-Tercera Persona-
-Ahora no hay tiempo de hacer más preguntas Mei, vamos, tu amada te está esperando-
Priya no dejaba hablar un segundo más a la pelirroja, tomándola de la manga del suéter verde que servía como su encubierto, era lo mejor, ambas sabían que no podían perder más tiempo sobre todo ante una situación tan crítica como en la que se encontraban.
Al escuchar esas palabras salir de los labios de Priya, Mei no podría evitar sentir su corazón palpitar con más fuerza que nunca, toda esa situación era tan aterradora, llena de nervios, de temor por lo que fuese a ocurrir si fuesen halladas, tanto que incluso el estar alejada por un rato de la chica que tenía su amor por completo le hacía sentir un inmenso dolor.
-¿M-Miriam? ¡Por favor dime que ella esta bien, Priya!- Exclamaba la pelirroja alzando la voz pero no lo suficiente para que el nombre de su amada fuese escuchado.
-Deberías de verlo por ti misma...- Priya se limitaba a darles espacio a esa pareja que parecía tan llena de ansias por reencontrarse, y así lo era, ya que en el instante en el que Mei ponía un pie dentro de ese baño público, el mundo de Miriam parecía volver a tomar toda clase de color.
-¡M-Miriam! ¡Mir! ¡Estoy aquí! ¡Vengo por ti!- De los labios de la pelirroja no saldría más ya que enseguida la chica de ojos verdes no perdería un segundo, corriendo y lanzándose a los brazos de su ahora novia, dejando salir un sollozo de alivio.
Ambas se reencontraban por medio de ese agridulce gesto, ese abrazo que las hacía volverse a sumergir en su propio mundo, encerrarse en su propia burbuja que nadie podría romper.
Fue en ese momento que Priya lo podía ver.
Podía ver lo que quizás esas dos chicas ahora pareja no pudieron por tanto tiempo.
En verdad se querían.
Miriam en verdad la quería, a Meilin Lee.
Y es que no se necesitaba de mucho para percatarse de ello, pero parecía que ni las mismas chicas se habrían dado cuenta de ello, hasta ahora.
-¡Mei-Mei! ¡Mi chica panda! ¿Te encuentras bien? ¿Alguien te hizo daño?- Exclamaba Miriam, tomando el rostro de la pelirroja entre sus manos, verificando que nadie hubiese lastimado a su amada, la cual negaba con la cabeza con una sonrisa tierna en sus labios.
-¡Nadie me hizo daño! Estoy bien Mir! ¡Jamás podría haber estado mejor! Tomé tus documentos, además de darme la libertad de traer unos cuantos cambios de ropa y...- Mei dejaba salir una risa juguetona ante la mirada confusa de la castaña, tal gesto le daba ternura.
-¿Y?- Musitaba Miriam sin percatarse de la sorpresa que colgaba de las manos de la pelirroja.
-Bueno...digamos que estando en tu habitación me percaté de que no podríamos irnos tan lejos sin algo esencial para ti, algo que sé que te hará feliz- La mirada de la de ojos verdes se iba lentamente hacía abajo, donde después de romper con el abrazo, ahora había algo que que las dividía.
Su tabla de skateboard.
Los ojos de Miriam se iluminaban, aunque enseguida volverían a humedecerse, dando dos pasos atrás, uno tras otro.
Miraba con cautela ese pedazo de madera frente a ell, entre las manos suaves de su amada.
Y era de tal forma como su mente le hacía recordar aquella memoria.
El como Evan habría sido el primero en enseñarle a patinar, el arte del skateboard.
Un arte que no era para todos.
ESTÁS LEYENDO
Encubierta Por Melodías ~ 💫 Mei x Miriam ~Turning Red~
Romance~Basado en el film, "Turning Red" -...Yo a ti te quiero- La voz temblorosa de Mei en extrañeza ante lo que estaba sucediendo frente a ella le confirmaría una vez más a Miriam su cruda realidad. -...Pero yo...yo a ti te amo...- La desdicha de ese sec...