El primer movimiento

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Lena permaneció sentada junto al escritorio de su oficina, abrumada por las emociones y la nueva información. De todas las cosas que podría haber pensado que ocurrirían hoy, lo que sucedía no era una de ellas.

Había estado sentada en su oficina con la nariz metida en un informe cuando Alex Danvers entró sin invitación. Lena sabía que cuando Kara no respondía a sus mensajes de texto algo andaba mal, pero se contuvo diciéndose que Kara estaría ocupada, hasta que Alex entró y su teoría se confirmó. Alex estaba inquietantemente tranquila y Lena podía sentir su vulnerabilidad e ira desde donde estaba sentada. Le explicó todo de la A a la Z y Lena se quedó sentada escuchando, tratando de entender la situación porque honestamente era mucho. Como realmente mucho. Como... ¡santa mierda!.

"Alex..." Lena caminó alrededor de su mesa y se sentó junto a la mujer poniendo su mano sobre el hombro.

"D-Debería haberla vigilado más de cerca, Lena. Dios, ¿y si está muerta? Lena, no puedo-" Alex se atragantó con sus palabras y Lena se deslizó a su lado para estar más cerca, teniendo piedad de su dolor.

"Mira, podemos sentarnos aquí y pensar en el peor escenario que se nos ocurra o podemos hacer algo al respecto. No es tu culpa, Alex, eres una hermana increíble y has hecho todo lo posible desde que conoces a Kara para protegerla. Cosas como estas están destinadas a suceder, ¿de acuerdo?, no puedes culparte a ti misma". Alex asintió con la cabeza secándose las lágrimas.

"Entonces, ¿Cuándo puedes venir al DEO?" Lena se levantó inmediatamente y recogió rápidamente sus cosas para hacerle un gesto y contestar "Ahora"

"Oh... eso es genial" Balbuceó Alex y Lena detuvo su andar para mirarla con una expresión ilegible y agregar. "Yo-Kara es mi prioridad. Acabo de recuperarla, Alex. Yo solo- ella es todo lo que tengo" Alex contempló sus botas con la inquietud surcando su mente, pero decidió relamerse sus secos labios y asentir en entendimiento. "Correcto. Lena, no importa, vámonos". Ambas salieron de la oficina con Alex considerando que cualquier cosa que quisiera preguntar podía esperar hasta encontrar a su hermana y a la otra Lena.


Mogra gruñió mientras intentaba moverse, cuando comprobó que no podía, inmediatamente le abrió los ojos y observó a su alrededor. "Mierda", murmura en voz alta, ahora vestida con una camisa blanca de manga corta y pantalones de igual color. Estaba en una desconocida habitación muy iluminada, muy distinta del último sitio al que recordaba haberse ido a dormir con Kara a su lado. Recién entonces se percata de que sus brazos y piernas están esposados a la pared y está abierta ¡como una puta estrella de mar!. Entumecida se mueve un par de veces pensando que bien esto podría ser solo un sueño, pero parece todo tan malditamente vívido, que cede a la cruel realidad.

Mierda, ¿Qué pasó con Kara? ¿Se encuentra ella bien?

Mira alrededor consciente de que la única persona que podía haberlas secuestrado mientras dormían es Lilian, entonces asume que sabe cómo jugar. De la nada, sus esposas emiten una descarga y ella clama herida mientras su pelo se pega a un lado de su rostro en medio de su lucha por respirar a través del dolor. Sus ojos se llenan de lágrimas mientras grita fuertemente cuando vuelve a sentir una descarga eléctrica proveniente desde las esposas en sus brazos y piernas, pero esta vez más fuerte. La aturde.



No tiene idea de cuánto tiempo lleva ni dónde está exactamente, donde quiera que mira es blanco. No hay nada allí, ni si quiera una puerta, es como estar atrapada en una caja, excepto que recibe descargas eléctricas cada pocos minutos a través de las esposas que la sujetan.

¿Dónde está Kara? ¿Qué le ocurrió a ella? Persiste en sus pensamientos, preocupada.

"¡Oh vamos madre, solo muéstrate ya! ¡Deja de ser una maldita cobarde!" Grita a todo pulmón en la vacía habitación.

Para ser tuyoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora