Y comienza la cuenta regresiva hasta Halloween, Fufufu *w* Seis...
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Sangre. La luna llena que flotaba sobre ella era tan roja como la sangre, y la estrella fugaz que apuntaba hacia su circunferencia era tan brillante que parecía el filo de un arma a punto de rasgarla por la mitad. Después, la pequeña entendió que aquello era otra cosa. Un cometa, uno cuya presencia le decía algo importante a las personas reunidas a su lado en aquel oscuro acantilado.
Todos miraban al cielo, absortos en la belleza de aquel fenómeno sobrenatural, y su sobrecogimiento era tal que parecían que no respiraban. Tal vez así era. Parecían estatuas, hermosas piezas de mármol como las que había visto alguna vez en el cementerio. Solo sus ropajes negros se movían con el viento, y su silencio era tan profundo como el de una tumba. ¿Sería que estaban muertos? Ellie solo perdió esa impresión cuando uno de ellos se adelantó a los demás para levantar el brazo hacia el mágico astro.
—Sanguis cometa —dijo la persona encapuchada con una voz tan dulce que la enterneció—, oculus deae, stella prophetiae. Hinc hac nocte damnatos colligite, te oro ut des votum nostrum —Ella no podía entender lo que decía, pero su tono era tan triste que sintió ganas de llorar. En la mano llevaba un objeto brillante del mismo color que la luna y, sin poder resistir la curiosidad, se acercó a él para ver lo que era—. Redde quod erat, da quod amisimus. ¡A maledicto libera nos! —Tras decir esto, el hechizo empezó. Apenas la última palabra salió de sus labios, una columna de luz cayó desde el cielo hasta la gema que sostenía entre sus dedos. La gente reunida gritó con regocijo, levantaron las manos tratando de recibir algo de la bendición que su líder había convocado... y entonces, el infierno se desató.
—¡Vampiros! —gritó una voz, y fue inmediatamente respondida por el rugir de una horda furiosa que cayó sobre la congregación. Sangre por todas partes. Espadas y estacas abrieron el pecho de las hermosas personas silenciosas, mientras estás se transformaban en monstruos cuyos dientes y garras destrozaban las gargantas de sus enemigos. Ropas finas empapadas de rojo, cabezas de gente volando como si fueran muñecas. Aterrada, la niña retrocedió sin fijarse dónde pisaba hasta que ya no sintió más suelo. Y cayó.
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Mi Pequeño Vampiro - Especial de Halloween 2022
Fiksi Penggemar"Los vampiros no existen". Esa es la frase que la pequeña Elizabeth se debe repetir todas las noches antes de ir a la cama para evitar que las pesadillas la acosen. Sin embargo, no hay manera de huir de ellas. Es víspera de Halloween y, aprovechando...