Capítulo 6: Segunda oportunidad

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Los guardias reales llevan a Link directamente a la celda 37, por órdenes de su capitán. Al llegar abren la celda, le desatan las manos y empujan al prisionero, siguiéndolo tratando como un criminal a pesar de la evidencia presentada por la princesa.
       El joven, después de todo lo que ha pasado, empieza a reflexionar en la petición de Zelda. De ahora en adelante va a tener que seguir los lineamientos de la orden real, reglas que son totalmente contradictorias a lo que estaba acostumbrado, lo cual lo mantenían intranquilo.
       Más tarde, Link se encontraba recostado en una tabla colgada por cadenas que trataban de simular una cama, descansando de sus constantes pensamientos negativos cuando de repente un guardia pasa a la entrada de la celda y despierta al muchacho.
       -Tienes visita.
       La princesa aparece del otro lado de la reja, quien no aguantó las ansias de hablar y saber cómo se encontraba su mejor amigo.
       -Muchas gracias, Fermon- agradece mientras el guardia asiente de manera respetuosa y se aleja del lugar tranquilamente.
       -¡Link! ¿Cómo estás?
       -Hola, Zelda. Bien - el muchacho se levanta acercándose a las rejas de la celda, - y... confundido, ¿por qué tengo que ir a la academia? ¿caballero de Nueva Hyrule? ¡¿Yo?!
       -Es por tu bien...
       -¿Cómo que por mi bien? ¿Quieres que vaya directamente en contra de mis ideales?
       -Tenía que hacerlo, de lo contrario te hubieran encerrado por los constantes robos.
       -¡Ese no era el delito por el que se me acusó!- al alzar la voz, Link voltea hacia atrás con las manos agarrando sus sienes en señal de desesperación y estrés.
       -Lo único que pensé en ese momento era mantenerte a salvo a como dé lugar- Zelda se coloca en una postura firme y molesta ante la falta de agradecimiento del joven hyliano, -si no hubiera dado esa petición estarías encerrado de por vida, así que mejor cambia ese semblante egoísta.
       Ante las palabras de la joven dama, Link voltea de vuelta en dirección a la princesa mirando sus ojos molestos y vidriosos, como si estuviera a punto de llorar, lo que hizo que su corazón se achicara y cambió completamente su actitud.
       -T-tienes razón- el chico se acerca de nuevo a la reja, - Lo lamento. No quería sonar irrespetuoso, pero esto es completamente distinto a lo que tenía pensado hacer con mi vida.
       -Lo sé, no quería intervenir en tus planes, pero debes confiar en que esto es lo mejor para ti. Tu padre también cree lo mismo que yo...
       -¡¿M-mi padre?! ¡¿Conociste a mi padre?!
       -Si, él estaba presente en la audiencia con el objetivo de sacarte de las garras de la muerte hasta que yo intervine... y pensó que tu estancia en la academia de caballeros sería lo mejor para tu bienestar.
       -Ya veo...
       -Así que te pido que hagas tu mejor esfuerzo en la academia, no te metas en problemas y aprende lo más que puedas, verás que es lo mejor que te pudo haber ocurrido- la princesa enseña una sonrisa en su rostro, -hazlo por mí y por tu papá, por favor.
       La mirada dulce de la joven dama, generan un sonrojo al chico, alejando su mirada para evitar ver esos ojos de gatito pidiendo comida, -De acuerdo, lo haré... daré lo mejor que pueda, lo prometo...
       El semblante de la princesa cambia mostrando una profunda alegría. Sin embargo, uno de los guardias menciona que solo queda un minuto de la visita, así que la chica se apresura en sacar un objeto por debajo de sus guantes bendecidos.
       -¡Toma!- le entrega una bolsita con un objeto poco pesado dentro, - mantenlos contigo en tu proceso de entrenamiento y posterior, te ayudará a encontrar el camino de regreso.
       -¿A qué te refieres con "el camino de regreso"?
       Se acerca el guardia con la intención de escoltar a la joven princesa a sus aposentos.
       -Lo sabrás. Escríbele una carta a tu papá, mandaré al mayordomo a darte lo que necesites...
       El guardia y Zelda se van alejando poco a poco de la celda hasta que Link recordó que tenía que decirle algo importante.
       -¡Zelda!
       La chica voltea en dirección al prisionero.
       -Gracias por salvar mi vida...
       Zelda deja aparecer una sonrisa dulce en su rostro y un ligero sonrojo en sus mejillas rosadas.
       -Te estaré apoyando, Link...
Ambos se van alejando poco a poco, lo que le da tiempo para reflexionar en lo que acaba de platicar con su amiga. Link saca de la bolsita lo que parecen ser unos piercings color azul, los cuales se los va colocando en sus orejas puntiagudas preguntándose lo que significaba "el camino de regreso".
Los compañeros de Link y Conor fueron a la taberna, ya que les había prometido a los muchachos invitar los tragos. El retiro del plan para rescatar a Link del castillo les causó tanta confusión a los muchachos preguntándole por qué no dio la orden para rescatarlo.
-¡Ya dejen de hacer preguntas! - grita el señor enfadado por tanta conmoción en sus camaradas mientras prepara sus cosas para retirarse, - ya les dije que fue por su bien.
-¡¿Es por su bien estar en una academia que lo convertirá en nuestro enemigo?!- pregunta Odeón confundido por la respuesta de Conor.
-Ahora nos perseguirá y tendremos que cambiar de guarida- contestó Rinoh, igual de confundido que sus demás compañeros.
-No lo hice con ese propósito, sin embargo, es lo más probable que vaya a suceder...- responde Conor cabizbajo y desanimado.
Salen de la taberna de regreso a la guarida hasta que un grito a lo lejos interrumpe su camino.
-¡Correo! ¡Correo! - se acerca un hombre con una gran caja roja cargando sobre sus hombros y una bandera roja en la cabeza, trotando y gritando la misma palabra durante todo su camino, -Me alegra que haya podido encontrarlo antes del buzón, me permite entregar la correspondencia directamente al destinatario- saca una carta de la caja roja y se la entrega a Conor, la cual cuenta con un sobre cuyo membrete es similar al de las cartas reales.
-¡Me retiro! Tengo un horario que cumplir- el cartero se va alejando poco a poco del equipo.
-Siempre me he preguntado, ¿cómo nos conoce a todos? - pregunta Mile observando al extraño hombre alejándose, sin tener ninguno de ellos una respuesta concreta.
-¡Es una carta de Link!- Conor se alegra mucho al descubrir el remitente y en seguida se pone a leer el escrito:

The Legend of Zelda: Link's sinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora