CAPÍTULO 1

543 89 135
                                    

5 de octubre 2022
6:30 p.m.

La música se hacía cada vez más fuerte en aquella hermosa casa en un pueblo bastante cerca de la ciudad. Los árboles que decoraban su alrededor dejaban caer sus hojas secas sobre el techo y gran parte de su patio gracias al viento que empujaba sus ramas.

Parecía ser una comunidad bastante linda, había tranquilidad, silencio y... seguridad, o eso creían.

"Weather-wise, it's such a lovely day
Just say the words and we'll beat the birds
Down to Acapulco Bay
It's perfect for a flying honeymoon, they say"

— Come fly with me... —cantó en un tono bajo— let's fly, let's fly away...

Su mirada estaba fijamente en aquella mesa de madera mientras encendía la cierra creando que el ruido se mezclara con la música, algo que los vecinos no podían escuchar.

— Once I get you up there... Where the air is rarefied —Siguió cantando mientras afilaba aquella herramienta.

Por otro lado, aquel chico en el suelo comenzaba a abrir sus ojos poco a poco notando cómo los efectos de la droga iban disminuyendo. Sus oídos mantenían aquel horrible pitido, su vista era muy borrosa, todo daba vueltas, era... horrible; su cuerpo se sentía pesado y la sensación de humedad en su cabeza era cada vez más perceptible.

— Oh, ya despertaste —sonrió— Lamento haberte despertado, parecía que dormías muy bien —musitó volviendo su mirada a aquella mesa limpiando y puliendo todas sus herramientas.

Aquel castaño movió con dificultad su cabeza tratando de observar todo a su alrededor pero era tan difícil. Todo parecía moverse de lugar cada ciertos segundos, estaba mareado.

— ¿Te gusta la música? —preguntó mientras observaba el brillo en su cuchillo— me gusta ese estilo, es muy relajante —suspiró.

— Qué... —llevó su mirada hasta aquel tipo— qué hago... —susurró sin poder terminar la oración, era difícil hacerlo.

Taehyung se puso de pie de nuevo y sin soltar aquel objeto, caminó hasta aquel hombre que aún un poco inconsciente trataba de moverse.

— ¿No recuerdas? —soltó una pequeña risa— vienes a cenar, y que... por cierto —observó su reloj en la mano derecha— despiertas justo a tiempo.

— ¿Quién eres...?

— ¿Quién soy? —repitió— soy... —se colocó de cuclillas— no soy nadie —suspiró— llevo haciéndome esa pregunta toda mi vida, ¿quién soy? —musitó.

El adverso pudo sentir su corazón latir cada vez más rápido. Era tan... terrorífico ver cómo aquel tipo seguía acariciando su cuchillo mientras lo observaba con mucha... ¿felicidad?

— Y bueno, estaba pensando en hacer... estofado, o quizás un guisado, incluso... tteokbokki, ¿lo has probado con carne?, sabe muy delicioso —sonrió volviendo su mirada a aquel hombre.

Llevó suavemente su mano hasta el rostro de éste acariciando sus mejillas, para luego, bajar lentamente por su cuello y su abdomen hasta llegar a su pelvis en donde dejó de acariciar.

— Tengo tantos planes contigo pero... es una lastima que mi refrigerador esté lleno —puchereó— ¿pero sabes quien si tiene hambre y espacio? —Sonrió viéndolo a los ojos— mis cerditos —rió.

— No me hagas... d-daño —pidió sintiendo sus ojos cristalizarse— por favor... —soltó la primera lágrima.

— No... no llores —pasó su pulgar por su mejilla limpiando aquellas gotas— antes te lo advertí, te dije... que te iba a... hacer sentir muy bien —acarició su cabello.

Sin decir nada más, volvió a colocarse de pie yendo hasta la mesa en donde tomó su teléfono para así subir el volumen mucho más fuerte. Como acto seguido tomó aquel trozo de tela y lo volvió una bola.

— Que gracioso... —musitó sonriente— ¿conoces esa canción? Creo que te quedará muy bien a ti

Caminó hasta él colocando así aquella tela en la boca de aquel sujeto logrando que este no pudiera emitir ningún ruido fuerte. De igual forma, no podría salir caminando de ahí pues... sus piernas... estaban rotas.

— Killing me softly with his song... killing me softly... —cantó con aquella hermosa voz gruesa.

Tomó aquel cuchillo y poco a poco lo pasó por el medio de su pecho con total concentración viendo como la piel y la carne comenzaba a abrirse lentamente gracias al asombroso filo que su preciado "juguete" tenía.

— ¿Conoces los manhwas? —preguntó mientras seguía cortando— esta canción... me recuerda mucho a una de esas historias —murmuró viendo la sangre caer escandalosamente— trataba sobre un chico que estaba obsesionado con otro —musitó colocándose sobre su regazo para poder hacerlo más cómodo— luego se metió a su casa, bajó al sótano y... —tomó aquella cierra a su lado para luego encenderla— vio a una chica muy lastimada —sonrió— luego... —acercó mucho más aquella cierra— Sangwoo apareció y lo golpeó con un bate. Te lo resumo, es muy complicado para mí explicar toda la historia porque... ni siquiera lo he terminado de leer —rió levantando la mirada por unos segundos al rostro adverso notando que este... ya no estaba con vida.

Fue ahí cuando hizo mucha más presión logrando quebrar las costillas dejando ver al fin aquel corazón que seguía latiendo pero, muy débilmente.

— Strumming my pain with his fingers...

Dejó aquella cierra a un lado para luego llevar su mano hasta el interior de aquel cuerpo tomando así aquel hermoso órgano color rojo observando cada una de sus venas. El cuerpo humano era asombroso.

Parecía tan cautivado viendo aquellos órganos tal y como la primera vez pero, el sonido de su otro teléfono comenzó a interrumpir su concentración por lo que, algo molesto dejó todo en su lugar.  Llevó sus dedos hasta su boca quitando así los restos de sangre para luego tomar aquel artefacto contestando la llamada.

Hyung, ya estoy saliendo de casa, ¿ya preparaste la cena? Mis padres están felices de comer contigo de nuevo.

— Uhm... no, aún no... lo estoy preparando pero, no te preocupes, Jungkookie —sonrió observando aquel cuerpo— estoy seguro de que a mis queridos suegros les encantará lo que les prepararé.

Te amo mucho, llegaré en unos 20 minutos, ¿de acuerdo?, llevaremos el vino. ¡Nos vemos, cariño!

Taehyung colgó al instante y sintiéndose algo apresurado tomó el hacha que tenía en la esquina de aquel sótano.

Debía hacer la comida pronto, además, sus hermosos cerditos necesitaban comer, no podía hacerlos esperar más.

GHOULISHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora