Encuentro

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Anochecía. Sola, en la azotea del colegio, con un chupachups en la boca, una bella chica de 15 años miraba el paso de las nubes y la serenidad de la luna.

Sus cabellos ondeaban ligeramente por la brisa. Su semblante reflejaba la paz de aquel que sabe apreciar la calma de la soledad. 

Sacó un teléfono de su bolsillo y tecleó un número rápidamente. Mientras esperaba a que alguien contestara fruncía el ceño de impaciencia. '¿Pero qué demonios estará haciendo?'. Saltó el contestador así que colgó con un gesto irritado.

Se hacía tarde.

Resuelta a no seguir esperando a que su cita llegase se encaminó a la puerta para bajar de allí. Sujetaba el pomo en la mano cuando de pronto se escuchó un sonoro golpe. Asustada durante un breve instante por la repentinidad, cayó en cuenta que algo estaba intentando abrir la puerta.

Se alejó de ésta por precaución. Entonces se abrió con fuerza.

Una muchacha de pelo rizado y piel morena salió jadeante de la puerta con una expresión de miedo desfigurando su rostro.

- ¡Julie! ¿Qué haces qué tardas tanto?, ¿eh? ¡Me has hecho esperar más de una hora! - gritó T/N indignada.

- ¡T/A- san! ¡Ayúdame!, rápido vienen hacia aquí. -suplicó agarrándole por los hombros.

- ¿Pero de qué hablas? ¿Son los chicos acosadores de los que me hablaste?

- ¡No! ¡Monstruos, T/A, monstruos horribles!

Su mirada estaba tan cargada de terror que T/N la creyó al instante. Su compañera no podía estar mintiendo. No se llevaban tan bien como para hacerse bromas de ese estilo, a pesar de que Julie era bastante extrovertida, con T/N nunca se había atrevido a bromear y menos en ese estilo.

En aquel instante, llegaron unos rugidos guturales desde el interior de la puerta. T/N se ubicó delante de Julie para protegerla. La otra temblando de miedo se alejó de la puerta. T/N no vaciló en echar una ojeada al interior. Para su sorpresa y disgusto se encontró una cosa desagradable, como un gusano, arrastrándose por las escaleras y tratando de subir.

T/N lo miró con una cara horrible que señalaba a la perfección la repugnancia que aquel bicho le daba.

- ¡Vaya!, sí que eres feo de narices.

Sin pensarlo dos veces, con toda la fuerza que tuvo, aplastó lo que parecía la cabeza del monstruo que con un sonido asqueroso explotó, desparramando un líquido verdoso por todas partes.

- ¡Búa! Qué asco. - y levantando su zapato añadió indignada - ¡Genial! Ahora mi zapato está fatal.

- ¡T/A-san! ¿Cómo has hecho eso? - gritó desde la esquina más alejada de la azotea Julie.

- ¿El qué? - gritó de vuelta.

- ¡Lo mataste con solo pisarlo!

- Es que daba un asco.

- ¡Cuidado, T/A-san!

Otra maldición de  mucho mayor tamaño se abalanzaba sobre ella. Medía dos veces su tamaño. Tenía unos horribles ojos por todo el cuerpo y una boca enorme en mitad de su torso. 

Al instante, T/N sacó de su falda colegial una navaja mientras retrocedía lentamente. Llevaba siempre con ella aquel artefacto que por pequeño que fuera su cuchilla podía cortar a cualquiera. La ciudad últimamente era peligrosa y debía andarse con cuidado.

Estando a una distancia mayor de la maldición, pudo contemplar con mayor detalle su repugnante figura que constantemente babeaba. Aquella sensación de inmenso desagrado la llenó por completo. 'Ugh, esto va a ser asqueroso'. Y cuando terminó de pensar la frase se lanzó rápidamente hacia el interior de la inmensa boca del monstruo.

Quiero beberte Fushiguro-san [Megumi Fushiguro x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora