Mi soledad

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Al llegar al salón todos me ven y evito su mirada , me siento y algunas personas me preguntan si estoy enferma, gracias a Martha se van cuando inventa una excusa y le agradezco insiste que tengo que ir a la cita pero me niego, yo se lo que tengo, se como me siento y contárselo a alguien mas no puedo, contar como fue mi infancia y adolescencia me duele y no quiero eso no quiero contarlo quiero olvidarlo, quiero ocultarlo.

En toda la clase siento muchas miradas que pesan y salgo un rato a calmarme al baño, donde siempre acudo pero ahora es diferente por que aunque me lave la cara lo que siento en mi estomago sigue y corro al retrete entro y saco todo, me duele la cabeza y no quiero regresar al salón me limpio la boca, salgo algunas personas que estaban afuera me ven y salgo, camino mirando el suelo hasta que choco con una persona Francisco

— Hola ¿Cómo estas?, no te ves bien, estas un poco pálida.

No quiero sonar grosera pero las palabras no me salen, se esta preocupando por mi o solo es morbo.

— Hola todo bien— digo y lo dejo allí sin esperar respuestas

Me detiene y me dice que hará una fiesta que Martha va a ir que tengo que estar allí si o si que me espera me sonríe y ahora soy yo la que se queda en el pasillo sin poder decir una respuesta.

Todo el salón estaba invita y era la fiesta mas esperaba de la semana, Martha me insistió en ir, acepte y me di cuenta que seria la primera fiesta a la que asistiría y sabia que iba a ver alcohol, musica fuerte y descontrol cosa que hacia que la cabeza ya me doliera de solo pensar.

Ese día me la pase en casa de Martha me ayudó a escoger una ropa apropiada ya que no tenia idea de que ponerme, llegamos y todo era nuevo para mi en menos de 30 minutos ya estaba sola y Martha ya estaba en la pista bailando o al menos eso fue lo ultimo que supe de ella, pero no me sentia tan mal estaba sola y mis pensamiento fluían libremente, no me sentía mal al contrario, me sentí bien hasta cierto punto libre... no sentía miradas todos estaban en lo suyo la musica no estaba mal y el ambiente era agradable. 

Por fin me sentía una chica de casi 23 años que salía con sus amigas a pasar el fin de semana, me moví entre la gente llegando a un lugar apartado de todo ya estaba mareada ya que me tome 2 o 3 vasos de cerveza, me senté en el sillón cerré los ojos no se cuanto paso 15 o 20 minutos cuando me despertó una voz era la de Francisco.

— Te gusta la fiesta me esforcé para que fuera la mejor ya necesitábamos un descanso no, las clases de Finanzas son las peores no?

— si son difíciles.

— eso creo, oye no se, como lo tomes pero yo siempre te vi y tuve un poco de lastima por ti 

Terminó de decir y todo en mi tembló, el estaba hablando conmigo, sentía lastima por mi, eso no sonaba bien me levante enojaba, esta era su casa pero no tenia derecho a decir eso y cuando por fin me sentía bien, por fin sentía que tenia 23 años y llegaba con eso no quería aguantar mas eso ya era mucho aguantando burlas en la escuela para también en las fiestas, camine buscando la salida pero su mano tomo la mía, me solté de su agarre y lo mire con enojo.

—Lo siento no quería decir lo así, si me siento mal por ti pero no de  esa forma, no te tengo lástima yo se lo que se siente tener nervios y estar ansiosa por que las clases terminen, contar las horas y esperar para salir corriendo e ir a mi casa, a mi cuarto y estar en la cama acostado yo se que es la depresión y me siento mal por no ayudarte de dejar que todo avanzará no quiero que dejes todo con ella lo hizo.

— No se de que hablas, cállate tu no sabes nada, no vengas con que ahora sabes lo que siento por que es mentira, nadie sabe como me siento , nadie ve mas allá de si mismo y solo si algo les afecta solo así se  dan cuenta pero yo no te conozco yo no te afecto déjame de fastidiar.

Lo dije aunque el nunca me molesto, ahora podía decir algo y no solo escribirlo; mis lagrimas salieron y llore, por primera vez lloraba enfrente de alguien que no era mi madre, lloraba y no escuchaba un cállate, por primera vez estaba hablando con alguien sin fingir, sin sonreír forzadamente.

Me abrazo y de nuevo por primera vez, este abrazo se sentía real, sentía el calor de sus brazos no se cuando mis piernas fallaron pero ya estábamos en el sillón, el sosteniéndome y nuevamente por primera vez  alguien me sostenía en sus brazos sin dejar que cayera la frio piso, mi cuerpo temblaba sin saber como reaccionar todo era nuevo y sonidos salían de mi boca por fin el nudo de mi garganta se desasía, salía eran sonido inentendibles, para los oídos ,pero yo decía gracias, le daba gracias al Dios, al destino a cualquiera ser que interfiera en mi vida, gracias por no estar sola y llorar con alguien por primera vez sin ser juzgada sin ser vista como una persona rara. Aun en sus brazos el empezó hablar con una voz sin fuerza y con rastros de haber llorado conmigo.

—Fue hace mucho, mi mejor amiga... no solo eso también era el amor de mi vida dejo este mundo, se suicido dejando una nota diciendo que no lo sentía pero que ya no quería vivir así, me culpe a mi mismo de todo y me deprimí por eso perdí dos años de mi vida, sin hacer nada , estar solo en mi cama poco a poco  me recupere, cuando me di cuenta que estaba haciendo lo que ella hizo antes de quitarse la vida, la odie , la culpe por abandonarme y me hizo pensar que mi amor no era suficiente para sanarla, pensé que si todo lo que vivimos no le importa, mi odio por ella crecía por dejarme, pero luego pensé y dije que si ella no valorara lo que vivimos se hubiera quitado la vida antes volví a ver su nota y decía que aguanto por mi, por que era un rayo de luz para ella , quiero pensar que esta en un lugar mejor , donde no hay dolor, no hay abusos, donde no vivió lo malo de este mundo.

Acabo de hablar, me soltó para limpiarse las lagrimas y entendí un poco el entendía mi sufrimiento, no por haber vivido lo mismo si no por estar en esa soledad que te come, que aunque lo escondas tus ojos lo demuestran, tu  cuerpo da las señales y allí entendí que mi soledad no solo era mía, que todos tenemos una soledad que nos sigue que nos atormenta, que si dejamos que siga nos va a comer y nunca vamos a salir de ella hasta que dejemos de respirar, haciendo que por nuestra decisión valiente y egoísta al mismo tiempo, valiente por decidir acabar con todo, por hacer lo que pocos hacen pero egoísta por que no pensamos en los que están con nosotros y no querer luchar dejamos de hacerlo y solo pensamos en nosotros.    

Solo a veces lo veo de lejos y el me dedica una sonrisa, cuando voy con el psicólogo lo recuerdo y pienso que gracias a el no me rendí y ahora puedo vivir una vida más tranquila, pienso en todo lo malo pero ya no esta la presión en mi pecho, en mi alma en mi vida, me ayudo con solo un abrazo y luego se fue; fue mas difícil enfrentar a mi madre la persona que me hizo estar en soledad por que aunque estaba con ella, aunque tenia una familia me sentía realmente sola.
 

FIN

¿Por qué escribo? No es que quiera que las personas piensen que soy inteligente, ni siquiera que piensen que soy buen escritor. Escribo porque quiero acabar con mi soledad