⍤⃝♡ 𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟒

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Takemichi subía los escalones con las piernas temblando y el corazón en la boca. Iba hacia la casa de Mikey.

¡Había recibido una llamada de él!

Pensó que iba a morir de la emoción, aún sigue vivo, pero no por mucho o eso creé, era domingo, el sol brillaba en lo más alto, resplandeciente.

Se supone que era su día libre, y la guardería ese día cerraba temprano, Mikey le había pedido él mismo, por el celular, que fuera a su hogar y cuidara de su hija.

Se suponía tambien, que Mikey pasaba los domingos con su pequeña, pero había recibido una llamada para algo importante en la empresa que trabajaba. Por eso tenía que salir y no podía dejar a su cachorra sola.

Estaba halago, pues que fuera la primera persona en ser llamada por el rubio para que cuidara de su pequeña mostraba que confiaba en el, Mikey le había dicho que le iba a recompensar después.

Decir que no estaba algo ansioso por eso sería mentira.

Ahora estaba al frente de la casa, tragó saliva fuertemente, con su mano temblorosa tocó el timbre. Esperó unos segundos antes de que la puerta se abriera, era Mikey y tenía su traje a medio arreglar.

-¡Takemitchy, me alegra que llegarás tan rápido!- el alfa le dejó lado para que pudiera entrar.

Cuando lo hizo, el aroma a cedro lo golpeó en la cara fuertemente, todo el sitio olía a él, era su territorio y entendía que lo hiciera, también había un ligero aroma a cachorro en el aire, el lugar era espacioso y ordenado.

Mikey era un padre responsable y lo sabía, miró como el rubio acomodaba su corbata y se ponía su chaqueta, de verdad esa junta debía ser importante, pues ese traje de marca negro no era para solo una reunión con amigos.

-Emma está durmiendo su siesta en el segundo cuarto por el pasillo, también es mi cuarto pero eso no importa, hay papilla en la nevera y unos biberones ya arreglados, cualquier cosa me llamas.- Mikey terminaba de arreglar su traje mientras hablaba, recogió sus llaves y salió por el pasillo hacia la puerta, Takemichi miró un maletín sobre una silla, lo tomó y fue tras él.

-¿Ésto no es importante?- Mikey se estaba arreglando los zapatos en la entrada, volteó para verlo y le sonrió.

-Si, gracias Takemitchy.- esperó a que estuviera de pié para poder darle el maletín, Mikey lo tomó pero también, pasó una mano atrás de su cuello y lo atrajo hacia el para darle un beso en la frente.- vuelvo a las nueve, lo prometo.

El rubio salió, dejándolo allí en el pasillo con su rostro rojo y su corazón latiendo fuerte en su pecho, la misma sensación cálida de antes se instaló en su estómago.

Volvió despacio por el pasillo, caminó hasta donde estaba la pequeña Emma, abrió la puerta despacio, casi cae al suelo, el aroma del alfa era mucho más fuerte allí.

-Oh joder.- jadeó, por suerte la pequeña Emma dormía tranquila y no lo vería tan vulnerable, caminó hasta la cama y tomó una de las almohadas para pegarla a su rostro.- es tan bueno.~

Momentos después se dió cuenta de lo que hacía, sacudió su cabeza y dejó la almohada en su lugar, fue hasta la cuna en donde dormía la pequeña, era adorable ver como se chupaba un dedito mientras estaba entre sueños.

-Cosita preciosa.- acarició su cabello con cariño, Emma arrugó su pequeña nariz y fue abriendo los ojos poco a poco, fijó su mirada rojiza en él.- perdón por despertarte, si quieres puedes seguir durmiendo.

Susurró, pero la pequeña tenía otros planes, ahora estaba completamente despierta y sentada en su cuna, estirando sus bracitos hacia él.

-¡Ba-ba!- exclamó con una sonrisa y él pelinegro sabía lo que quería, la cargó poniéndola sobre su hombro, Emma acercó su rostro a su cuello aspirando su aroma.

ʚ 🖌 ɞ  ¿𝐌𝚊𝚖á͟? 𝐌a͟i͟𝐓a͟k͟e͟  .. ꒱ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora