INU Y FÉNIX

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En lo alto del enorme cielo azul cuatro aves de fuego volaban sobre las nubes para no ser vistos por la raza humana debajo de ellos, en la altura se encontraba Akira y encima estaba Aquila, a su lado derecho se encontraba Rayden y encima estaba Katsumi, a lado izquierdo del fénix rojo estaba Rayan y encima se encontraba Nagisa y a lado de ellos estaba Uryū y encima estaba kikyo la actual reina de la luz.

Todo el grupo estaba buscando a yamata y a la vez localizar al hijo de asanoha. Lejos de ellos akemi y sus dos compañeros tomaron casi el mismo rumbo que los otros.

Hisui: no está – dijo preocupado y serio

Setsuna: olfatea – ni siquiera puedo detectar su olor en estos lugares

Akemi: tch

Setsuna: mejor tomemos un descanso

Akemi: ie, necesito encontrar a mi hermana no quiero que nada malo le suceda

Setsuna: akemi – susurro preocupada

Hisui: Setsuna tiene razón, la frustración no ayudara en nada, quizás si vamos a tierra firme posiblemente veamos una pista de ella y así encontrarla más rápido.

Akemi: ah – suspira rendido – bien

Le ordena mentalmente a su fénix y aterrizan tierra firme

Hisui: espero que moroha y arata tengan más suerte que nosotros

Akemi: deseo profundamente lo mismo – miro el sol – aprovechemos lo mejor que podamos. Mis padres vendrán en la noche, si no estamos todos no me imagino lo que sucederá después – los tres caminan hacia adelante

Setsuna: si, te entendemos. Ya vimos lo que lady kikyo es capaz de hacer

Hisui: aun tengo pesadillas – recordó la vez que vio a kikyo enojarse

Akemi: (¿Dónde estarás, allison?) - pensó frustrado y angustiado

En la aldea

Kaede: ¿nani? ¿Cómo es que te vas? – pregunto mirando a asanoha con desconcierto

Asanoha: siento mucho las molestias, kaede-sama – se inclina respetuosamente – se que el motivo de mi presencia fue inesperada y pronta. Pero necesito confirmar algo, es por ello que tengo que partir

Kaede: ¿y por eso ustedes van a ir? – mira inquisitivamente a kagome y a sango

Sango: aa

Kagome: le prometí a kikyo que cuidaría de asanoha hasta que ella llegará o que yamata no de mas problemas

Kaede: ya veo – sus rasgos se suavizan – pero aun me niego esta idea

Asanoha: por favor – suplico – solo quiero comprobar algo. Tan pronto cuando termine con mi misión volveré aquí, lo prometo – dijo con sinceridad

La sacerdotisa mayor la mira por unos breves segundos para luego soltar un suspiro

Kaede: muy bien. Pero por favor... vuelvan sanas y salvas

Una pequeña sonrisa genuina aparece en los rasgos de asanoha y con la mayor confianza se acerca a ella para darle una abrazo que sorprende a la sacerdotisa pero le corresponde el gesto.

Kaede: cuídate mi niña – le dice tras separarse del abrazo

Asanoha: lo hare

Kagome: si inuyasha y miroku vuelven dígales que nosotras fuimos a las montañas del norte

HANYO NO YASHAHIME Y LOS HIJOS DEL EQUINOCCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora