3. Recetas de azúcar

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—A-Ning ¿Tu comes peces? —preguntó de repente Wei Ying mientras se comía una de esas frutas raras.

Wen Ning lo miró desde su posición en el mar, se quedó pensando por un momento para asentir. Wei Ying se sorprendió, ¿Los peces no son algo así como medio hermanos para las sirenas?

—Solo los pequeños—murmuró Wen Ning, mientras agachaba la  cabeza avergonzado al ver el rostro sorprendido del otro.

—No, no hay nada de malo—se apresuró a decir— pero… ¿No es como comerse a un primo o algo así?

—¡No! Somos especies diferentes—sonrió algo tímido.

—Ya veo—sería como si yo comiera un mono concluyó Wei Ying—Y …¿Qué más comen?

—Pues las viurlas que te traigo.

—¿Viurlas?

—Lo que usted comenzó a llamar frutas, nosotros les decimos viurlas.

—En ese caso—se comió otra viurla—las comenzaré a llamar por su nombre.

Wen Ning sonrió.

—Y… ¿hay más alimentos? ¿Qué sabores nomás tienen? Estas cosas son dulces.

El tritón lo pensó por un momento:  las algas eran amargas, la sal de piedra era, bueno, salada y unas cosas rojas en forma de estrella que eran… no sabría cómo describirlos.

—Está el amargo, el salado y…—no continuó.

—¿Y?

—Algo que no es muy bueno, hace que tu boca arda—dijo el tritón sacando un poco la  lengua como lo hizo al momento que probó aquella cosa, Wei Ying tuvo que soportar el impulso de tocarla.

Después de pensarlo un poco, el humano sonrió de lado, ¿Será que es lo que creo que es?, pensó.

—¡Por cierto! —el tritón se asustó por el grito repentino del otro—casi se me olvida preguntar ¿se comen los peces crudos?

—¿Crudos? —ladeó la cabeza.

—O sea no hay fuego, claro que se los comen así.

—¿Fuego? —lo miró más confundido.

—Te hace daño al tocarlo—los ojos del tritón se abrieron como si comprendiera.

—Es, ¿es esa corriente de viento caliente que suele salir desde algunas piedras?

—¿No? No… es de color rojo, se apaga con agua.

—A—se decepcionó—Creo que no lo he visto—dijo triste el tritón.

—Eso no importa, vamos, dime cómo preparas los peces, ¿o se los comen como los atrapen?

—A-algunos hacen eso, yo-yo prefiero ponerles algunas otras cosas, saben mejor.

—Interesante— dijo el pescador mientras continuaba comiendo las viurlas.

—¿Te-Te gustaría probarlo?— dijo Wen Ning tímidamente mientras se hundía dejando la mitad del rostro, ahora rojo por la osadía de preguntar, bajo el agua.

Wei Ying sonrió al ver como era fácil que el tritón se avergonzara, ¡Y le  gustaba esa facilidad!, se acercó para colocar un mechón de cabello tras la oreja del otro—Ni el agua puede enfriarte ¿No?

—¿Qué? —murmuró Wen Ning mientras su rostro se volvía más caliente.

—Dije que me gustaría probarlo—prefirió cambiar de tema, sin borrar la sonrisa divertida de sus labios, se sentó correctamente para comer su alimento.

—S-Si—el pobre tritón se trabó aún más con las palabras, sin perder tiempo, se dio la vuelta para nadar al fondo.

—¡Hey! Tráeme esa cosa que me dijiste que hace que tu boca arda—gritó, luego pensó que lo que acaba de decir suena un poco raro. Con una sonrisa continuó comiendo a espera que regrese su lindo tritón.
Pasó el tiempo y pudo ver algo nadando hacia él. Sonrió al ver la distintiva cola roja chapotear en el agua.

—¡Listo! Traje todo lo necesario —llegó y colocó la bolsa sobre la tabla.
Wei Ying sonrió y tomó la bolsa regando su contenido, pero… faltaban los peces.

—Po-por cierto, no sabía que tipo de pez te gusta más—comenzó a explicar Wen Ning—así que quería preguntar primero—terminó en un susurro.
—Cualquiera está bien, puedo comer lo que sea.

Vio como el tritón se alegró y volvió a sumergirse. Mientras tanto, Wei Ying inspeccionaba lo que estaba esparcido por la tabla, había conchas lo suficientemente grandes como para ser usadas como platos. Además estaban los ingredientes: algunas eran viurlas que ya había probado, otros eran algo similar a las algas,  también estaban ¿Piedras?, además, pudo ver una especie de planta con hojas pequeñas y unas estrellas rojas que llamaron su atención. Tomó una, la aplastó, parecía jugosa, la mordió un poquito… ¡picaba! Era muy picante, la mordió aún más, tenía buen sabor.

—Ya traje algunos…¡No, espera, no comas eso! —se alarmó al ver que el humano estaba comiendo una de esas cosas rojas, quiso subir a la tabla para quitárselo pero todo se movió y los ingredientes casi regresan al mar.

—Tranquilo, está bien, no es tan picante.

El otro lo vio con dudas pero la estrella ya había sido devorada por completo.

—Yo… lo siento, casi tiro todo—dijo apenado mientras colocaba los peces sobre la tabla.

—No te preocupes, todo está bien—le dio palmaditas en la cabeza y con la otra mano tomaba nuevamente una de esas estrellas—¿Cómo se llaman estos?

—Esquiras—dijo en un susurro aún arrepentido por su arrebato anterior.

—Son muy deliciosas—y se metió todo a la boca.

Wen Ning lo vio sorprendido, la primera vez que lo probó, su boca ardía, no quería volver a comerla, pero … ¿talvez ahora estén mejor?¿Talvez no eran tan malas como lo recuerda? Con decisión, estiró su mano y tomó una esquira llevándosela a la boca, la mordió escupiéndola de inmediato, el picor era demasiado, se sumergió rápidamente para tratar de aplacarlo, pero solo lo empeoró.
Sacó nuevamente la cabeza del agua, estaba completamente avergonzado, las risas de Wei Ying no paraban, quería volver al mar para ocultarse en alguna oscura cueva, pero una mano en su mandíbula lo detuvo haciendo que abra la boca, no puso resistencia, luego un líquido era colocado dentro, era dulce, posiblemente de la viurla, cuya cáscara era amarga, que trajo para sacar su pulpa. Miró al frente, su vista estaba nublada por las lágrimas que querían salir, no volvería a comer esa cosa jamás.

—Estoy acostumbrado a la comida picante, no tiene que ser así para todos—explicó Wei Ying mientras trataba de mantener su mente limpia al ver como chorros de líquido  escapaban de la boca del otro—cuando te vuelva a pasar, es mejor comer algo dulce.

Sintió que la mano lo soltó, cerró la boca y asintió.

—Ya, no llores—consoló el humano para limpiar las lágrimas producidas por el picante. Cuando el líquido dejó sus ojos ¡Se transformó en una perla!

—Cuando las sirenas  lloran fuera del agua, sus lágrimas se convierten en perlas— comentó el tritón al ver la sorpresa en su acompañante. Luego se sumergió para que sus lágrimas se unan al agua salada del mar.

—Interesante—veía interesado la perla en su mano, recordó de algo, y con temor de una mala interpretación preguntó—los humanos tienen una leyenda, dicen que las sirenas pueden cumplir deseos ¿es cierto?

—Yo… lo es, pero no puedo hacerlo—dijo triste—solo las sirenas o tritones de alto nivel pueden hacerlo, lo siento— quiso agregar “por no serte útil” pero se calló.

—¿Por qué te disculpas? No es como si eso importara—le dijo para animarlo, incluso, tiró al mar la perla que tenía.

—Tu… ¿No te importa? —preguntó sorprendido, los mayores decían que los humanos eran codiciosos, solo los quieren por sus lágrimas o para cumplir deseos, al parecer ese humano no lo quería para eso, lo hizo tan feliz. Wei Ying miró como algo en los ojos del tritón brillaba, ¿Era esperanza o felicidad?

—Claro que no—pudo ver cómo se iluminaban aún más sus ojos—vamos, enséñame a preparar este pescado—sonrió.

El otro asintió feliz y comenzó con abrir a un pez por la mitad solo con sus manos, comenzando la tediosa tarea de sacar la carne del pez dejando de lado los huesos, la cabeza y la cola.

—Me llevaré luego eso, la sangre suele atraer tiburones—dijo Wen Ning concentrado en su trabajo ignorando por completo el temor que le produjo aquella afirmación a Wei Ying.

Toda la tabla ahora era un desastre, sangre y pedazos de pescado por todo lado, pronto comenzaría a apestar.

—No pensé en esto—dijo arrepentido—debí haber preparado los peces bajo el agua—lo siento.

—Deberías de dejar de disculparte por todo— dijo Wei Ying, no sabía cuántas veces al día escuchó esa dulce voz llena de tristeza o arrepentimiento—Guardaremos todas las cosas en la bolsa y te llevarás esa tabla para limpiarla ¿Qué te parece? —comenzó a guardar lo necesario.

—Pero …¿y tu?
Gran pregunta, podía seguir con el juego de no saber nadar y tomar la oportunidad para abrazar al tritón, o podía acabar con la mentira y decir que podía nadar ¡Siempre pudo nadar!

—No te preocupes, yo estaré bien.
—Pe-Pero si te ahogas, ¿tu sabes nadar?

Y ahí la gran pregunta.

—Yo, bueno…

—¡No te preocupes, te puedo llevar!—la decisión brillaba en sus ojos, y ¿Quién era él para quitar ese brillo?

—Está bien— Terminó de guardar las cosas rápido en la bolsa y se lanzó al agua.

El otro se apresuró a sujetarlo.

—Agárrate de mi cuello y ponte en mi espalda, eso lo hará más fácil.

El otro obedeció gustoso, con cuidado, sus brazos rodearon el cuello de Wen Ning con su cabeza en el hombro cerrando los ojos. Era relajante.
Cuando comenzaron a moverse, Wei Ying no pudo evitar pensar que parecía que estuviera recostado sobre el lomo de un caballo, uno suave y estrecho, ¿Se le permitía tocar más? Abrió los ojos y se separó un poco, podía ver cómo el tritón empujaba aquella tabla y se impulsaba solo con la cola, nadaba rápido. Se comenzó a sentir mal por solo ser una carga.

—A-Ning, deberías descansar un poco.

El tritón se detuvo y se levantó tomando al otro por sorpresa quien apenas pudo sujetarse.

—¡Joven Wei!—dijo alarmado al ver las acciones del otro.

—No te preocupes, estoy bien— Sonrió—y ya deja de preocuparte que te van a salir arrugas.

—Esta bien—sonrió y siguió nadando, un poco más lento esta vez.

Al terminar de limpiar la tabla, se volvieron a mover una gran distancia, de nuevo por la escusa de los tiburones. Una vez que estuvieron lo suficientemente lejos, Wei Ying volvió a la seguridad de su tabla tirando de nuevo los ingredientes sobre la misma.

—La preparación es fácil—dijo Wen Ning mientras tomaba una de las conchas—, solo debemos de exprimir esta viurla—la misma que momentos antes le había dado Wei Ying—en el recipiente, luego colocamos el resto y los aplastamos todos juntos.

Wei Ying se quería reír, no sabía porque pensó que iba a tener más ciencia el preparar el pez. Aunque hacerlo bajo el agua debe ser más duro, ya saben, por el líquido. No pudo evitar el calor que se sintió en su corazón al ver como el otro explicaba algunas cosas: las piedras al parecer era para salar, las pequeñas hojas junto a lo que parecía algas eran tipo condimentos… la verdad no le importaba, su mente se distrajo en su dulce tritón trabajando tan concentrado y feliz, nunca lo había oído hablar tanto, casi se arrepentía de no escucharlo, casi.

—Y así se tiene el preparado para poner el pescado—al escuchar la voz, Wei Ying salió de su ensoñación para sonreírle y asentir—luego debe colocar el pescado y esperar.

—Esperar es aburrido—se quejó con un puchero en su rostro.

—Pero se debe esperar hasta que se consuma.

—En ese caso, debes entretenerme para no aburrirme—sonrió coquetamente. Mientras se acostaba bocabajo con su cabeza sobre sus manos mirando la reacción de Wen Ning.

—Y-yo no sé que puedo hacer—dijo tímidamente haciendo lo que siempre hacia para ocultar algo de su timidez: media cabeza bajo el agua.

—Yo si se, primero saca tu cabeza del agua—Wen Ning obedeció—ahora acércate—volvió a obedecer mientras lo hacía lentamente —alza tu cabeza y no dejes de mirarme…

Poco a poco Wei Ying y Wen Ning se fueron acercando, podían sentir el aliento del otro en sus propios labios, un roce, un roce fue suficiente para obtener valor, y un beso, un beso fue suficiente para unir su corazón. Sus almas se sincronizaron y por un momento no hubo nada más que ellos dos, aunque…técnicamente solo estaban ellos. Poco a poco el beso fue intensificándose, Wei Ying se acercaba cada vez más y Wen Ning colocó sus manos en el rostro del contrario mientras, con cautela, separó los labios… lastimosamente, una pequeña corriente en conjunto a la gravedad fue todo lo que se necesitaba para romper el momento, con el sonido de algo cayendo al agua, todo terminó.

—¡Señor Wei!—se apresuró el tritón a ayudarlo.

El otro sacó la cabeza del agua, no paraba de reír mientras aceptaba la ayuda de Wen Ning.

—¿Sigues llamándome señor?—dijo con lágrimas en sus ojos por tanto reír y la sal del mar—Tal vez deba de hacer algo más que un beso para que me llames por mi nombre—su tono era coqueto.

El pobre tritón no pudo más, su rostro era tan rojo como el tono de su cola, quiso escapar para esconderse en el agua, pero Wei Ying no se lo permitió, sin otro lugar para esconderse pegó el rostro al cuello del culpable de su sonrojo y esperó a que una ola milagrosa llegara para llevárselo.
Wei Ying simplemente se quedó allí acariciándole el cabello.

Cuando el pescado estuvo listo, el humano subió a la tabla para degustar del alimento, el tritón se acercó para tomar su porción. Nadie dijo nada, no era necesario, todo estaba tranquilo y en paz.

—Ten— Wei Ying extendió su mano para darle un poco de su pescado a Wen Ning quien lo miró confundido.

—No-no es necesario—negó con la cabeza.

—Solo pruébalo—insistió. El tritón aceptó y estiró la mano para tomar el alimento, pero fue retirado—No, yo te lo quiero dar.

Con el rostro sonrojado abrió la boca para recibir el alimento.

—¿Qué tal?

Wen Ning lo saboreó cuidadosamente, picaba un poco, pero no mucho, luego se lo tragó.

—Le puse un poco de esa estrella roja, cuando le pones la cantidad justa, puede provocar un sabor agradable—explicó Wei Ying, el otro sonrió.

El tritón se quedó hasta que el sol se ocultará. Luego se despidieron, con una palmadita en la cabeza por parte de Wei Ying, para nadar hasta su hogar. Estaba tan feliz, ¡Lo habían besado!, era su primer beso, solo esperaba que hubiera más en el futuro. Al parecer inventarse una receta en el último momento tenia sus ventajas.





Nota:
Wen Ning se refería es a una fuente hidrotermal.

Nota:Wen Ning se refería es a una fuente hidrotermal

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Cuando era niño metió un dedo y se quemó :v

Dulce MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora