Problemas Amorosos De Los Toros Negros

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La base de los Toros Negros como siempre era un lío, peleas, discusiones, lo mismo de todos los días.

-Mamá, Magna quemo mi vestido- se quejo una ojirosa con el ceño fruncido.

-No es cierto- dijo Magna quien seguía a Noelle hasta la habitación del capitán.

-Eres el único que usa magia de fuego, estúpido- insulto Noelle.

-Ya callense carajo, quiero dormir... Magna alejate de las cosas de tu hermana y Noelle no dejes tu ropa donde sea- dijo Yami cubriéndose con las sábanas.

-Es tu celo?- pregunto Magna olfateando la habitación y efectivamente estaba llena de olores dulces, pero resaltaba el característico olor de agua marina y rosas pertenecientes al capitán, además de ser evidente las prendas de ropa de cada miembro de la orden.

-Le diré a Charmy que te prepare un té- dijo Noelle saliendo de la habitación.

-No iras con tu alfa?- pregunto Magna con molestia cuando Noelle se retiro.

-No es de tu incumbencia, mocoso- gruño Yami.

-Solo te usa- gruño posesivamente el alfa menor.

-Largo- ordenó Yami.

-Sabes que en algún momento sabremos quien es y no dudaremos en matarlo si te hace algo- dijo Magna antes de cerar la puerta con demasiada fuerza.

-Niñatos estupidos, si supieran que el idiota de mi destinado ni lo ha notado lo matan por tarado- susurro entre dientes Yami frustrado por su estúpido alfa.

Antes de continuar tendríamos que hablar sobre el capitán pelinegro al que creen un alfa, Yami Sukehiro un omega extranjero, capitán de su orden y el más salvaje y despreocupado de los capitanes.

Cuando Yami descubrió su casta no se sorprendió, ya que desde niño le habian inculcado que los alfas, betas y omegas eran iguales y que las diferencias de casta no importaban, o al menos en su hogar natal, y estaba el hecho que no podía soportar el ver a niños llorar, algo dentro de él le hacia acercarse a calmarlo, pero su apariencia descuidada no le ayudaba en eso, por lo tanto cuando se hizo capitán de orden y empezó a reclutar inconscientemente leía el ki de los aspirantes y si instinto materno lo hacia escoger a los marginados, aquellos que no tenian familia o aquellos que estaban rotos, por esa razón su orden estaba llena de esos cachorros que no habían recibido el cariño y aprecio que necesitaban y merecían.

Sus cachorros algunas veces podían llegarle a colmar la paciencia y gritarles, pero jamás los negaría o los echaría de su lado, ya habían tenido que sufrir demasiado para eso.

-Mamá? Puedo pasar?- pregunto Vanessa tímidamente.

-Que quieres mocosa?- pregunto Yami a la omega.

-... Grey quiere iniciar su ritual de cortejo hacia Gouche, pero el tarado sólo le importa Marie-Chan- dijo Vanessa.

-Tendrán que ayudarle a Grey- dijo Yami, sabía desde que trajo al omega que era el destinado de la alfa cambiaformas.

-Ese es precisamente el problema, Grey es demasiado timida- dijo Vanessa recostadose sobre el vientre del omega mayor.

-Y como vas tu?- pregunto Yami acariciando los rosados cabellos de la chica.

-Me dejo otra vez...- susurro Vanessa.

-Matare a ese hijo de perra- gruño molesto Yami.

-No, por favor no te metas en problemas...- pidió Vanessa sabiendo de lo que era capaz el omega mayor.

-Bien- dijo Yami resignado, aunque le daría un buen susto al idiota que jugo con los sentimientos de su brujita.

-Acompañaré a Noelle y Asta a una misión en la frontera del diamante- informó Vanessa acomodando su sombrero.

-Vuelvan con vida o los mato- dijo Yami cubriéndose nuevamente.

Vanessa se fue de la habitación sintiéndose mejor, desde que escapo del bosque de las brujas y llegó a la orden había sido bien recibida y desde el primer momento se había llevado de maravilla con los dos omegas que habitaban la base, había conseguido una familia amorosa y si tenia que soportar insultos del resto del reino no le importaba, sabía que ellos la querían aún con su adicción al alcohol y que los alfas de su pequeña manada jamás la tocarían aún si se paseaba desnuda por la base, es más la regañarian y la obligarían a ponerse tan siquiera una camisa de uno de ellos, esto la hizo sonreír.

-Nos vamos?- le pregunto a los dos omegas.

-Vamos Vanessa-Neechan- dijo Asta con bastante entusiasmo.

-Terminemos esto- dijo Noelle con desagrado.

-Que pasa pequeña?- pregunto Vanessa.

-Nada, solo terminemos esta misión y ya- dijo Noelle.

-Está bien, vamos ya- dijo Vanessa a los dos miembros más nuevos.

En la habitación de uno de los capitanes de orden.

-Es extraño que haya cancelado así sin más- dijo pensativo el alfa caminando por su habitación.

-Y si le sucedió algo malo? No Yami es lo suficientemente fuerte como para salir dañado- murmuró el alfa.

-Pero también es un omega... y si encontró a su destinado?- volvió a murmurar el alfa.

-Mierda, sabía que tenía que decirle de mis sentimientos y empezar el ritual de cortejo cuando aún no era capitán... y sus cachorros me odian- murmuró el alfa a nada de tener un ataque de pánico.

-Solo tengo que acercarme a sus cachorros y ganarme su cariño, así tendré una ventaja sobre su destinado- planeo el alfa con una sonrisa boba viendo la foto de Yami donde cargaba a la bruja pelirosa en sus hombros, la había tomado sin que ellos se dieran cuenta mientras volvía de una misión y se topo con ellos.

-Es una tontería, sus cachorros me mataran ni bien empiece el ritual de cortejo... nunca les hice nada y siempre me gruñen- se lamento el alfa con dramatismo.

En la orden de las Águilas Plateadas.

-Hermano Nozel, no creo que sea lo mejor- dijo Nebra.

-Ya esta decidido- dijo Nozel con seriedad.

-Es una tontería, en verdad crees que esa omega sacrificara su libertad por Noelle?- pregunto molesta Nebra.

-Si no funciona tendré que idear otro plan- dijo Nozel con simpleza.

-Si eso funciona, creo que te apoyare- dijo la alfa peliplateada cruzándose de brazos.

-Me siento mal por hacerle esto a Noelle, pero no puedo acercarme a ella ahora que sabe como traté a Noelle- pensó Nozel viendo la fotografía de la omega mencionada.

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Casta Alfa

Luck
Gordon
Nath
Grey
Henry

Casta Omega

Yami
Noelle
Asta
Vanessa
Finral
Zora
Magna
G

ouche

Casta Betas

Charmy
Nero