¿NUEVAS RIVALES?

55 7 269
                                    

Entre los densos arboles una explosión se escucho y con ella una nube de polvo. Pero cuando el polvo se disperso un gran cien pies de color morado en la parte superior y amarillo en la parte inferior con sus ojos rojizos, se lanza contra el hanyo mayor tras a ver logrado cazar un jabalí.

Inuyasha: ¡viento cortante! – energías salen disparadas pero su técnica solo causa algunos rasguños en su cuerpo - ¡heh! Eso no te va ayudar por siempre

Estaba listo para lanzar otras de sus técnicas pero el joven castaño se le adelanta y con la ayuda de su lanza invoca una de las técnicas especiales

Arata: ¡Garras ardientes del Fénix! – el ave de llamas se lanza contra el insecto y con sus afiladas garras logra darle un perfecto corte e incendiarlo

Al sentir esto el cien pies chilla de dolor

Arata: ¡siiiii! ¡Lo hice! – canto victoria

Inuyasha: aun no está vivo, no cantes victoria todavía – preparándose para atacar

Arata: pero no por mucho tiempo – sonrió con picardía

Inuyasha: ¿y porque sonríes de esa forma? – cada día sorprendiéndose y asustándose del chico

Moroha: ¡prepárense! – anuncio con una sonrisa confiada y tensando su arco - ¡heh! Pensaste que podrías contra nosotros que tonto ¡Flecha Purificadora! – dispara y la luz lo purifica - ¡wohoooooooooo! ¡lo hice!

Arata: estuviste genial, moroha – se cerca a ella

Moroha/arata: ¡yei! – choquen cinco

Inuyasha: bien – los separa – vámonos antes de que sea haga tarde – dijo un poco molesto

Arata: genial, me muero de hambre – golpea su estomago

Moroha: comeremos como reyes jejeje

Cuando el pequeño grupo se dio la vuelta el jabalí que cazaron ya no estaba

Arata: ¿eh?

Moroha: ¡¿huh?! No me digan que unos forasteros lo robaron mientras estábamos peleando – molesta

Inuyasha: snif snif no se fue tan lejos – serio – aun podemos alcanzarlo ¡vamos!

Los dos asienten y siguen al mayor que los guiaba casi a la salida del bosque, inuyasha estaba preparando sus garras para aniquilar a cualquiera que se robo su comida cuando vio a totosai cocinando el jabalí en la fogata que preparo 

Totosai: no hay nada mejor que disfrutar de una deliciosa carne – dijo mientras su buey estaba descansando

Inuyasha: ¡totosai! – sale de su escondite con una cara de pocos amigos y moroha y arata se asoman

Totosai: oh! Si es el amo inuyasha – dijo sorprendido - ¿Cuánto tiem...? – pero recibe un golpe en la cabeza por parte del hanyo provocando un chichón

Inuyasha: ¿acaso no te enseñaron que no debes robarle a nada al semejante?

Totosai: ¿acaso nadie te enseño que debes respetar a los mayores? – contraataco

Moroha: ¡TU! – lo señala con unas expresión molesta

Totosai: oh! Pero si es la señorita moroh... - recibe un golpe en la cabeza por segunda vez – de tal palo tal astilla - murmuro

HANYO NO YASHAHIME Y LOS HIJOS DEL EQUINOCCIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora