6. Encubre la travesura

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Había ya pasado varios días, no sabía cuántos, extrañaba a su familia, pero… la compañía de ese lindo tritón hacía que esos pensamientos de nostalgia desaparecieran, le encantaba verlo, escucharlo, molestarlo, besarlo. No conocía con exactitud cuándo fue que se colocó tan al fondo de su corazón, a veces pensaba en nunca regresar con su familia, en quedarse allí en el mar con Wen Ning, pero quedarse quieto en un lugar sin hacer nada no era lo suyo. Si solo hubiera una manera de llevarse al tritón con él, fuera excelente.

—Señor Wei, le traje algo de comida.

—Otra vez con lo de “señor”, ya me has dicho algunas veces “A-Ying” ¿por qué no lo dices más seguido?—tomó su comida.

—Yo…

—Esta bien, repite después de mi—dijo sonriendo—A.

—A—repitió.

—Ying.

—Ying—volvió a repetir.

—A-Ying.

—Señor Wei—dijo divertido.

—¡Wen Ning!,¿con quién te estás juntando? Quién te enseñó a ser tan audaz—dramatizó herido Wei Ying.

—¡Señor Wei! Todo es culpa de A-Ying, es una mala influencia—le siguió el juego, con una expresión “desesperada”.

Wei Ying se echó a reír, no esperaba que su lindo tritón le siguiera el juego. ¡Cómo lo amaba!

—A-Ning, dime ¿Cómo te diviertes?
Lo pensó por un momento—no hay mucho que hacer, usualmente ayudo a mi hermana.

—Pero eso no es divertido.

—Bueno, es divertido cuando debo ir a buscar algunas plantas.

—Ya veo… ¿Qué más haces?

Volvió a quedarse un momento pensando—Yo… me gusta tirar la flecha con el arco.

—¿Arquería? Eso si es interesante, muéstramelo.

—Yo…—lo dudó.

—Vamos, quiero ver tus habilidades.

—No estoy seguro.

—Te prometo no burlarme si te sale el disparo mal, además… podrías enseñarme.

El tritón lo pensó por un momento más, luego de un “de acuerdo” se marchó en busca de su arco y algunas flechas. El propio Wei Ying sabía disparar flechas, pero tenía curiosidad de cómo eran estás que usaban los tritones, deben ser especiales para poder ir por el agua… ¿o eran para atacar en la superficie? Mientras se debatía su uso, Wen Ning regresó con un arco hecho de ¿Hueso? Y flechas del mismo material, en la punta un cristal brillante.

—¡Vaya!—tomó los instrumentos, eran pesados.

—Son más livianos en el agua—explicó Wen Ning al ver como casi los suelta.

—Entonces, déjame ver cómo disparas.

—¡Si!—tomó nuevamente el arco y las flechas, sumergiéndose lo suficiente para que sus brazos, junto a parte del arco, queden dentro del agua, disparó.

Se pudo ver como la punta de la flecha iba al ras del agua partiendo y levantando algunas olas.

—Llegó muy lejos—dijo Wei Ying—¡Es fantástico!

—Dentro del agua hay más resistencia—trató de explicar su logro—tengo que ir por la flecha, no traje más—dejó el arco con Wei Ying y fue en busca de la flecha.

Tomó el arco en sus manos, era pesado pero nada que no pudiera manejar, aunque con cierta dificultad. Era hecho de un solo hueso algo flexible pero resistente ¿De qué animal sería?. Además, la cuerda era muy elástica, hecha específicamente para lanzar el objeto a varios metros de distancia, debe ser una precaución en caso de alguna corriente. Si, era un arco para el agua.

Wen Ning vino nadando a toda velocidad con una sonrisa y algo en su mano que provocaba reflejo del sol, casi se enceguece.

—Aquí está—dijo el tritón al llegar.

Wei Ying lo tomó e inspeccionó. Aunque parecían lo mismo, el hueso usado para la flecha era más duro pero liviano, rara combinación. La punta reflejaba el sol de manera que lo haría un cristal. Debe ser por eso que el tritón lo encontró pronto, no se hundió rápido y el brillo lo guiaba, pero ¿Cómo encontrarlo en la oscuridad?

—¿Dónde vives es todo oscuro? —preguntó el humano.

Wen Ning se desconcertó y no sabía si debía o no responder—Tenemos… luz—fue lo único que dijo.

—Ya veo—observaba la punta de la flecha recordando los adornos que contenía la pulsera en su muñeca, si existen todos estos objetos brillantes, colocándolos en un lugar estratégico, ¡Todo estaría iluminado! —¡Muy bien! —salió de sus pensamientos— enséñame a disparar—y se tiró al agua.

—¡Señor Wei! No haga eso tan de repente—se apresuró alarmado a ayudar al otro.

—No te preocupes—dijo divertido—se que estarás ahí para ayudarme.

Wen Ning lo miró con preocupación.
Comenzó a indicarle como tomar el arco y guiar su cuerpo a una posición correcta. Era difícil en el agua, aún más cuando alguien no te suelta, y peor cuando ese alguien te gusta. Logrando una posición adecuada, después de varios intentos, disparó la flecha, el ángulo no era el correcto provocando que se hundiera en el fondo a gran velocidad.

Wen Ning dejó a salvo al humano en su tabla y fue nadando hasta el fondo en busca de la flecha. No suele haber mucha luz pero la punta sabe brillar con un mínimo destello, a menos que se haya clavado en algo. Buscó por todo el lugar donde se suponía debía haber estado sin resultado. Continuó con la búsqueda un poco más, pero un grito lo alarmó.

—¡Wen Ning!

Sin importarle más la flecha nadó tan rápido como pudo hasta la superficie, allí estaba una criatura de dos metros con la piel gris y en el lomo del animal se encontraba algo clavado, la flecha. Con cabezazos fuertes hacía la tabla, está criatura la quería voltear, Wei Ying trataba de no caer al agua.

—¡Señor Wei! —se acercó rápido.

—¡Creía que todos los delfines eran animales buenos y tranquilos!—gritó mientras se agarraba más fuerte de la tabla.

—Tranquilo amigo—dijo mientras se acercaba a acariciar la cabeza del delfín enojado. El delfín no hizo caso y con un fuerte golpe de su cola apartó al tritón.

Mientras Wen Ning se recuperaba del golpe, la tabla cedió girándose lanzando al mar todo lo que tenía, incluyendo a Wei Ying.

—¡Ca-cálmate! Mira, mi amigo es un tonto, no quería hacerte daño—trató de calmar al delfín.

—¿Amigo? —dijo ofendido el humano.

El delfín esta vez se calmó, Wen Ning se acercó y continuó acariciando su cabeza. De las cosas tiradas al mar, tomó parte de la comida que Wei Ying aún no se terminaba,  se la dio. El delfín parecía por fin tranquilo y feliz, su cabeza comenzó a pegarse al tritón y este se rio.

—Eso, buen chico—habló mientras sacaba la flecha y sobaba el lugar. Algo de sangre había salido, con un poco de saliva, sus dedos volvieron a pasar por la herida cicatrizándola.

— ¿Qué fue eso? —preguntó sorprendido Wei Ying.

—Yo… soy de una familia sanadora—explicó Wen Ning tratando de apartar al delfín que se pegaba mucho—, nuestra saliva es… curativa—un poco de rojo a su rostro—pero, solo pequeños cortes.

—Eso explica porqué desde que te comencé a besar me sentí mucho mejor.

—¡Se-señor Wei! —esta vez estaba en llamas, y como era costumbre cada que llegaba a ese punto de vergüenza, se hundió comenzando a nadar rápido en círculos, mientras el causante se reía.

Una vez que se deshicieron del delfín se sentaron, como era costumbre, a mirar la puesta del sol.

—¿Sabes? Estoy pensando en lastimarme por todo el cuerpo—habló Wei Ying llamando la atención del tritón, viendo su confusión explicó—para que me cures a besos.

—¡Se-señor Wei! —gritó Wen Ning en reproche al imaginarse todos los lugares.




Nota:

Este capítulo estaba destinado ha ser parte del 7mo día, pero en alguna parte se conviertió en tema para el 6to  día 🤷🤷

Gracias por leer :)

Dulce MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora