5. Ropa combinada

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—A-Ning ¿Qué estás haciendo?— preguntó Wei Ying mientras veía al tritón tan concentrado atando algas en el agua.

—Es… para que se proteja del sol—dijo feliz sacando más de su obra, era rectangular, parecía una manta, una manta hecha de algas.

—A-Ning, no es necesario.

—Si lo es, para los tritones, permanecer mucho tiempo fuera del agua, y peor, expuestos al sol, genera que nuestra piel y cola se reseque; y a veces, aparecen manchas rojas que duelen—dijo algo molesto con el seño levemente fruncido.

—Si te enojas, te van a salir arrugas—su voz era divertida.

—Señor Wei, estoy hablando enserio—reclamó.

—Yo también lo hago.

—Si lo dice mientras se ríe, no le creo.

Con un dedo, empujó la frente del tritón de manera juguetona—Lo digo enserio—El tritón lo miró con desconfianza y continuó con su trabajo.

Al día siguiente, el tritón llegó con una nueva adquisición, una manta de… la verdad no sabía de qué era.

— A-Ning, ¿Qué es eso?

—Es linfer, sirve para almacenar el calor del sol, lo deja un momento al sol y esta será cálida.

—Yo, en verdad no necesito esto.

—La última vez se enfermó por el frío, debe usarlo en las noches—dijo ¿De nuevo molesto?, su tritón nunca se molestaba, incluso cuando se burlaba de él.

—En serio A-Ning, yo no…

—Ya lo dije, ahora coma—dijo pasando la bolsa de todos los días.

—¿Qué es esto?—dijo mientras sacaba de la bolsa una planta verde y extraña, asquerosa a la vista.

—Debe comer más saludable—luego el tritón se fue.

Al pasar de los días seguían llegando cosas extrañas, una gran concha en la que cabía perfectamente, una bola suave de algo parecido al algodón, más telas de distintos tipos, unas frías y otras cálidos, un tarro con algo brillante dentro, solo se apreciaba en la noche, entre demás cosas; y por último unas cuerdas ¿Para que iba a necesitar cuerdas?

—Para cuando duermas no te caigas al mar—habló serio el tritón.

—Wen Ning, enserio, no necesito todo esto—habló amablemente, le había dicho lo mismo cada que traía alguna cosa nueva.

—Si los necesitas, hermana dijo que los humanos eran tan delicados que…

—Basta—dijo, esta vez serio, el tritón se calló de inmediato—Wen Ning, te estoy diciendo que no lo necesito, todas estas cosas, enserio te las agradezco, pero ya fueron varias noches y días que no tuve nada de esto y estuve bien…

—Pero usted…—sonaba menos decidido.

—Déjame terminar—el otro se calló—estuvo bien, incluso me pareció divertido, pero soy suficientemente capaz de sobrevivir solo con la comida que me traes—hizo una mueca al recordar la nueva comida que traía— talvez la manta de algas y la otra cosa, esa del calor, funcionen, pero lo demás es totalmente innecesario ¿Incluso trajiste una lámpara para la noche? Es ridículo.

—Yo… lo lamento— cerró los ojos con fuerza y se marchó.

“Mierda” pensó, la había cagado, no tenía que ser tan duro con el pobre tritón. Pero ya era demasiado tarde, cuando se acercó al filo de la tabla para ver si había algún rastro del otro, lo único que encontró fue una perla flotando en el agua.

Al siguiente día estaba preocupando, ya era pasado el mediodía y no aparecía el lindo tritón, no tenía como contactarse, no podía simplemente nadar hasta el fondo para encontrarlo, talvez ¿Lanzar algo?, tenía tantas cosas allí con él.

Cuando estaba decidido que cosa tiraría al mar con algún mensaje, el brillo de algo rojo reflejado por el sol se acercaba. Wei Ying suspiró con alivio.

—Yo lo lamento —dijeron al unísono en cuanto el tritón llegó.

Los dos se miraron en silencio por un largo rato.

—Yo…—volvieron a decir al mismo tiempo.

—Hable usted primero—dijo el tritón.

—Lo lamento, enserio lo lamento, no quise hablarte tan mal, agradezco todo lo que trajiste y si es por mi bien, me los quedaré todos—explicó Wei Ying.

—No, señor Wei, yo lo lamento, me asusté cuando se enfermó, no sabía qué hacer y llamé a mi hermana, por suerte no fue nada grave—su voz era un poco triste—mi hermana dijo que los humanos eran más débiles, y comencé a investigar poco, encontrándome con algunos cuidados que debían tener, y … me excedí—su sonrisa era triste—traje… traje comida, esta vez… es lo que le gusta—sonrió mientras extendía la bolsita.

—Yo… te lo agradezco—le sonrió para calmarlo mientras recibía la comida, como respuesta obtuvo una sonrisa.

—También tengo—sacó otra bolsita para buscar algo allí—aquí.

El collar que le había entregado era hermoso,  tenías piedras azules brillantes, conchas pequeñas de varios tonos pastel y pedazos de un cristal verdoso. Pero era algo largo.

—Otra vez lo siento—volvió a decir el tritón.

—No tienes de que disculparte, nadie se debe disculpar por preocuparse.

—Pero yo no lo escuché.

—Y yo no te entendí hasta que fue demasiado tarde, así que estamos a mano.

El tritón le sonrió, luego su sonrisa se borró cuando vio con horror como el humano rompía el collar que tanto esfuerzo había puesto.

—N-No, ¿No le gustó?—dijo Wen Ning desconcertado.

—¿Qué? ¡No!, solo, tengo una idea, espera—y comenzó a trabajar en el collar roto.

Wen Ning no entendía que trataba de hacer, había dos pedazos de la cuerda, uno más grande que el otro. En el trozo pequeño fue amarrada la escama roja que hace un tiempo le había regalado. En el trozo grande fue sujetado una campana de plata grabada con un motivo de loto de nueve pétalos.

Con un movimiento de mano, Wei Ying indicó al tritón que se acercara colocando el trozo más grande en su cuello. Mientras que él tomó el trozo pequeño y lo ató alrededor de su muñeca.

—¡Listo! Ahora tenemos joyas a juego—dijo feliz Wei Ying disfrutando el lindo sonrojo del tritón.

—¡Gra-Gracias!—casi gritó—A-Ying—Susurró.

Con un beso se despidieron. Wen Ning tomó todas las cosas, que a Wei Ying no le hacían falta, llevándoselas para colocarlas nuevamente en su habitación.



Nota:
Esto quedaba  mejor en el anterior capítulo, pero... No se me ocurrió. Ahora no creo q cumplí bien este tema pero, como dije, no se me ocurrió nada más.

Gracias por leer :)

Dulce MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora