𝘌𝘴 𝘮𝘪𝘰

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Las llamadas hacia la mansión no paraban de llegar y no es como si fuera para hacer un trabajo o algo por el estilo, nada de eso pues se trataban de llamadas de la escuela ya que se estaban quejando de la conducta de ___ quien ya había golpeado a ...

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Las llamadas hacia la mansión no paraban de llegar y no es como si fuera para hacer un trabajo o algo por el estilo, nada de eso pues se trataban de llamadas de la escuela ya que se estaban quejando de la conducta de ___ quien ya había golpeado a la mayoría de los estudiantes pero a palabras de ella era porque siempre iban a buscarle pelea algo que los maestros no le creían pues eran todos contra ella y quién tenía la razón era la infante, es aquí cuando la democracia no resultaba para bien.

Ahora mismo Emma se encontraba curando la mejilla de la niña pues a pesar de estar entrenando día con día aún habían niños más fuertes que ella por lo que ilesa no salía de aquellas peleas. Shinichiro estaba de brazos cruzados mirando atentamente a su sobrina mientras tenía una vena remarcada en la frente, no le gustaba para nada el comportamiento que estaba teniendo pues se parecía a sus dos hermanos de niños y no quería que ___ fuera por ese mismo camino.

—No puedes estar peleando siempre ___, Mikey ahora mismo está en la escuela hablando de lo que pasara contigo.—Emma le puso una bandita en el puente de su nariz.—.

—Ademas Manjiro está muy ocupado para que le ocasiones problemas.—Shinichiro si que estaba molesto.—No debes mostrar que eres fuerte o no al menos de esa forma.

—¡No tengo opción! Siempre me buscan para pelear conmigo, tengo que defenderme.—___ siempre les decía lo mismo.—.

—Siempre dices eso y si es verdad ¿Por qué no vas y le dices a un profesor?—el mayor de los Sano no le creía nada.—.

Emma le dió un leve golpe a su hermano, estaba siendo demasiado severo con la niña pero sabia que tenía razón, aún así no le gustaba para nada el como la estaba confrontando, la estaba haciendo sentir culpable.

—¡Porque yo no soy ninguna cobarde!—sus ojitos se llenaron de lágrimas.—¡Haruchiyo me lo dice siempre que entreno!

—Asi que todo es culpa de Sanzu.—aparecio Izana de la nada viendo todo.—No se sorprende, ama con locura a ___.

—Siempre me entrena, me apoya y me elogia ¡No como ustedes que siempre me regañan!—les grito a sus tíos.—.

—¡Pero lo hace por las cosas incorrectas! Acciones que Mikey y nosotros debemos corregir.—ahora había sido Emma la que levanto la voz.—.

La rubia se sintió culpable al instante por lo que hizo, iba a disculparse con la niña pero ella solo les saco la lengua mientras sus lágrimas bajaban por sus mejillas, se sentía regañada. Se fue corriendo de ahí, lo más seguro fue a buscar consuelo con Sanzu quien como ella había dicho era él único que la elogiaba por acciones que no debían serlo.

Mikey apareció y tenía tomado de la mano a Kai, el niño estaba tranquilamente en su salón cuando Manjiro apareció por él para llevarselo a la casa, los demás hermanos vieron como Mikey tenía una mirada fría, alguien lo había hecho enojar.

" PATERNIDAD ─── tokyo revengers x fem!reader " Donde viven las historias. Descúbrelo ahora