Confiar es un error

Cap. 2

Se acercaba el aniversario en el que mi Padre había muerto, eso siempre afectaba a mi Madre, y me afectaba a mi, más tenía que ser fuerte para soportar a mi madre y cuidar de mi hermana.
Mi Madre trabajaba todo el día como auxiliar de enfermería y aveces doblaba turno, más nunca sabíamos en realidad el horario que tendría.

Cierto día, volvíamos a casa de la escuela, y como si fuera coincidencia nos topamos con un vecino que vivía a unas tres casas de la de nosotros. Tomas, se llamaba, como tal Tomas había sido, por muchos años, compañero de papá en la policía, pues habían cursado juntos la academia y se habían hecho buenos amigos.
-¡Hola muchachas! Nos dijo, mientras regaba los árboles que tenía en frente de su casa.

-Hola. Contesté sin saber muy bien que decir, habían pasado años de que había venido a su casa cuando mi papá y el se ponían a tomar juntos.

-Han crecido demasiado, ¡Mirense! Alejandro estuviera orgulloso. Dijo en tono amable.
Alejandro era mi papá, me había vuelto a hacer sentir esa sensación de tranquilidad y de felicidad que mi padre me hacía sentir siempre.
-Lo extraño. Le dije.

-Todos lo extrañamos, cuando quieras, puedes venir aún tengo algunas fotos de la academia y te puedo contar algunas historias. Dijo amablemente.

-¡Daniela! ¡Jazmín! Gritaba mi Madre desde mi casa al vernos paradas ahi.

-Bueno gracias por la oferta, lo pensaré, nos vemos. Dije amablemente.

Mi madre se veía enojada y así era.
-¿Que les e dicho de hablar con extraños mocosas? ¡Metanse a casa!. Dijo en tono regañón.

-El no es extraño Mamá, era el mejor amigo de Papá. Dije.

-No me importa, si yo digo que no hablan con el ¡es no! Dijo.
Y ese es el problema de muchos padres, digo, ningún padre es Perfecto ni puede llegar a serlo, pero aveces como hijos nos serviría una explicación con más contexto que un simple "no es no", ya que una explicación con más contexto me hubiera salvado de lo que sería una muy mala experiencia.

Pasaron los días y pensaba en ello, me encantaría saber más de mi Padre, en realidad nunca había escuchado alguna heroica historia acerca de él en el cuerpo policial, debía saberlo, quería saberlo.

Pasaron los días, y como cada viernes en la casa del señor Tomas había algo de música y se juntaban algunos policías y ex policías a tomar cerveza y a platicar. Así que pase muchos viernes pensando en el día que yo pudiera ir con el señor Tomas y, con todos los demás policías alrededor, él pudiera contar las historias de mi Padre, eso me pondría bastante feliz.

Llego el día en el que mi Madre doblaría turno, ¡era viernes! Justo fue lo primero que había pensado, lo recuerdo bien, fue justo el viernes después a mi cumpleaños 12, recuerdo que hice de cenar a mi hermana más temprano justo para dejarla dormida más temprano y poder ir con el vecino Tomas a platicar.
Así que me puse manos a la obra, y como cada noche después de recostar a mi hermana en su cama me puse antes a hacer ejercicio en mi cuarto, ya que estaba un poco chubby (rellenita) a mi parecer para ese entonces, y llevaba tiempo haciendo ejercicio para bajar de peso.

INCERTO FOTO DE DANNY A SUS 15 AÑOS APROXIMADAMENTE CON UN CUERPO MUY PARECIDO AL QUE TENÍA A SUS 12 (ANTES ERA UN POCO MÁS RELLENITA DE LA CINTURA)

Ahora pienso todo lo contrario tenía un cuerpo muy lindo, siempre fui chaparrita, a esa edad debí medir quizá unos 1.45 mi piel muy blanca, pelo obscuro quebrado y largo, ojos grandes marrones y boca grande, piernas grandes pero formadas, caderas anchas por lo tanto también un trasero voluminoso, era una talla 34D para entonces, por lo tanto tampoco pasaban muy desapercibidos mis grandes pechos, en si, era una apenas puberta muy desarrollada a la que aún no le bajaba.

Y yo lo sabía por lo tanto aunque ya traía puesta mi pijama que era un short de Licra negro pegado y un top rosa deportivo era bastante llamativo (imaginen esa vestimenta con la foto antes presentada), y aunque confiaba en el señor Tomas los demás podían ser como cualquier degenerado. Así que me puse encima una hoddie oversized negra para disimular un poco mis tetas y mis caderas, pero a la vez ir cómoda para una plática por la noche.