Irresponsables

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(NOTA IMPORTANTE: Me han dicho que Wattpad no notifica mis actualizaciones, pero yo soy muy activa, publico 1 o 2 cosas casi todas las semanas, pueden revisar mi perfil para más SenHaku).

Existían muchas razones por las cuales Senku y Kohaku no deberían estar juntos.

Kohaku era una especie de princesa extranjera, de un país ex gobernado por Japón, criada de la forma más tradicional y rígida posible, pero con todo y eso había salido rebelde y problemática, por lo que su padre, cansado de que arruinara las ceremonias y constantemente pusiera en vergüenza a la familia real, la había enviado a Tokio para que Kohaku se enderezara con la gran disciplina japonesa, o bien para que renunciara para siempre a su título y ya nunca más pudiera volver a casa.

Kohaku quería regresar a casa para ver a su amada hermana mayor, sobretodo porque ese año se había casado y pronto tendría un sobrino. Por ese deseo, constantemente se esforzaba para ser una chica bien portada y tratar de sacar buenas notas, tener buena conducta y cumplir con las expectativas que su padre le había impuesto.

Kokuyo, su padre, la había enviado a casa de un amigo de su juventud, Ishigami Byakuya. Él era un hombre muy relajado, pero era leal a sus amigos y mensualmente reportaba el comportamiento de Kohaku, aunque muchas veces omitiendo o suavizando las cosas si es que ella cometía pequeños errores como mandar al hospital al capitán del equipo de béisbol de una patada por insistirle demasiado en tener una cita, por poner un ejemplo.

El problema de Byakuya era su hijo, Ishigami Senku.

Desde el primer día ella sintió una gran atracción por él, incluso aunque casi los mata ahogándolos en espuma por un experimento fallido. Las burbujas llegaban casi hasta el techo, no encontraban la puerta y ya casi se les acababa el aire para respirar. Mientras Kohaku perdía el tiempo buscando la puerta, Senku fue más listo y rompió una ventana, llenando su rodilla de feos cortes.

Ella fue la encargada de curarlo y, al escucharlo hablar de sus cosas científicas y lo apasionado que era respecto al conocimiento, no pudo evitar sentirse totalmente embobada por él.

¿Lo peor? Luego de más de medio año, se dio cuenta de que Senku no le era indiferente.

Y, siendo una adolescente que por primera vez descubría lo que era sentirse fuertemente atraída por alguien, no pudo evitar dar rienda suelta a esas pasiones. Se le tiró encima apenas estuvieron solos en el departamento, y Senku no la apartó.

—Ya me jodí —murmuró ella a la mañana siguiente mientras desayunaban juntos recostados en la cama.

—Técnicamente, yo te jodí a ti —bromeó—. ¡AGH! —se quejó cuando ella le clavó el codo en las costillas.

—¡Esto es serio, Senku! Si mi padre descubre que ya no soy virgen sin duda va a desheredarme, porque ningún noble va a aceptar a una mujer fácil como yo.

—No eres una mujer fácil —sentenció con firmeza, sorprendiéndola—. Mira, al diablo con tu padre y con la nobleza y con todos esos idiotas. Tu hermana te puede visitar, ¿o no? Mejor quédate aquí, quédate conmigo... y con el viejo. —No la miró mientras hablaba, pero ella supo que estaba siendo sincero.

—No puedo hacer eso... Ruri-nee no podrá viajar por lo menos hasta que el bebé tenga dos años por las leyes de mi nación. La extrañaría demasiado. Y no podría ni siquiera ir a visitarla. Faltan seis meses para que termine el año escolar y siete para que nazca mi sobrino. He estado todo este tiempo intentando ser lo suficientemente buena para poder seguir yendo, no puedo arruinarlo ahora.

Química, anatomía y una pizca de limónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora