Capítulo 5

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Lauren le ofreció un par de pastillas a Camila, ella sin pensarlo las tomo.- No me has dicho tu nombre.- dijo. - Lauren.- dije sentándome frente a ella, asintió.

- Tienes un nombre muy lindo. - dijo mientas se acomodaba mejor en el sofá. - Con quien estás aquí? . - pregunté.

- Estoy sola, necesitaba un poco de espacio. - que hace alguien tan pequeño, solo, pensé, mientras la veía ir perdiendo el conocimiento.

Me senté junto a ella, y me dedique a observarla, por lo que parecía había sido bastante tiempo, hasta que levante mi celular y vi el nombre Jason en la pantalla, suspiré, y contesté.

- Ya estoy en la ciudad, iré a darme un baño e iré a la empresa. - acomode un mechon de cabello de camila detrás de su oreja. - Muy bien. - dije, pase mi dedo índice por el contorno de su oreja. - Estás trabajado. - preguntó.

Acaricie su mejilla, baje hasta su cuello, quite el cabello que lo cubría, y me detuve mirando el ligero movimiento que hacia su corazón latiendo, su respiración era tranquila, casi imperceptible.

- Es obvio que estás trabajando, no me haces el mínimo caso. - negué. - Perdón, solo que tengo mucho trabajo. - suspiré y me levante de aquel sofá, recosté a Camila.

- Te conseguiré un regalo, ya verás. - dijo alegre. - Tengo trabajo, hablamos más tarde. - dije y termine la llamada.

Probablemente tendría hambre cuando despierte, pero a mi que me importa que tenga hambre, tenía un caos en mi cabeza, esto no era para nada parte del plan, nada de esto era parte del plan, comencé a escuchar la voz de Jason en mi cabeza.

"Sigue las reglas, si las sigues no fallaras"

1. - No hables con ellos, no después que se hayan convertido en tu presa.

2. - No digas tu nombre.

3. - No los dejes vivos más de 2 días, después de eso se vuelven una carga, y no tendrán el mismo miedo que tenían el primer día.

4. Por ningún motivo pueden estar en otro lugar que no sea el sótano.

5. Toda presa que entra debe hacerlo muerta, o inconsciente, no deben conocer el interior de la casa.

6. Ultima  y más importante, jamás tengas una conversación con la presa, eso crea vínculos, y te vuelve débil. No arruines la diversión.

Jason me mataría, eso era seguro, acababa de hacer todo lo contrario a las reglas.

Pasta y pollo, rápido y sencillo, puse un par de platos en la mesa, miré hacía el sofá y ella me miraba, trate de entender sus expresiones, pero nada, la vi levantarse y caminar de forma casi correcta.

- No se que fue lo que me diste, pero me siento casi como nueva. - dijo acercándose. - De hecho deberías  estar muerta. - dije sirviendome un poco de vino, la escuché reír.

-  Puedes intentarlo nuevamente no es como que aprecie mucho la vida. - dijo quitándome la copa de la mano y tomándose el líquido de un trago. - Tan poco vale para ti. - dije observando lo cerca que estaba de mi, encogió los hombros.
Mira. - señaló al lago. - Ven, jamás me canso de verlo. - tomó mi mano y me guió afuera, cerca del lago. - Es hermoso el atardecer desde aquí. - lo único que yo miraba era como ella no soltaba mi mano, sentí un apretón y la miré.

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