Capítulo 5: Juicio divino

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Al día siguiente, la princesa quedó exhausta después de leer todas las cartas hasta la madrugada, quedándose completamente dormida sin la menor idea de la hora que era.
-Buenos días, alteza- entra la sirvienta al cuarto de Zelda con una mesa plegable llena de comida. Observa que se encuentra completamente dormida en su cama, creyendo que se quedó despierta hasta muy tarde. Al ver la hora, la criada se da cuenta que es muy tarde para dejarla descansar más tiempo, así que decide despertarla con cuidado para que no se asustara.
-Una disculpa, alteza, pero necesita levantarse o llegará tarde.
-¿Llegar tarde? ¿Para qué?- responde tratando de recobrar el sentido.
-Los guardias pidieron una audiencia con la familia real, así que necesitará estar preparada en 1 hora para encontrarse con su honrado padre en el salón principal- prepara la pequeña mesa en el buró al lado de la cama.
-¿De qué se trata?- exclama la princesa confundida de la inesperada audiencia con el rey.
-Encontraron al culpable de los asesinatos del ala oeste, proclamarán su sentencia de inmediato.
-Sigo creyendo que deberían organizar un juicio, primero...
-Ya sabe las reglas, alteza, con permiso- la mujer hace una pequeña reverencia y se retira del cuarto con cautela.
       La princesa se levanta de la cama para poderse preparar para ir al salón principal comiendo una manzana, solamente. Los sirvientes prepararon el agua caliente para que se pudiera dar una ducha y vestirse adecuadamente para la reunión.
       Al terminar, la chica con su escolta se dirige al lugar de la reunión donde se encuentra el rey sentado en su trono esperando la aparición de su pequeña hija.
       -Buenos días, padre- Zelda se presenta enfrente del rey y hace una reverencia digna de una dama.
       -Buenos días, hija mía, ¿dormiste bien?
       -Sí, padre, excelentemente- la princesa toma asiento en el trono justo al lado del rey.
       -¡Buenos días, sus majestades!- Se acerca un guardia real al trono de los reyes y hace una reverencia hasta el suelo apoyando con una pierna, -me complace anunciar que hemos encontrado al culpable de los múltiples homicidios ocurrido en la parte oeste de Nueva Hyrule.
       Mientras él menciona los acontecimientos, a lo lejos en la oscuridad se encuentra Conor, el cual supo del encarcelamiento de su hijo y huyó de inmediato para salvarlo. Se encuentra observando la situación esperando el momento preciso para crear una distracción con el equipo de Link oculto en diversos puntos estratégicos y escapar junto con el joven.
       -Quisiéramos contar con su grandioso y honrado sentido de la justicia para poder anunciar el destino del muchacho homicida- finaliza el guardia real en hacer su anuncio.
       -Nuestro deseo más grande es bendecir al pueblo de Nueva Hyrule estableciendo el orden y la paz entre los ciudadanos, y la mejor manera de hacerlo es crear justicia entre los acontecimientos hostiles en los alrededores de nuestra ciudad. Adelante, capitán, muéstranos al culpable- ordena el rey con mano dura.
       -Enseguida, mi señor- el capitán hace una seña con las manos para dejar entrar a los demás junto con el aparente asesino con sus manos amarradas atrás de su espalda y cojeando del pie derecho.
       Al estar casi en frente a la familia real, los guardias dejan caer, con brusquedad, al chico quedando en el piso apoyado por ambas piernas.
       -Aquí tenemos al culpable- el guardia levanta la cabeza de Link con rudeza jalándolo del cabello, dejándolo mirando en dirección al rey.
       La princesa siente que la sangre se le sube a la cabeza y baja a sus pies en un segundo al percatarse que el presunto homicida se trataba de su mejor amigo, lo cual la dejó desconcertada.
       -Joven, estás acusado de ser el homicida del ala oeste, ¿cómo te declaras?- pregunta el rey esperando una respuesta inmediata.
       -... Inocente- exclama Link agotado del maltrato que le han hecho pasar.
       -¿Cómo sustentas esa declaración, joven?
       -Me inculparon, su majestad... el culpable salió corriendo dejándome a mí mal herido en el callejón con el muerto...
       -¡Estabas lleno de sangre! ¿¡Cómo sustentas eso?!- interrumpe el capitán ante la declaración que, para él, es absurdo.
       -¡No estaba lleno de sangre!, además la que tenía era mía no de la víctima
       -¡Silencio! - se levanta el rey estableciendo orden en la sala. Después de unos segundos vuelve a tomar asiento, -Jovencito, ¿tienes alguna prueba o testigo que sustente tu declaración?
       Link piensa en las palabras del rey, pero no quiere mencionar a su amigo Mile ni al clan, de hacerlo, tendría que revelar la ubicación de su escondite y no desea ponerlos a todos en peligro por su culpa.
       -No, señor... - baja la mirada desanimado por su incapacidad para defenderse.
       -De acuerdo. A la falta de evidencia declaro al acusado culpable y será sentenciado a la horca por el homicidio del guardia real y múltiples presuntos asesinatos.
       Conor está a punto de dar la orden para actuar hasta que de repente la princesa se levanta de su trono.
       -¡Alto!- interrumpe la noble dama a su querido padre, llamando la atención de todos en la sala.
       -¿Qué sucede, hija?
       -Padre, él proclama que es inocente, no es nada honorable mandar a otra posible víctima a la horca...
       -¡Pero no tiene pruebas!- interrumpe el capitán desesperado.
       -¿Y usted, capitán? ¿Observó el momento en que el acusado apuñaló al guardia? ¿Tiene algún testigo que avale tal acusación?
       El capitán se queda sin habla al recibir las preguntas repentinas de la princesa.
       -Lo que digo es que no hay evidencia de que el acusado sea culpable o inocente, por lo que hay un 50% de probabilidades de que no haya cometido tales actos y mandar a un jovencito a la horca por un crimen incumplido sería un verdadero crimen, ¿no lo crees, papá?
       -Es cierto, hija, pero no tenemos manera de avalar que este joven sea inocente.
       -Si la tenemos, haré el "Juicio divino de la diosa"- menciona la princesa con decisión y seguridad en sí misma, -Si el acusado es inocente el juicio divino no hará ningún efecto y el acusado podrá continuar con su vida sin culpabilidad alguna. Por el contrario, si es culpable, la diosa hará justicia infligiendo la peor agonía el resto de su vida...
       -¿Estás segura de que deseas desarrollar el juicio divino, hija? Requiere mucha energía del portador de la sabiduría...
       Zelda aparta la mirada en dirección a su amigo confundido por lo que iba a pasar con él, mostrando una sonrisa serena para tranquilizarlo y hacerle saber que todo estará bien.
       -Si, estoy segura...
       -De acuerdo, hija, adelante...
       La joven se pone enfrente del muchacho acusado y hace una seña con la cabeza para apartar a los guardias de su alrededor.
       -Link...- menciona Zelda en voz baja para que sólo la escuchara él, -Si tuviste algo que ver con esto, aunque sea mínimo...
       -¡Claro que no!- el chico interrumpe a la joven princesa, medianamente molesto por la acusación, -Jamás en mi vida me atrevería a hacerle daño a una persona, confía en mí...
       -... Sí, confío en ti- la princesa se hace un paso atrás y se prepara para realizar el juicio alzando su brazo al cielo.
       -diosa Hylia, guardiana del cielo y la tierra, bríndame tu poder y has justicia en este día con la acusación de este joven sobre múltiples homicidios en Nueva Hyrule. Trae la paz a este mundo y ayúdanos a tomar la mejor decisión con este caso...- un torbellino empieza a aparecer en el techo del castillo en dirección al brazo alzado de la princesa, creando una oleada de aire perturbando a los asistentes, -prestamente tu poder y has justicia en el nombre de Nueva Hyrule.
