𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐔𝐀𝐓𝐑𝐎

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Todo el penthouse, y seguramente los siguientes pisos debajo de este, eran testigo de lo sucio que estaban cogiendo

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Todo el penthouse, y seguramente los siguientes pisos debajo de este, eran testigo de lo sucio que estaban cogiendo. La terraza, el living, la cocina, todo lugar había servido para dejar su sudor sobre el otro.

Sin embargo, el gusto de tener la brisa nocturna chocando en sus cuerpos, más la desvergonzada sensación de exhibición, fue lo que los alentó a volver afuera junto a dos mantas y un montón de ganas de seguir.

05:38 a.m.

—Oh, carajo... —sacudidas de electricidad viajaron por las venas de la sensual pelinegra al tener a ese lascivo pelirrosa entremedio de sus largas y sudadas piernas.

La excitación, el aire húmedo y caliente chocando en su sexo, junto a esa lengua jueguetona le quemaba el pecho. Jadeando, luchando por respirar, cuando el frenético saboreo a su botón placentero la estaba haciendo flaquear más y más ante él.

—¡Mierda, mierda! —diminutas explosiones de placer aparecieron en su interior al sentir como en un par de segundos esa viciosa lengua había detectado su punto débil. —Dios. Así, así —movió su cadera en círculos, jalando con una mano de manera sutil las hebras finas del cabello de Sanzu. —Sí... Sí...

Empuñando la manta que había en el suelo de aquella terraza, ella cerró los ojos con fuerza, tragando saliva, dejando que todo su cuerpo se deleitara de esas lamidas y succiones que el pelirrosa de aretes negros le proporcionaba.

—¿Quieres correrte otra vez para mí? —sacó su boca de la humedad de Hiromi haciendo sonar su voz ronca y excitada metiendo dos de sus dedos dentro de ella; curvándolos y frotandolos en el interior. —Quiero verte hacerlo otra vez —presionó con su pulgar el clitorís para no detener aquella ola de placer.

Ella gimoteó con sus ojos puestos en él, fijamente; Estaba sudando. Una vista muy excitante sin duda alguna.

Y ella, con sus cejas levantadas y su faz adornada de un caliente color rojo claro dejaban en evidencia su rol sumiso.

—¿Te gusta? —susurró él. —Dime que te gusta.

Hiromi, sin poder articular una sola palabra, asintió, mientras oía que el chapoteo de los dedos de Sanzu contra su sexo se hacía más espeso.

El acaparamiento se intensificó, cada vez más, y más fuerte, mientras movía sus caderas, buscando más fricción.

La mirada avasalladora de Sanzu la hizo ansiar su boca.

No me mires así. No lo hagas...

Pero ante el extraño sentimiento que le provocó mirar ese mar, cedió.

—Bésame. Bésame —pidió, desesperadamente clamando por ello, rogando por más.

Sanzu, sin dejar de darle placer con sus falanges, se acercó, encontrando sus labios con los de ella mientras su cuerpo no paraba de mandarle ondas de deseo.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2022 ⏰

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HELL FEELS BETTER WITH YOU | Haruchiyo "Sanzu" Akashi #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora