Capítulo 2: La desaparición de un mago

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Aun siendo de madrugada Gildegard yacía recostado en su cama sin poder dormir, sentía que su cabeza le dolía quizás por haber bebido demasiado durante él banquete influenciado por Emireth y Vanessa, él no recordaba lo bien que se llevaban esas 2, había algo que lo estaba molestando pero no podía recordar qué era, hasta que la respuesta vino a él, Belaccord, no lo había visto desde que se separaron para pasear por Erismir, intuía que quizás había ido a ver a Kylo pero ahora que podía pensarlo detenidamente se le hacía extraño que no se les hubiera unido en la fiesta, por un momento se planteó la posibilidad de levantarse e irse a buscarlo sin embargo eso podría ser mala idea por lo que intento forzarse a dormir nuevamente pero si no pensaba en Belaccord, pensaba en su padre o en Annabeth, sus pensamientos daban vueltas en círculos y para cuando finalmente logró quedarse dormido él ruido de unas botas metálicas lo despertaria abruptamente.

El sol comenzaba a asomarse por uno de los ventanales de la enorme habitación haciendo que él joven Gildegard se percatara del poco tiempo que había dormido en realidad, sin embargo no tenía tiempo para seguir preocupándose por cómo hablar con su padre cuando lo viera él y los demás caballeros tendrían un largo camino que recorrer para llegar al reino de Tisrujum al atardecer suponiendo claro que pudieran partir antes del mediodía, afortunadamente Arthur ya estaba despierto para ese entonces, un poco somnoliento pero al fin y al cabo despierto colocandose su armadura para no ser molestado por los rayos del sol, por lo cual tan pronto Gildegard se puso sus botas iría hasta dónde él para pedirle ayuda.

Gildegard: Arthur, ¿puedes hacerme un favor?, ve y revisa si las chicas ya se despertaron, luego puedes adelantarte al comedor.

Arthur: Entendido capitán no me tardo.

Después de un bostezo por parte del joven dragón híbrido Arthur se coloca su casco grisáceo y tomaría su lanza para dirigirse al cuarto de las chicas, desde él otro lado de la habitación se escuchaba un quejido proveniente de uno de los pelirrojos del equipo, Rex no estaba muy contento con tener que levantarse siendo golpeado por una almohada proveniente de la litera de arriba lo que lo hizo levantarse para quejarse con su compañero él cual lo patearia para tirarlo y que asi se levantara.

Fiztgerald: Ah pero tú querías estar despierto hasta tarde ¿no?, levántate de una vez, no querrás que las chicas se lleven los mejores panes.

Rex: No tenias por que patearme cabron.

Rex tomó una de las piernas de Fiztgerald y de un jalón lo bajo de la cama amenazando con golpearlo cuando de repente uno de los más altos del grupo "Maximus" lo agarraria para que no lo golpeara recibiendo la gratitud de Gildegard quien alzara la voz un poco para ordenarles a sus compañeros que se levantaron y alistaron para ir al comedor pronto siendo interrumpido al final por una voz que sonaba más cansada de lo que debería, un joven de aspecto un poco despeinado de cabello blanco alzaría la mano para ser visible desde la comodidad de su cama, hablando lento y bostezando antes de hacerlo.

Christopher: Capitán yo sigo muy cansado, ¿puedo llegar tarde al desayuno?

Gildegard: ¿Estás seguro de eso Christopher?, no has comido bien los últimos días.

Maximus: Uno diría que él médico debería ser él más sano entre nosotros.

Fiztgerald: Deberían dejarlo descansar, ayer tuve una sesión con Ryhanna.

Rex: Siendo ese él caso, ¿no sería cruel no dejarlo descansar?

Mientras los demas comenzaban a alistarse Christopher volveria a taparse con sus sabanas intentando conciliar él sueño pese a los ruidos de Rex y Fiztgerald quienes estaban discutiendo nuevamente hasta que un enorme bostezo los interrumpe, al fondo de la habitación se había despertado Warbreaker él último de los pelirrojos del grupo quien parecía no haber tenido un buen sueño, Maximus y Gildegard se acercaron a ver cómo estaba su humor sin embargo su compañero solo sacudió la mano antes de mencionar.

Caballeros ocaso: La caida de los caballerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora