En la zona más periférica de Londres Muggle, se encontraba la modesta residencia de los Lupin. La casa era la clásica vivienda suburbana hecha de ladrillos, adosada a otras viviendas con la misma fachada, y de no ser por ciertos detalles, se vería como una más del suburbio.
A diferencia de las demás viviendas, esta tenía la puerta principal pintada de amarillo brillante, y frente a la entrada del garaje, estacionado de forma desafiante, se encontraba un Fiat 500 del año 1959. Al cual Remus lo había apodado como:"La Reliquia más buscada"; en cambio, Nymphadora lo llamaba: "Ese viejo cacharro rojo".
Para tristeza de Remus ya no podía conducirlo: él había perdido la vista durante la Batalla de Hogwarts en 1998.
Pero a pesar de estar ciego podía valerse por sí mismo. Por supuesto que había cosas en las que requería ayuda y su hijo, Teddy, siempre estaba dispuesto a asistirle a su padre.
Remus no recordaba mucho de aquel día funesto en el que se quedó atrapado en la oscuridad, o quizá prefería no hacerlo...
Las pocas imágenes que sobrevivían nítidas en su mente eran el sonriente rostro de una Hermione adolescente; la carita regordeta de Teddy al nacer, con sus escasos cabellos en una permanente mutación de color; mientras que los rostros de los demás, solo eran manchas difuminadas en su memoria.
La última imagen que sus ojos registraron, fue el tensionado rostro de Antonin Dolohov, con quién mantuvo un duelo. Y en pleno combate, una luz potente como un relámpago golpeó a Remus, dejándolo inconciente. Dos días después, despertó en el hospital de San Mungo:
Remus entró en una asfixiante desesperación al ver oscuridad a pesar de tener los ojos abiertos. Quiso levantarse de la cama, pero lo único que consiguió fue darse un buen porrazo contra el suelo. Tirado en el piso, gritó groserías y maldijo su vida. Entonces los primeros ruidos que se convirtieron en representaciones mentales, fueron los pasos de Nymphadora y Bill Weasley, ingresando en la habitación. Ambos quisieron ayudarlo, pero Remus los apartó con violencia y les faltó el respeto como si ellos hubiesen sido los culpables de su pérdida.
Tras escuchar los gritos que profería el paciente Lupin, dos medimagos entraron en la habitación. Con dificultad redujeron al licántropo y posteriormente, lo sedaron.
Sosegado por efecto de las pociónes, no le quedó más remedio que escuchar la explicación de su esposa, de que mientras él se batía a duelo contra Dolohov, recibió un ataque por la espalda de parte de Bellatrix Lestrange. Dejándolo ciego para el resto de su vida.
Su estadía en San Mungo no duró más de una semana. En cambio, el dolor de saber que lo que alguna vez tuvo, ya no lo tendría jamás, se prolongó por cinco años que coincidieron con los primeros años de la infancia de Teddy.
En ese período de tiempo, Remus atravesó por casi todas las Fases del Duelo:
Primero cayó en la Negación: intentaba autoconvencerse de que él no padecía ceguera, sino que había una trivial desconexión entre sus ojos y el cerebro. Ya pasaría; su cerebro y fibras nerviosas se reconectarían, para regalarle el más bello de los lumos.
Desde luego, no fue así...
Entonces llegó la etapa de la Ira:
Se había vuelto un hombre malhumorado, camorrero y muy grosero. Tal era su mal genio, que algunos magos difundieron el chiste macabro de que el espíritu del difunto Severus Snape lo había poseído y hablaba a través de él.
Teddy, que por aquel momento había empezado a decir sus primeras palabras y siempre había tenido a su padre como un modelo a seguir, aprendió a decir cosas irreproducibles a una muy tierna edad y también a dirigirse a sus mayores con la misma "elocuencia" de su padre.
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Infidelidad
RomantikEl deseo no cumplido de ser amada; y el fuego de una pasión que él jamás supo extinguir, fueron el origen de su relación prohibida. Relación que marcará un punto de inflexión en la vida de ambos...