2. Matrimonio

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Después de unos días, todo seguía siendo una aventura para ellos. Iban avanzando de lugar en lugar, visitando aldea tras aldea, peleando con enemigos y cumpliendo sus misiones. Se divertían y disfrutaban cada momento, hasta que, de repente, una aldea en particular, donde era primavera, llamó enormemente la atención de ambos.

Árboles de flores de cerezo se alzaban altos decorando las calles a lo largo de todo el paisaje. Era una vista preciosa en la que ambos caminaron paseando de la mano.

—¿No es hermoso? —comentó Sakura alegre ante ello—. Solía pensar que Konoha era el único lugar en donde florecían de esta manera...

—También yo —concordó Sasuke—, pero después vi diversos lugares donde crecían y florecían... —comento con calma—, era hermoso, cada vez que lo veía.

Sakura se soltó de su mano entonces y corrió hasta una orilla, posándose bajo el árbol más alto de todos.

—¿No combina conmigo? —se apuntó a sí misma, con algunas hojas a la altura de su cabello.

Sasuke le sonrió en respuesta. —Demasiado.

Se quedaron en aquel pequeño pueblo un par de días para disfrutar del sol, el viento y la calma. Compartieron con algunos aldeanos, sobre todo Sakura, conociendo más de su cultura, gastronomía y costumbres. A ella le encanto todo, mucho más que lugares que habían visitado anteriormente, puesto que la gente era demasiado tranquila y pacifica. Todos se llevaban bien con el otro y los niños reían y jugaban libres en las calles. Era una aldea tan utópica que definitivamente si a ella le dieran a escoger un lugar para vivir que no fuera Konoha, preferiría quedarse ahí.

—No está en los mapas, ¿no? Nunca oí sobre este pueblo antes.

—Lo está... —replicó Sasuke.

Se hallaba de pie junto a Sakura sentada, observando el lago en calma que tenían delante.

—...pero es difícil prestarle atención, no destaca demasiado en la economía ni se involucra en la política de las 5 naciones —finalizó el chico su argumento.

—Tienen un perfil bajo —Sakura poso sus dedos sobre el agua del lago, sintiendo su temperatura y pacifidad—, por eso son tan felices, son libres de los problemas del mundo.

—¿Te gusta esto?

La chica lo vio confusa, era una pregunta demasiado abstracta considerando todo el tema que envolvía la conversación.

—La paz, la tranquilidad, no... estar con algo problemático.

—No siempre... podemos tener paz, siempre habrán momentos difíciles —dio una pausa—, y aun estando junto a alguien problemático —rio ella—, estoy tranquila... porque estoy feliz.

Sasuke se agacho junto a ella tras su respuesta, sentándose a su lado. Sakura siempre solía leer sus pensamientos. No comprendía como lo hacía, como lo conocía tan bien, incluido su sentir. Pero lo agradecía, porque mientras todos lo veían superficialmente y sólo lo buscaban por interés o con intenciones de manipularlo, ella era la única que le daba seguridad y hacia que él pudiera ver todo con claridad.

—Gracias, Sakura.

La chica rodeo su cabeza con su mano delicadamente, pasando bajo su mentón y atrayéndolo hasta su hombro. Sasuke dejó reposar su cabeza entonces y la chica tarareo una canción, alegre. Ella conoce cuanto ha sufrido Sasuke y lo que le ha costado volver a confiar y sonreír, por eso, está dispuesta a callar sus dudas y llenarlo de esperanza y consuelo cuantas veces él necesite.

Después de unos días, Sasuke decidió quedarse un poco más en aquella aldea de ensueño, donde nadie lo juzgaba y todos compartían con él, divirtiéndose y jugando; porque en ese lugar no lo trataban como un monstruo.

Propuesta EDITANDO [El viaje de Sasuke y Sakura] (SasuSaku) ©WaarhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora