- ESCENA DOS -

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| Narra Pat:

"¿Cuáles gachas de arroz? No las compré. Esta mañana dijiste que querías ensalada de fideos de cristal picantes, así que los compré para prepararlos después de clases para ti. Pero volviste muy tarde y la ensalada se humedeció demasiado. No contestabas el teléfono y luego llegaste con la cara golpeada ¿Y ahora me estás pidiendo que compre gachas para ti porque te duele la boca? ¿Una escoria como tú tiene derecho a hacer tal solicitud?"

Aquí tenemos un apartamento cerca de la universidad con dos pequeñas habitaciones, un baño, un área compartida y un cuarto de refrigeración. Lo llamo cuarto de refrigeración porque el área está lejos de ser del tamaño de una cocina. Ahora Pa, mi preciada hermana, está sermoneándome por el mismo viejo tema. Escucharla gritar se volvió una rutina.
En serio, despierto, desayuno, estudio, tengo una pelea, vengo a casa a ser regañado, luego voy a dormir, despierto y otra vez termino mi día con su sermón. Nunca aprendo la lección. Si Pran y su pandilla me ven parado humildemente con mis manos cruzadas al frente cómo ahora, me molestarán hasta mis 10 vidas siguientes.
Aún así, hablo entre dientes y trato de excusar mi culpabilidad a mi persistente hermana.

"Yo no empecé esta vez, Pa." Dije con voz sórdida. Discutir con una mujer es peligroso, pelearse gradualmente es más seguro.  "Pran fue"

"¿Hubo alguna vez qué no fueras tú quién iniciara una pelea, Pat?"

"En serio, estaba estudiando cuando Korn vino hacia mí y me dijo que Pran llevó a toda su pandilla para golpearlos."

"Deja de actuar cómo si no lo supieras Pat. Tu amigo debió de haber empezado"

"Whoa, ¿eres mi hermana o la de Pran?" Me quejé petulantemente. En este mundo solo me rindo ante Pa. Esta chica tres años más joven que yo, que solía ser una bebé gateando detrás de mí, ahora está mirándome y poniéndose del lado de mi enemigo.

Al final, Pa volvió a su habitación. La puerta de madera pintada de blanco fue dejada abierta. La seguí en silencio. Incluso es fácil que se moleste con el sonido de mis pasos.

"Espera en la cama", ordenó Pa con firmeza. Movió una silla al frente de un estante absurdamente alto y trepó en él para tomar el kit de primeros auxilios de color oscuro guardado en la última repisa. Todavía enojada, estrelló la caja en un cojín, haciendo que me sobresaltara.
Tengo miedo de que me regañe de nuevo.

"¿Cuándo van a dejar de pelear? ¿Y cómo está Pran?"

"Ese mocoso obtuvo una patada en el trasero. ¿Qué opinas? Deberías de estar orgullosa de tener un hermano como yo ¡Ouch! ¿Por qué fue ese golpe?"

"Deja de estar tan orgulloso de ser un delincuente. Ni siquiera es genial ¿Crees que a las mujeres les gusta o qué?"

"Genial o no, soy un chico popular. ¿Podrías dejar de regañarme? Eres peor que Mamá."

"Eso es porque Mamá nunca te regaña" Mi hermana pequeña busca ungüentos y otros materiales a tientas: Mercurocromo, bálsamos, analgésicos, vendajes y gasas.

"No nos quedan más bolas de algodón"

"¿Qué? Acabamos de comprarlas al inicio de este mes"

"¿Quién te dijo que te metieras en una pelea todos los días? Tus suplementos médicos cuestan más que mis tampones."

"Estás exagerando."

"No me hagas alimentarte con esas cuentas. Llenarán tu estómago." Pa puso todo devuelta en la caja, cerró la tapa y la guardó. "Pídele a Pran que trate tus heridas"

Que todo sea detrás de escenas [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora