ARATA Y MOROHA

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Encima de las grandes y esponjosas nubes la sombra de una ave vuela sobre ellos siendo montado por arata y moroha que seguían volando hasta llegar a un terreno rocoso y seco, con los ojos bien atentos con la mirada abajo buscando alguna pista de la albina o cualquier fenómeno que los conduciría a su hermana y amiga.

Moroha: todavía no hay indicios – comento

Arata: esa cosa no pudo llevársela lejos, debe estar en alguna parte – dijo todavía con la mirada en tierra

Moroha: solo veo puras rocas... tardaríamos demasiado en poder explorar este lugar

Arata: tienes razón en eso, pero no pienso rendirme, mi hermana puede estar en peligro

Moroha: oh! ¡mira! – señala abajo

Arata: ¿Qué? yo no veo nada

Moroha: mejor aterriza – mira a su amigo

EL joven obedece y aterrizan a tierra, moroha se baja del fénix y corre hacia una pequeña rama seca donde había pequeñas muestras de cabello blanco enredado

Moroha: mira – le muestra la rama

Arata: entonces eso significa que mi hermana estuvo aquí – medio aliviado medio preocupado

Moroha: olfatea – su olor está muy leve... ella abandono este lugar hace tiempo

Arata: ¿puedes seguir el rastro?

Moroha: por supuesto que sí – dijo con orgullo – soy del clan inu ¿recuerdas? nosotros tenemos un excelente olfato

Arata: bien – sonríe genuinamente – ahora tienes el control de esta búsqueda

Moroha: gracias – sintiéndose alagada - ¡andando!

Arata: ¡aa!

Ambos siguen adelante sin percatarse que una serpiente los observaba desde un pequeño agujero casi cerca de la escena posteriormente esta los sigue con el mejor de los sigilos no sin antes de decirle a una de sus compañeros avisarle a su señor del paradero de esos chicos.

Por otro lado en el bosque oscuro inuyasha, miroku e issac seguían buscando alguna pista de isamu

Miroku: ¿falta mucho? – pregunto con voz cansada después de varias horas de caminar

Inuyasha: deja de quejarte, miroku, si antes no te quejabas tanto - mirando mal al monje

Miroku: exacto, porque en ese entonces era más joven y con energías, y ahora como puedes ver tengo ya estoy cerca cuarenta años

Inuyasha: que chillones son ustedes – dijo en un murmuro

Miroku: puede que seas un hanyo, inuysha... pero algún día estarás en mi posición y te acordaras de mi

Inuyasha: como si ese "día" llegara

Issac: ya basta, mejor descansemos un poco

Inuyasha: ¡je! – cruza de brazos

Miroku: ah recuerdo cuando éramos unos jóvenes exploradores – dijo con una sonrisa nostálgica – es increíble que el tiempo se fuera tan rápido

Inuyasha: éramos aventureros solo para poder derrotar a naraku no era por otra razón

Miroku: te veo muy distraído issac... ¿pasa algo? – mira al castaño

Issac: no es nada

Miroku: puede que no nos conocimos lo suficiente, pero reconozco cuando una persona miente... y tú no eres bueno mintiendo

HANYO NO YASHAHIME Y LOS HIJOS DEL EQUINOCCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora