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Manjiro Sano se encontraba sentado en su sillón mientras en sus manos tenía unos papeles importantes para él, no sé trataba nada de su trabajo si no algo más importante a los ojos de aquel padre y es que se trataban de los exámenes de sus hijos. Kai se encontraba en la mesa terminando la tarea que les habían dejado, mientras que ___ tenía una mirada de pocos amigos mientras se encontraba viendo la televisión sintiendo la presencia de su padre detras de ella, no sé había movido ni un solo centímetro pues le es completamente fiel al lema de "Si no me muevo, no me ve".
—Oye ___.—Manjiro ya se encontraba detrás de su hija.—.
—Lo siento papá, estoy viendo la televisión, no estoy para nadie.—estaba sudando frío sin despegar la vista.—.
—¿Que es esto?—puso el examen de su hija en su cara.—.
—Una hoja que no me deja ver la televisión.
El albino no le gusto la respuesta de su hija por lo que le apagó la televisión y se la llevo arrastrando a dónde se encontraba su hermano para que también se pusiera a hacer la tarea.
—Reprobaste los exámenes, ni pienses que te haré pasar sobornando o amenazando a la escuela.
—¡Vive y deja vivir papá! ¿¡Quién necesita estudiar cuando mi futuro es ser dueña cuando tú te retires!?
—¿¡Quién te dijo eso!?—levanto a su hija del cuello de su blusa para que quedaran a la misma altura.—.
—¡El tío Baji! Me dijo que ese era mi destino.
El adulto solo rodó los ojos con fastidio, ya le estaban llenando de cosas sin sentido a su hija, él en su juventud no fue bueno en la escuela y no quería que sus hijos les pasara lo mismo. Ahora veía que ___ es igual a él en muchos sentidos, la dejo sentada en la mesa al lado de su hermano.
—Como Kai no puede controlarle, le diré a Sanzu que los cuide.
—¡Me cae muy bien el cara de payaso!—a ___ se le iluminaron los ojos.—.
—Mejor no, no confío en esos ojos llenos de esperanza.—Mikey se encontraba buscando el número de otra persona.—Tal vez a los hermanos Haitani.
—No papá, ellos me dan mucho miedo, siempre que me explicaban algo lo hacían dando ejemplos de las personas que han matado.—Kai le daba escalofríos de solo recordarlo.—.
Por un momento a Manjiro se le había olvidado que la gente que estaba a su lado ya no eran personas normales que podían cuidar niños, la única persona capacitada para eso, es su hermana Emma quien se encuentra de vacaciones con unas amigas suyas así que está completamente perdido, no sabía a quién pedirle ayuda.
—¿Por qué no nos enseñas tú, papá?—Kai le emocionaba la idea.—.