Al terminar, el brazo de la princesa baja en dirección a Link, dejando caer a su vez un rayo que aparece del torbellino antes mencionado en dirección al joven. Zelda, nerviosa del resultado, mantiene cerrados los ojos y poco a poco va abriendo uno por uno; observando que su amigo, aún con sus ojos cerrados por el miedo, se encontraba en perfectas condiciones.
       Link, confundido, abre los ojos y con cuidado observa en sus alrededores sin saber de lo que había sucedido, -Ehhh... ¿Qué pasó? ¿Todavía no empieza?
Justo después, la princesa da un suspiro de alivio y los asistentes, incluidos los miembros del clan, se quedaron pasmados ante el escándalo de la situación. El acusado resultó ser inocente por el juicio divino de Hylia.
-¡Se hará como está escrito! El acusado fue proclamado inocente ante los ojos de la diosa Hylia. Y este muchacho podrá ir en paz- señala Zelda ante los guardias reales y la audiencia.
       -Pero, alteza, este hombre ha sido visto en las calles como un criminal, robaba en las plazas y mercados de Nueva Hyrule- indicó el capitán de los caballeros.
       -Ésa no es la acusación que se le dio. Sin embargo, estoy consiente de la situación de robo en las calles y, por tal motivo, tengo una petición- la princesa hace una pausa para poder explicarle a su padre y al capitán sus deseos, -me gustaría pedir que el joven asista a la academia de caballeros de la armada de Nueva Hyrule, y prepararlo para ser parte de los nobles caballeros.
       -¡¿Qué?!- la sala retumba de tanta confusión ante tal petición, incluyendo el semblante de Link, el cual cambió de tranquilo a sorprendido y molesto.
       -¡¿Q-que lo hagamos caballero?! P-pero, su alteza, ¡Es un ladrón!- intervino el capitán.
       -Si eso es lo que usted cree, capitán, entonces estaría bien inculcarle un poco de disciplina y quién más que usted para darle la mejor enseñanza, ¿no lo cree?- ante tal declaración, el capitán se queda sin habla.
       -P-pero, alteza...
       -¡Basta, capitán!- interrumpe el rey levantándose de su asiento, -Estoy de acuerdo con la declaración de mi hija, y voy a aceptar su petición. Llevarán al muchacho al calabozo, le daremos un plazo de 2 días para que se pueda integrar a los aprendices de caballero y comenzar su entrenamiento de inmediato.
       -P-pero...
       -¡La discusión terminó!
       -... Desde luego, alteza...¡Lleven al joven a la celda 37, puede escribir un comunicado para sus familiares!- ordenó el capitán a sus guardias con tonalidad desanimada pero firme.
       Los guardias están a punto de llevarse a Link al calabozo y los compañeros del clan se preguntan por qué Conor no ha dado la orden para intervenir, sin embargo pasaron muchas cosas por su mente que lo hicieron dudar el querer sacar a su hijo del castillo, por lo que decide desistir del atraco. Le comunica a los miembros del equipo mediante señas que se retiren del lugar, el plan se cancela.
Al retirarse los guardias, el rey levanta la sesión y los asistentes dejan el lugar siguiendo con las actividades del castillo, Zelda le agradece a su padre por el apoyo brindado hacia ella en el evento y él le responde de manera paternal.
El rey se retira del lugar hacia sus aposentos y la princesa se queda un rato a descansar en su trono, ya que realizar un juicio divino la dejó sin aliento aunque no lo pareciera. Un momento después, Zelda se levanta de su asiento y procede a seguir su camino directo a su cuarto en espera del siguiente cargamento de cartas.
       Al ir en el pasillo, la joven presiente que alguien se encuentra persiguiéndola desde que dejó la sala principal.
       -No es necesario que esté oculto, no hay nadie más aquí...- mencionó la princesa en voz alta para que, quien sea que esté ahí, saliera de su escondite.
       Efectivamente, sale de detrás de una ornamenta, un encapuchado con la bufanda azul característica de "Los Azules".
       -Quería esperar a que estuviéramos en un lugar más cerrado, pero viendo la situación, creo que podemos conversar aquí, alteza- se descubre su rostro el bandido Conor, quien siguió presente en el salón hasta que la princesa empezó a caminar.
       -Imagino que usted es Conor, el padre de Link- exclamó la princesa.
       -No me sorprende que conozca mi nombre ni mucho menos el de mi hijo. Él venía al castillo a visitarla a usted, ¿no es así?
       -Así es, él y yo somos amigos. Nos conocimos cuando éramos niños.
       -¿Por eso no lo mandó a ejecutar?
       -Sí... y no...
       -¿Qué quiere decir con eso?- pregunta Conor confundido.
       -Cuando era niña tenía mucha ilusión de ver la ciudad con mis propios ojos, sin la necesidad de escucharlo en historias o enseñanzas que me daban mis instructores, pero más que eso, deseaba tener un amigo con quien jugar. Su hijo me dio la oportunidad de vivir lo que solo existía en mi cabeza y me dio una felicidad enorme el tenerlo en mi vida - pronuncia estas palabras con una tranquilidad inmensa y una sonrisa en su rostro, -Su hijo tiene un don y tengo la corazonada de que jugará un papel muy importante en el proceso de estabilidad entre el bien y el mal, y traerá paz y bendición a Nueva Hyrule, tal y como lo hizo conmigo.
       -Darle paz a Nueva Hyrule es muy diferente a dársela a una persona, en especial alguien que vivió toda su vida a robar en las calles...
       La princesa siente curiosidad sobre estas palabras que él acaba de mencionar, como si tuviera pensamientos contradictorios ante esa última oración.
       -¿Usted piensa que su hijo no podría llegar a ser un caballero real?
       Esa pregunta hizo reflexionar a Conor con mucho detenimiento y melancolía, ya que era parte de un sentimiento que tenía guardado desde hace años atrás.
       -Verá... Link es adoptado. Mi esposa y mi hijo fueron asesinados a causa de ciertos enemigos que me gané en mis apuestas. Después de lamentarme por involucrarme en esas estupideces, encontré a Link entre los brazos de una mujer que yacía muerta a causa del derrumbe de una vivienda. Lo adopté y lo crié como si fuera mi hijo, al tener la edad suficiente le comenté lo que había pasado con mi familia y la suya. A pesar de ello, quiso quedarse conmigo y no ha habido ni un solo día en el que nos hemos aburrido uno del otro, han sido los mejores años de mi vida, - el semblante de Conor empieza a cambiar, mostrando su voz entre cortada y lágrimas en los ojos, - pero todos los días me pregunto, si es lo mejor que a él le pudo haber pasado... pudo haber vivido una vida honrada sin tener que robar comida ni dinero en las calles si no lo hubiera recogido y dejado para que alguien más lo acogiera... esa culpa no me deja dormir...
       -No es verdad, se...
       El bandido interrumpe a la princesa, ya que aún no terminaba de hablar. Toma un poco de aire y continúa.
       -Por eso... no intervení en su petición ni aparecí para recuperar a mi hijo. Creo que él puede ser un buen caballero y tener una mejor vida con un trabajo honorable aquí en el castillo. Por eso vine con usted, quiero pedirle... no, suplicarle que cuide a mi hijo, por favor... Él es lo mejor que me ha pasado en la vida.
       La princesa conmovida por la historia del señor se coloca sus guantes que tenía guardados y sostiene la mano derecha de Conor.
       -Usted ha sido lo mejor que le ha pasado a Link en su vida, sin usted él no podría ser el hombre que es ahora, con un gran corazón. Al decir verdad, se parece a usted. Y le juro por mi madre, que en paz descanse, que no permitiré que algo malo le pase a su hijo. Puede darlo por hecho...
       Estas palabras hace romper en llanto al bandido poniendo su mano izquierda sobre las de la princesa que aún sostenía la mano derecha de él mismo y cayendo de rodillas enfrente de la noble dama pronuncia estas palabras:
       -Muchas gracias, alteza...

Fin del capítulo 5.

The Legend of Zelda: Link's sinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora