La transmisión en otro mundo condujo a la creación masiva de Yanderes

Capítulo 22 - ¿Hay cosas como Flaming en el otro mundo?

"Así que, tú..."

"¡Si!"

La chica de rodillas levantó la vista rápidamente ante la llamada de Kanata.

Parecía un perro que echaba de menos a su dueño, y si tuviera cola, ya la estaría moviendo.

Aún así, la chica frente a él era una completa extraña y, además, ella era la primera persona en conocer su secreto... Kanata se preguntaba qué diablos debería hacer.

"... ¿De cualquier manera, quien es usted?"

"¡Sí! ¡Mi nombre es Mira! Tengo otro nombre, um, ¿sabes... Raven?"

"¿Un pájaro? ... Oh, te refieres a Raven... ¿sí?"

No el pájaro, sino Raven. Kanata inclinó la cabeza.

"..."

Kanata miró a la mujer frente a él, pensando y organizando la información brevemente por el momento.

El cabello semilargo de color azul y los ojos ligeramente rasgados le sientan bien al joven rostro, lo que le dio una leve sensación de inocencia que hizo difícil creer que se coló en su habitación.

Estaba vestida de negro de arriba a abajo con una túnica para que no pudieras ver debajo de su cuello... Kanata abrió mucho los ojos mientras pensaba en una 'túnica negra' y 'Raven' sin creer que ella pudiera ser esa persona.

"¿No querrás decirme Raven... el asesino?"

"¡Sí! ¡Es ese Raven!"

"..."

Raven, ese es el nombre del legendario asesino.

Se dice que se desconoce su verdadera identidad, y nadie ha visto nunca lo que hay debajo de su máscara, pero es difícil creer que la verdadera identidad del asesino es la de una niña.

Más bien, sin importar qué cara emergiera desde adentro, no había nada que probara que esta chica que se hacía llamar Mira era Raven en primer lugar.

"No lo creo... ¿Por qué un asesino tan legendario se colaría en mi habitación y me acecharía?"

"¡Eso es porque soy tu fan!"

"... Esto no tiene ningún sentido."

Tanto en su vida anterior como en la actual, era la primera vez que Kanata lidiaba con este tipo de cosas.

Realmente no sabía cómo tratarla o qué hacer a partir de ahora.

"... Haishin-sama, ¿hay algún problema?"

"Sí, hay un problema".

"Y, ¿soy yo quien lo está causando?"

"Correcto."

"Entiendes muy bien de lo que estoy hablando, ¿no?" Kanata le dio esa mirada, pero para su sorpresa, ella simplemente respondió: "Entendido", y sacó una espada corta de su bolsillo.

"¿?"

La brillante hoja plateada de la espada era artísticamente hermosa, pero si una espada fuera desenvainada frente a ti, es natural que retrocedas un paso. Eso fue lo que hizo Kanata, y él tomó una posición de pelea... pero en lugar de apuntar la espada hacia Kanata, ella la colocó en su cuello.

"Entonces es hora de que acabe con esta vida. Adiós, Haishin-sama."

Su voz era seria.

Kanata involuntariamente le gritó que se detuviera y sostuvo su mano con firmeza mientras temblaba.

Estuvo a punto de cortarse la garganta y se hizo un pequeño corte en el cuello, del que empezó a brotar sangre.

"¿Qué diablos estás haciendo?"