Tenemos a un Steve malo no de villano sino en plan de ser idiota, olvidé mencionar que es un AU, así que nada de súper héroes y esas cosas. Con niños para hacerla de más emoción esta historia por encargo.

Gracias por leerme.


*****


La fractura.

Que te quedarás conmigo

Una vida entera

Que contigo adiós invierno

Solo primavera

Que las olas son de magia

Y no de agua salada

Yo te creo todo

Y tú no me das nada

Tú no me das nada

Mientes tan bien, Sin Bandera.



Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos.



Todo el barullo de estudiantes moviéndose para la siguiente clase era un sonido que Tony apreciaba mucho, le hacía sentir esa adrenalina por sus clases de Física Cuántica en donde ya era una eminencia del tema por sus investigaciones y aportaciones. Sí, era de esos maestros que de pronto se vuelven como vacas sagradas dentro de la universidad, lo que incluía tener ciertos privilegios como mejores salones u horarios para que no interrumpiera con la crianza de sus tres hijos: Peter, Harley y Morgan, siendo la niña la más pequeña, no que por ello los otros dos fuesen pan comido. El nombre del Doctor Anthony Edward Stark era respetado como temido, aun lo que no lo conocieran siempre se hacían a un lado mientras él iba camino a su aula para las clases.

-Buenos días, doctor Stark.

-Johnny.

-Doctor.

-Elisa.

-¡Hey, doc!

-Henry.

Incluso tenía alumnos que aunque ya hubieran cursado su materia, seguían volviendo a escuchar sus clases, con nuevas dudas o comentarios sobre los descubrimientos más recientes en el campo. Tony era feliz debatiendo con ellos mientras los recién llegados a sus clases tomaban apuntes como locos para no perderse de nada de lo que dijeran. Era algo divertido, también apasionante, que incluso podía hacer que el tiempo pasara más rápido de esa manera. Ajustando sus lentes, el castaño empujó la puerta que daba a esa aula de las más grandes, escalonada y alfombrada con varios pizarrones en las paredes esperando a ser llenados con sus fórmulas y apuntes. De nuevo tenía un salón lleno, dejando su maletín en la mesa con un último trago a su café antes de comenzar.

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