Amari: Obsessionem | Luckity

Capítulo 5

Confianza. ¿Qué es? se relaciona con la seguridad, en el ámbito social podemos decir que es el sentirse plenamente cómodo a la hora de juntarse con alguien más. Bueno, pensándolo bien ¿realmente es posible confiar en alguien en su totalidad? Al menos Quackity ya empezó a hacerlo con Rubius, desde su llegada a España él ha sido quien mejor le ha tratado, por eso es su amigo, su mejor amigo, y por esa misma razón le ha contado sobre su relación con Luzu, la cual a petición de este, nadie debería de saber. Firmemente cree que Rubius no sería capaz de contarle a nadie sobre eso. Él no sería capaz de traicionarlo y contar su secreto, después de todo, son mejores amigos.

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Ser el único con conocimientos sobre la relación que Quackity llevaba con Luzu estaba comenzando a ser estresante y asfixiante. La última vez que mensajeó con Quackity pudo entender que los tratos que Luzu le daba eran horribles aunque su amigo se negara a aceptarlo.

No se cree un héroe, no lo es, pero la preocupación es tal que ha empezado a cuestionarse si debería ayudarle o por lo menos hacer el intento, aún es temprano para salir de ahí, o eso cree, desde que vió a Luzu sabía que no sería buena idea juntarse con él, ¿por qué? No sabe; hay personas en el mundo que con solo verles piensas que no es buena idea relacionarse con ellos. A pesar de que es un pensamiento muy malo en donde te basas en juzgar por la apariencia, Rubius cree que es un 70% funcional, así puede elegir evitar relacionarse con gente de esas que brindan una vibra extraña y escalofriante... Aunque claro, por mucho que uno sepa sobre esto, está la otra opción, ignorar completamente el alertamiento de los sentidos para seguir involucrándose en relaciones de ese tipo.

Una vez más, tumbado en aquella cómoda cama, ubicada en esa cómoda casa, recurre a los consejos de quien cree que es el mejor a la hora de opinar.  —Vegetta... —bastó el primer llamado para tener por completo su atención.

—¿Sí, rey?

Rubius contó con todo detalle lo que estaba pasando con Quackity y Luzu, en el transcurso de la conversación podía observar el rostro de Vegetta pasar de alguien desinteresado a lo que decía, a alguien atosigado por los hechos. No sabía si era buena idea contarle sobre eso, pero después de todo, era su novio, y era de ley que lo que llega a oídos de Rubius, también llega a oídos de Vegetta.

—Rubius.

—No sé qué puedo hacer por Quackity...

—¿Sabes qué te puedo decir? este tema no es de tu incumbencia. —finaliza, no tenía más intenciones de hablar sobre eso. —¿Por qué mejor no retomamos lo que estábamos haciendo?

—... Sí, Vegetta. —así, Rubius comenzaría a sentir el peso contrario caer sobre su cuerpo, cerca de su clavícula abundaban los besos y marcas de lo que alguna vez fueron mordidas. Tenía razón, no era un héroe, ni mucho menos.

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Jueves por la mañana, Quackity detesta desde el fondo de su alma las clases de 7 a 9 porque le toca historia. ¿Quién diablos pensó que era buena idea poner esa materia tan aburrida como la primera clase? El tiempo estando allí transcurre tan lento y la voz del maestro adormece a todos, de verdad, la odia.

Entra al salón justo a tiempo, el maestro comienza a impartir. Luzu no voltea a verle, nada raro, y Rubius no estaba presente, seguramente había decidido saltarse la clase, hubiese amado irse con él.