†34

825 70 10
                                    


Jisung frunció el ceño pero hizo lo que le dijo de todos modos, mientras Minho corrió hacia arriba a las escaleras como un loco. Volvió a bajar unos segundos después, sosteniendo un condón y una botella de lubricante en la mano. Los colocó en el mostrador junto a Jisung.

El corazón de Jisung comenzó a latir más rápido porque esto significaba que probablemente iban a tener relaciones sexuales. Otra vez. En la cocina.

Minho se arrodilló frente a él y rodeó con la boca la polla aún vestida de Jisung durante un par de segundos antes de quitar por completo los calzoncillos.

La erección de Jisung se liberó con fuerza y Minho levantó la vista para encontrarse con sus ojos antes de tomarlo en su boca. Jisung cerró los ojos y dejó caer su cabeza hacia atrás ante la sensación.

—¿Mi boca se siente bien bebé? —Preguntó Minho y Jisung asintió, abriendo los ojos para mirarlo —¿Quieres follarme la boca?

—Sí —Respiró y lentamente comenzó a mover sus caderas hacia adelante hasta que la punta de su polla golpeó la parte posterior de la garganta de Minho repetidamente.

Él aceleró el ritmo una vez que Minho le aseguró que estaba bien, y muy pronto él se estaba corriendo en la garganta de Minho con un gemido, con las manos enredadas en su cabello.

Minho tragó todo y después de unos segundos se levantó. Acunó la barbilla de Jisung, (mucho más suave que como su padre lo hizo hace unas horas), mientras juntaba sus bocas.
Frotó sus lenguas para que Jisung pudiera saborearse a sí mismo con la lengua caliente de Jisung.

—Sabes tan bien.

Jisung tarareó en respuesta y lo ayudó a quitarse la camisa, y luego trabajó en el cinturón. Minho estaba claramente duro en sus pantalones, así que en el momento en que los calzoncillos se fueron, su polla roja chocó con la de Jisung.

—Mira lo bien que se ven nuestras pollas juntas—Minho dijo con voz profunda antes de tomarlos a ambos en su enorme mano y sacudirlos lentamente.

Sus labios se encontraron a medio camino y ni siquiera era un beso, era solo una sucia maraña de lenguas y respiraciones.

Jisung gruñó en protesta cuando Minho soltó sus pollas, pero luego se mordió el labio en el momento en que fue alzado en el mostrador, Minho le separó las piernas para poder pararse entre ellas.

Pasó sus manos por los muslos de Jisung, luego por los costados y finalmente ahuecó su rostro. Inclinó la cabeza de Jisung hacia un lado para poder pegar su boca a su piel.

—¡No me des un chupetón donde la gente pueda ver! —Jisung dijo y trató de alejarlo.

—¿Por qué no? Quiero que la gente vea que a pesar de que rompiste con Jiwoo, alguien todavía tiene derecho sobre ti.

—¿Crees que tú tienes derecho sobre mí? —Jisung cuestionó y Minho asintió todavía en su cuello, chupando la piel.

—¿No?

—No... no lo sé.

Jisung estaba luchando para hablar porque la boca de Minho estaba en su cuello y una de sus manos en su espalda baja, la otra jugueteando en su agujero.

Cuando Minho apartó la cabeza del cuello de Jisung, ya tenía dos dedos dentro, estirando lentamente a Jisung. Tijereteando los dedos como sabía que le gustaba a Jisung.

—O-oh Dios.

Jisung sonrió de lado y supo que había golpeado la próstata de Jisung, y luego sacó los dedos.

—¿Quieres ponerlo? —Minho preguntó después de que sacó el condón de la envoltura.

—Lo intentaré.

Bebé El Cielo Está En Tus Ojos [Minsung] AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora