Alma Intoxicada

Tú en el pasado

Siempre que me preguntaban por ti nunca sabía explicar cómo me hacías sentir, nunca encontraba las palabras correctas para decirle a alguien lo bien que me sentía contigo a mi lado. Supongo que, en cierto modo, he querido guardar esos sentimientos para mí, nunca los he querido compartir con nadie por eso mismo.

Como me dijiste esa noche "Por más fuerza que pongo sobre mi para olvidarte más me atrae a ti". Pero también sé que es muy difícil, aunque lo ignoremos por unas horas, sabemos que a la hora de despedirnos no volveremos a vernos en semanas, meses, puede que años como la última vez.

Porque sé que tú eres así, por eso no puedo pedirte que te quedes conmigo toda la vida, tal vez, en otra vida podamos estarlo. Tal vez aparezcas en otra vida, te acerques una tarde de verano y te sientes a mi lado en el césped de ese parque, me mires y empieces a bromear de lo sería que me veo.

Tal vez me ofrezcas un chicle de menta, porque son tus favoritos y siempre los llevas encima, después comiences a hablar sin parar, sobre lo que te atormenta, lo que te gustaría hacer, lo que te hace sentir bien, mal...Porque simplemente conectes conmigo, como me dijiste esa vez.

Ojalá en la otra vida aparezcas esa noche que me sentía tan abrumada, me agarres de la cara y me digas con toda la seguridad del mundo: "Voy a estar aquí siempre que me necesites, siempre te voy a proteger de lo que te haga mal".

Ojalá aparezcas antes de que la cague y me digas: "¿Esto es lo que te mereces? ¿Es lo que quieres en tu vida? ¿Crees que te tienes que conformar con esto?".

Ojalá llegues una noche con dos batidos de oreo, te sientes a mi lado y pongas tu playlist favorita, mientras que el cigarro se consume en tus dedos porque no puedes dejar de mirarme mientras hablo.

La primera vez que escuchamos "Jóvenes to locos" y te reíste por como cantaba esa canción, es duro escucharla después de haberla gritado a pleno pulmón contigo. Esas noches en que se hacían de día en tu balcón, cuando hablábamos de cómo nos sentíamos, cuando me preguntabas si realmente estaba bien.

Si, realmente estaba bien, lo estaba contigo, nunca me había sentido así, eso lo causabas tú. El dolor volvió, es algo que me enseñaste y supe gestionarlo, como decía, sabía que no podríamos estar juntos, tú también lo sabias.

Por eso mismo, es mejor así.