10. Libertad

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La eriza iba de un lado a otro, recién había llegado a su hogar pero no podía estar quieta, quería saber si a su amigo le había ido bien, en el fondo estaba convencida de que si, pero cada vez que pensaba en el asunto un nudo en su estómago se hacía presente, haciendo que ella no parará de dar vueltas por la casa

— Ames, cálmate, si sigues así vas a marear a nuestro bebé — expresó el cobalto tomando con delicadeza por los hombros haciendo que la menor diera un pequeño brinco por la sorpresa

Ella suspiro pesado — Lo se, es que... Lo vi tan nervioso que siento que él solo se va a echar de cabeza — aclaró a lo que su esposo la abrazo por la cintura y comenzó a dar suaves masajes a su pequeña pancita

— Él estará bien, es un buen chico, amable, respetuoso y muy inteligente, que persona no querría tener un yerno como él? — respondió con calma el cobalto siguiendo con sus caricias — Además, ambos se gustan, es casi imposible que le rechacen —

— CASI?! — exclamó ella con alteración, mientras el cobalto buscaba maneras de tranquilizarla nuevamente, esto del matrimonio era algo nuevo para él que vivía casa día, y ahora con las hormonas del embarazo su situación se complicaba un poco, debía arreglarlo lo antes posible, de lo contrario, su destino terminaría en la bañera, donde dormiría por el resto de la semana...

Apenas es lunes...

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— Ya voy — se escuchó desde el interior de la casa, sus piernas flaquearon un poco y trato de mantener la calma mediante ejercicios de respiración, pero no tuvo mucho éxito

Empezó a recordar lo que había pasado, cuestionandose si en verdad era digno de tan siquiera tocar la puerta... El "casi" besar a Amy sabiendo que sus sentidos estaban siendo manipulados por su experimento, el haber sentido celos cuando Amy se recuperó y no dudó en ir con Sonic, el cual ya no puedo esconder más sus sentimientos por ella, la pequeña molestia que sentía cuando los vio empezar su noviazgo y ni que decir del nudo en su estómago cuando vio a Sonic arrodillarse meses después para finalmente proponerle matrimonio, el ver a Amy vestida de novia le saco lágrimas de felicidad, culpa y miseria, tenía que superarlo... Lo logro, y ahora, que le había costado tanto  ya no se sentía seguro de ser digno de esta oportunidad

De repente salió de sus pensamientos al sentir unas palmadas en su hombro — Querido, estás bien? — cuestionó la mayor,  tratando de hacerlo reaccionar

— Eh, si... Disculpe señora Vainilla, me distraje un poco — respondió nervioso

— No te preocupes querido, me alegra que te sientas mejor — añadió con una sonrisa la coneja — Si buscas a Cream aún debe estar en el Chao Garden, debe volver en una hora más o menos —

— Gracias, aunque la verdad... Eh venido a hablar con usted —

— Oh, ya veo... En ese caso, entra, será más cómodo hablar en la sala — comentó permitiendo el acceso a su vivienda

— Le agradezco... — dijo el rubio entrando con una sonrisa nerviosa — Esto es para usted — le entrega la caja que Amy le dio — Espero le gusten, son dulces de coco, Cream mencionó que eran sus favoritos —

— Muchísimas gracias! — añadió con entusiasmo — Espero que no te haya causado molestias conseguirlos —

— Nada de eso —

— Por favor, toma asiento — ambos estando cómodos en la sala, y con un aperitivo que compartir — Entonces, tenemos una charla pendiente, dime —

— Es... Sobre Cream... —

— Pasa algo, con ella? — cuestionó con cierta preocupación

— No en realidad, vera... Ella me gusta. —

— ... —

— Estoy enamorado de ella señora Vainilla, somos buenos amigos desde que éramos pequeños, y me gustaría tener su permiso para cortejarla como algo más... Se que en cuanto al amor soy muy inexperto, pero si me da su permiso haré todo lo posible por hacer feliz a su hija, se lo prometo, por favor... —

— ... Y si me niego? —

El zorro sintió un escalofrío recorrer su ser ante la pregunta, que si bien no fue malintencionada, sentía su ánimo decaer — Si así fuera... Yo... Yo me alejaría de ella... Para Cream es usted lo más importante, no sería capaz de hacerlas pelear por su amor o de interponerme si eso arruina lo que es importante para ella  —

La mayor le miró con seriedad, se levantó con cuidado, siendo el rubio el que entendió el rechazo por parte de la mayor, seco con rapidez las lágrimas que habrían salido — Me alegra saber que Cream tendrá un buen compañero como tú, Tails — escuchó decir a lo que rápidamente alzó la mirada hacia la coneja, ella también estaba llorando — Ella lo es todo para mí... Pero... Se que no estaré para siempre, por eso me alegra saber que la cuidarás — continuó con una sonrisa

— Señora Vainilla... — murmuró el menor mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas sin detenerse

— Aunque, la última palabra la tiene Cream —

En eso, el sonido de la puerta llamo la atención de ambos, a lo que rápidamente secaron sus lágrimas  — Mamá, ya llegamos — anunció la menor entrando por la puerta principal acompañada de su fiel chao, Chesse — Oh, Tails, no sabía que venías... — dijo notando la presencia del rubio en la sala

— Me alegro que llegarás con bien, Cream — comentó Vainilla con una tierna sonrisa — Tails ha venido a hablarte de algo importante, los dejaré solos un momento mientras voy por una merienda a la cocina, vamos Cheese, prepare unas galletas para ti  — Y así, la tierna criatura le siguió sin quejas

— Me alegra de verte, Tails — dijo ella con esa sonrisa que lo había cautivado — Esas flores son muy lindas —

— Son... Son para ti — las extiende hacia ella

— Oh, gracias — añadió la coneja con alegría mientras respiraba su suave aroma — Estamos celebrando o algo así? —

— En realidad — En eso, el zorro se arrodilló frente a ella — Cream, me harías el honor de ser mi novia? —

— Tails... — Murmuro conmovida — SI, SIIIIII — dijo abalanzandose a sus brazos, por suerte el rubio alcanzo a poner una mano en el suelo para lograr el equilibrio y evitar caer

— Oh, lo siento — dijo ella aún feliz con sus mejillas sonrosadas

— No importa, tranquila —

— Que bello momento, supongo que te quedarás a cenar, verdad ? —dijo Vainilla desde la puerta de la cocina

— Si no es mucha molestia... —

— Claro que no, hijo... Estas en tu casa —

— Muchas gracias... —

— Bueno, será mejor que acomodemos los platos en la mesa — comentó Cream dirigiéndose a la cocina

— Yo puedo encargarme de eso, no te preocupes — dijo el rubio tomando la delantera y tomando los platos

— Tails eres tan lindo — comentó Cream dulcemente causando un sonrojo en el rubio

— No es nada, ya sabes... Yo solo quiero ayudar... ❤️ —

SOLO QUERÍA AYUDARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora