Solo lo quiero a él

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* * *

- ¿¡Qué!?... - se llevó la mano al cuello y vio que estaba sangrando. Luego se dio cuenta que había hilos de saliva en él. - ¿¡Pero, qué cojones!?...¿¡Qué cojones, Kasumi!? - chilló agarrándose la herida del cuello con ambas manos mientras se arrastraba con los pies lo más lejos de la chica.

Ella se había quedado de rodillas. Clavaba su mirada en el suelo. Parecía no escuchar las exclamaciones de Megumi.

Su suelto cabello le cubría el perfil del rostro.

* * *

Fushiguro había llegado arrastrándose hasta la pared. Sus piernas flaqueaban, se sentía débil. Se arrinconó en la esquina, todavía con las manos en su cuello. Protegiendo la herida.

Kasumi no se movía.

Megumi sintió de nuevo aquel miedo recorrer su cuerpo. Ese miedo que consiguió vencer cuando peleó por primera vez con Sukuna. Pensaba que ya lo tenía controlado. Eso pensaba.

Aquel temor volvía a hacer estragos en su capacidad de razonar. No sabía qué hacer. Estaba en blanco.

De repente, Kasumi se movió bruscamente. Con los ojos cerrados empezó a olfatear el aire. Fushiguro miró a su alrededor; no tenía nada a su alcance para poder defenderse. Quitó las manos de su cuello para intentar levantarse y salir corriendo.

Kasumi giró la cabeza hacia él instantáneamente y abrió los ojos. Megumi se quedó completamente inmóvil.

Ella apoyó delicadamente sus manos en el suelo. Se acercaba gateando hacia él, examinándolo de arriba a abajo con aquellos provocantes ojos rubíes. Su cuerpo se movía de una manera sinuosa y fluida, extrañamente hipnotizante.

Megumi sintió su corazón acelerarse bruscamente.

Las mejillas ruborizadas de Kasumi y aquella extraña sonrisa en su rostro la hacían ver muy diferente. Se relamió lentamente el labio superior, dejando ver unos peligrosos colmillos.

Fushiguro tragó saliva.

Llegó hasta Megumi y se colocó entre sus piernas. Agachó su cabeza hasta la cintura de él y empezó a oler su camisa, desde el abdomen hasta el cuello. Fushiguro no pudo evitar sonrojarse a pesar del miedo.

Cuando la nariz de Kasumi alcanzó el cuello, pasó a deslizar lentamente sus manos por el cuerpo de él.

Surcó con delicadeza la curvatura de sus fuertes muslos, para pasar a dibujar la estrecha cintura y finalmente abrirse paso a través del amplio tórax. Cuando las manos alcanzaron su nuca empezó a acariciarla muy suavemente. Esta vez no le iba a ahogar.

El viaje de las manos de Kasumi sobre su cuerpo sacó unos cuantos gruñidos de placer de entre los finos labios de Megumi. El pobre agonizaba de goce solo con el tacto de de la chica. Ahora mismo se sentía como si le estuvieran prendiendo fuego.

Sus rostros estaban muy cerca y las yemas suaves de Kasumi en su cuello, hicieron que Megumi se estremeciera de nuevo.

La respiración de Kasumi era cada vez más entrecortada y rápida. En cambio, Megumi la estaba conteniendo.

Kasumi paró de acariciar la nuca para atraer dócilmente la cabeza de Megumi hacia ella. Acercó su mejilla a la de él, haciendo que sus labios rozasen la oreja del chico.

- Megumi~ -Susurró en su oído con un tono demasiado melodioso, casi sensual.

Fushiguro sintió su cuerpo estremecerse nuevamente. Volteó la cabeza para ocultar su rubor. No podía moverse, no podía escapar.

Quiero beberte Fushiguro-san [Megumi Fushiguro x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora