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Nozel se preparaba para entregar su lote, había citado a Vanessa a la casa principal con la esperanza que el lote fuera suficiente, sabía que la bruja no era una interesada, sabía lo firme que era al momento de cuidar de los suyos, así que esperaba que lo que le daría le gustará.

-Mi señor, lo buscan - hablo el ama de llaves.

-Quien es?-

-La bru... La señorita Enoteca - se corrigió ante la fría mirada de su amo.

-Dile que pase -

Después de que el ama de llaves se fue pasaron menos de dos minutos para que Vanessa entrara y tomara asiento frente al escritorio del alfa.

-Me ha citado, se puede saber para que?-

-Quiero entregar mi lote -

-Oh, eso... Creí que había perdido el interés -

-Lo deje muy claro, eres mi destino y por eso quiero tú aprobación y la de toda tu manada -

-Por favor, ya pare con esto... Ambos sabemos que no funcionará, todos en el reino hablan de esto y es molesto -

-Si te molesta enviaré a mi orden para que los silencien -

-No... Por que razón ahora se empeñan en esto? -

-Eh? N-No entiendo -

-No quiero lote alguno, quiero que le pida perdón a Noelle - la firmeza de Vanessa demostró que no daría un paso atrás.

-...-

-Si no puede hacerlo, si no acepta todo el daño que le causó a una niña inocente... No puedo aceptar a un alfa así, lo siento -

-Por qué te importa tanto - gruñó Nozel con impotencia.

-Por qué es mi hermanita, tienes idea de cómo llego a nosotros? Lo destrozada que estaba?... Cuando su magia se descontroló, la mirada llena de miedo a que la rechazaramos... Las noches en las que hemos tenido que consolarla por las constantes pesadillas donde tú y tus hermanos son los protagonistas, dañaron a Noelle durante años y no se dignaron a pedirle una disculpa - Vanessa estaba furiosa, habían escuchado como los miembros de la orden de las águilas plateadas hablaban mal de Noelle y ninguno de los hermanos Silva había dicho nada para impedirlo, Finral, Magna, Zora y ella estaban furiosos y se negaban a aceptar a los Silva si no se disculpaban con Noelle.

-¡Noelle no tiene nada que ver en esto! -

-¡Si así tratas a tú hermana menor, como trataras a mis hijos si no son suficiente para ti!-

-Vanessa... Jamás lo haría -

-Pero lo hiciste con ella... Si muero durante el parto, culparías a mi bebé... No puedo, no puedo verlo de otra manera, fueron injustos con ella y lo serán siempre con los demás - tomo su sombrero y se fue, sabía que no debía haber dicho eso, ya que demostraba que por un momento había aceptado al alfa.

Nozel se quedó solo en su oficina, sabía que todo lo que dijo la bruja era verdad, había sido un terrible jefe de familia y pudo haber demostrado más emociones a su hermana menor, pero no lo hizo y ahora le estaba jugando en contra, pero no le importaba si tenía que pedirle perdón a Noelle de rodillas, Vanessa sería suya y jamás se permitiría perderla.

Vanessa sabía que sufriría durante un tiempo por haber rechazado a su alfa destinado, pero no pondría en peligro la seguridad de Noelle y su manada solo por un alfa, había dejado que el alfa conociera todos sus temores y habían más que pruebas suficientes para saber que él no era un buen alfa, pondría a todos por encima de ella y sus cachorros y eso jamás volvería a pasar, no volvería a ser enjaulada, ni encerrada.

Finral había sido citado por Langris a las afueras del reino, en un pequeño pueblo, al principio había decidió no ir, pero al recibir una amenaza de reclamarlo como su Omega y quitarle a su cachorro lo había hecho abrir un portal y caminar hasta la cima de la colina donde su hermano lo esperaba.

-Al fin llegas -

-Hola -

-Sientate - señala el mantel de picnic.

-Parar que me trajiste aquí?-

-Ya lo sabes... Serás mío a las buenas o a las malas -

-Langris, de verdad, por toda la compasión que tengas en tu corazón, déjame en paz - suplicó Finral.

-Quiero hacer esto por las buenas, no me obliges a reclamarte -

Finral se tenso y se alejó unos pasos al escuchar la voz alfa de Langris, tenía miedo, mucho miedo de que volviera a ocurrir y en un desesperado intento por alejarse del alfa abrió un portal, pero fue cerrado por la magia de Langris.

-No huirás, ya me cansé de tratarte bien y por lo que veo solo entiendes a golpes -

-Por favor, no me lastimes... Por favor, te lo suplico -

Finral se hizo bolita en el suelo sollozando, todo lo que pasó "esa" noche volvía a su cabeza y lo hacía estremecer, quiera al alfa lo más lejos posible y durante años se había esforzado para mantenerse al margen de él, pero ahora lo tenía nuevamente a su disposición y lo lastimaría otra vez.

Problemas Amorosos De Los Toros Negros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora