No me daba miedo nuestras discusiones, ni sus enfados, tampoco su impulsividad. Al contrario, acabe amando esa parte de ella.
Me daba miedo sus silencios, cuando se mantenía callada, solo asintiendo, a veces ni eso.
Verla dolida y más si ese dolor lo estaba causando yo de alguna manera.
Me daba miedo su indiferencia, cuando me miraba seria y me soltaba "me da igual" o "no importa". Porque sabía que cuando eso pasaba, la estaba perdiendo poco a poco,
Y no podía permitirme perderla.
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Alma Intoxicada
PoesíaUna vez aprendes que todo son etapas, te deja de doler. Dejas esa presión que te consumía y que jamás veías capaz de dejar atrás. Las diferentes etapas de la vida. Personas, lugares, momentos, canciones, sentimientos... Siempre terminas encontrando...