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En el amanecer dorado el capitán Vageance preparaba un obsequio para su Omega, quien no sabía que era su Omega, había decidió dar inicio a su cortejo ya que había escuchado rumores que el vicecapitán de los Toros Negros había regresado y ese lo odiaba sin razón alguna, no quería que se interpusiera con su cortejo.

-Debi haber comenzado mi cortejo hace años, cuando él se fue -

-Debiste - murmuró Licht.

-No me ayudes -

-Solo soy sincero -

-Faust me odia y sé que quiere marcar a Yami -

-Por cierto, como sabes que regreso?-

-Escuche que le dio un puñetazo al señor Vaude cuando esté se encontraba en el reino noble -

-Crei que se mantenía apartado para evitar problemas a su manada -

-Si, eso es lo extraño, pero dado que solo habemos cinco personas, contándote, que saben que Yami es un Omega algo debió haber hecho contra Finral-San y esa fue su reacción al ataque de uno de sus cachorros -

-Me sigue sorprendiendo que te hayas enterado a pesar de que el rey mago lo bañase con sus feromonas -

-Es que es Yami - el pequeño sonrojo que se veía en el borde de la máscara lo hizo reír al elfo.

-Si que te trae mal -

-Ya, ayudame - se quejó el alfa lanzando un libro.

-Por qué no le regalas una Ermita?-

-Son extremadamente raras -

-Y por eso tienes suerte de tenerme, tengo una - tras decir esto saco de su túnica una amatista fusionada con un cuarzo.

-Sabia que de algo tenías que servirme -

-Oye, respeta a tus mayores -

-Lo siento anciano -

Ambos alfas siguieron jugando como niños sin saber la tempestad que estaba por dar inicio.

En la base de los Toros Negros, Faust estaba siendo retado por algunos de sus, jamás lo admitirá, hijos.

-Fue un buen golpe - menciona Zora.

-¡Deja de apoyarlo!- regala Noelle nerviosa.

-T-Tomara represalias - Finral temblaba abrazando a su hijo.

-Si antes no había hecho nada ahora seguramente lo hará - Vanessa tomaba otra botella de vino.

-Por qué todo se tuvo que ir al carajo - Gouche veía con asco a Magna, quien lloraba abrazando un cojín completamente borracho.

-Me odia... Por que soy feo - sollozo el yankee.

-Te dije que no le dieras de beber - regañó Gouche.

-Genial, tenemos dos Omegas depresivos ahora - señala Natch con una sonrisa, no se arrepentía de golpear a ese bastardo. Recordaba claramente cuando ese mismo bastardo trataba de engañar a Morgan para llevárselo a la cama.

-Tus primos son idiotas - le dice Zora a Mimosa.

-Un poco -

-No trates de ser condescendiente - le pide Noelle.

-Nos meteremos en muchos problemas -

-Y decías que no te metas en problemas - se burla Yami dándole una copa de sake al alfa pelinegro.

-Ya me contagiaste -

-Si como no, deja de engañarte -

-Lo digo en serio, estás tan desquiciado como yo y como cualquiera en esta orden -

-Y por eso odio esta orden, todos son idiotas inútiles -

En la casa principal Vermillión, Mereoleona se reía a carcajadas de su primo.

-Hermana, comportate - pidió Fuegoleón.

-Pero es divertido ver al siempre estoico Nozel sufrir por tener que disculparse con Noelle -

-No seas cruel con Nozel -

-Se lo advertiste bastante como para que ahora venga llorando a pedir consejos - farfulló al ser regañada por su hermano menor.

-Se que puede ser un poco insensible, perdonarla -

-No, esta bien, se que cometí muchos errores y ahora tengo que pagar mi karma -

-Noelle no es rencorosa, capitán Nozel, puedes regalarle algo como disculpa y ella lo aceptará - aporto Leopold.

-Ni siquiera sé que le gusta -

-Le gustan los dulces y los peluches tenebrosos -

-Leopold sabe más de ella que su propio hermano - se burla Mereoleona.

-Ya basta, hermana - regaña Fuegoleón nuevamente con cansancio ante la insistencia de esta por recordarle al alfa su incompetencia como hermano mayor.

Sabía que Mereoleona estaba disfrutando esto, ella misma se encargaría que los demás capitanes se enteraran de la humillante situación de su primo.

Leopold estaba un poco incomodo ya que ver a sus hermanos discutir sobre cómo ayudar o humillar aún más a Nozel y a este con un aura tan deprimente le era extraño, incluso su típico olor a roble era un poco más amargo que en otras ocasiones.

Son saberlo los tres hermanos estaban en la misma situación con sus omegas y tendrían que ayudarse mutuamente para poder ser aceptados por el alfa de la manada de estos.

Problemas Amorosos De Los Toros Negros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora