Todos creían que Smiling era Tong Yao pero ¿Qué pasaría si en realidad, la chica tras la pantalla y teclado, fuera su hermana menor?
Tong Fei está por terminar la universidad, es una chica con problemas familiares que desde adolescente ha soñado con...
--¡Tong Fei! ¡Despierta Tong Fei! ¡Necesito hablar contigo!- toco Yao la puerta varias veces de su hermana antes de entrar a su habitación, se había quedado con ambas pelinegras la noche anterior pues quería recuperar su relación con su hermana sin embargo se sorprendió demasiado cuando encontró la cama vacía
--Fei siempre sale a correr en las mañanas- dijo Jinyang pasando por allí
--¿QUÉ? Tengo que llevarla a la base de ZGDX- se quejó Yao desesperada
--¿Por qué la llevarías ahí?- pregunto Jinyang llevándose su taza de café a los labios
--ZGDX la quiere contratar como jugadora- dijo Yao con un suspiro y una pequeña sonrisa haciendo a la pelinegra abrir los ojos como plato mientras bajaba la taza de su café
--¿QUÉ?- grito Jinyang sorprendida
Tong Fei corría a todo lo que sus cortas piernas le permitían, con sus audífonos puestos y cientos de pensamientos intrusivos que le causaban un terrible dolor en el pecho, lo único que quería era liberarse de ellos... esta vez, con ejercicio en vez de alcohol.
--¡Cuidado!- grito un chico que corría detrás de ella sin embargo Fei iba tan rápido, con la música a un fuerte volumen y con la mirada al frente que no noto el bache en el suelo y por lo que termino tropezando
Él chico trato de sujetar su brazo para evitar que la pelinegra cayera pero, por la velocidad, ambos terminaron cayendo; el pelinegro atrajo el cuerpo de Fei hacia él y coloco una de sus manos en la cabeza de la chica para protegerla mientras daban algunas vueltas llevándose varios golpes y rapones.
--¿Estás bien?- pregunto el, Fei quedo sobre el mirando desconcertada al chico
--¿Tu estas bien?- pregunto Fei, preocupada, al darse cuenta de la posición en la que estaban y sintiendo la mano del chico en su cintura sus mejillas empezaron a quemarle y con algo de torpeza se enderezo tanto como pudo por su rodilla lastimada
--Estás herida- dijo el chico notando el gesto de dolor de la chica y viendo las piernas desnudas de la chica, sus rodillas sangraban así como su codo
--Tú también estas herido- dijo asustada Fei, la mano que el chico había usado para cubrir la cabeza de Fei sangraba, sus nudillos eran... un asco
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--No es nada- dijo el con una sonrisa adorable
--Gracias, de no ser por ti...- empezó a decir Fei, hizo una mueca de dolor viendo su mano, si no fuera por el chico la pelinegra aseguraba que sus manos habrían resultado bastante lastimadas y ella no se podía permitir eso- déjame pagarte el doctor, por favor
--No es nada, en serio- dijo el, tímido
--Por favor, ya me siento muy mal- insistió Fei
--¿Por qué no mejor....? Vamos a esa tienda, tú también estas muy herida ¿Si?- pregunto el con una enorme sonrisa señalando una tienda no muy lejana a donde estaban
