Un día en una clase de finanzas y Martha durmiendo a un lado, siento una mirada y me digo a mi misma que es mi imaginación como siempre, pero esta sigue y no me deja concentrar, volteo y cruzo miradas con Francisco el chico inteligente, el típico guapo pero inteligente, me esta observando y no piensa quitar su mirada así que vuelvo a mirar mi cuaderno y todo deja de escucharse a mi alrededor seguro tengo, algo en mi cara un moco quizás, pintura, o es mi cuerpo subí de peso últimamente pienso, me toco el cabello y el pecho me duele y empiezo a ventilar, ¿por que me miraba? ¿Qué tengo?, salgo casi corriendo al baño y me veo al espejo allí esta una persona con ojeras sin nada en la cara, con el cabello un poco desacomodado pero nada fuera de lugar y me tranquilizo al recordar que me siento aun lado de la puerta seguro el estaba viendo a alguien mas; me siento tonta y estúpida de nuevo pero mas tranquila.
Al llegar al salón esta Héctor junto con Martha que hace sus típicos chistes a mi persona y lo ignoro no quiero escucharlo y Martha me habla.
— Saliste muy rápido me despertaste.
— Seguro es algo que comió, come de todo no me sorprende — dijo Héctor
lo ignore y no respondí ellos siguieron con su platica y todo siguió como siempre, ese día acaba con que al día siguiente tendríamos una explosión; todos se podían de acuerdo y yo solo pensaba como debería tranquilizarme para hacerlo bien y que mis compañeros no se burlaran mas de mi.
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Mi soledad
AcakLa vida es tan difícil... La soledad es algo bueno o malo. Existen dos posibilidades: o estamos solos en el Universo o no lo estamos. Ambas son igualmente terroríficas. Arthur C. Clarke