Capítulo 6

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El momento era tenso y no lo puedo negar

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El momento era tenso y no lo puedo negar. Tenerlo frente a mí con plato de comida y una bebida de mango me resultó incómodo, sobre todo porque su mirada casi siempre la tenía sobre mí.

Posiblemente para él fue un shock ver el color natural de mis ojos, pero debe disimular un poco.

En el fondo de mi alma sabía que este loco estaría aquí, para imponer sus órdenes y aclarar por qué decidí salir de la oficina, pero si el cree que tiene palabra, la mía pesa más. Fui clara cuando dije que no confiaría más en él y no pienso dar marcha atrás.

Descubro que tiene toda la intención de rellenar mi vaso con jugo de mango, pero antes de que pueda tomar la jarra, lo hago yo primero. Frunzo en ceño ignorando todo lo que pasó allá afuera y retomando mi postura del porque estoy enfadada con él.

Se que no le importa mucho al mostrar una sonrisa ladina.

—Tenía mucha curiosidad en conocerlo, señor Uchiha—Ino rompe el incómodo silencio.

—Quisiera saber porque—responde Sasuke—. ¿Habla mucho de mi Haruno? Tanto así que ha intrigado a su hermana.

Ino me la pagaría después por esta locura. Ella era muy consciente de que Sasuke Uchiha no podía pisar mi hogar, no le tenía que permitir cruzar mis paredes.

—En realidad si—fui sincera—. Cuando usted me contrató, le hablé de cómo era mi jefe y que tan bien era la paga—llevé el vaso a mis labios y bebi—. Pero olvidé decirle que hay que cuidarlo mucho—entendió a qué me refería.

—Que bien que la tengo a usted para llevar a cabo tal labor. Le agradezco que me aprecie tanto.

—Muchísimo —respondí.

—Mi hermana es muy leal, espero que sepa apreciarla, señor Uchiha.

—No tenga duda de eso señorita.

¿Por qué sentía tanta tensión?

¿Por qué de pronto comenzó a darme calor?

—Estoy muy tranquila de conocerlo, yo me tengo que ir pronto de la ciudad, pero me siento tranquila de saber que usted es la compañía diaria de Sakura.

Perdí la cuenta de cuantas veces me dijo que no quería irse y dejarme sola con todo lo que me persigue. Y hasta esté punto entendí porque lo invitó a pasar.

Ella no podía quedar más tiempo conmigo, era demasiado peligroso y si bien hasta ahora no había pasado nada de lo que tanto temo. No podía seguir tentando mi suerte, mi hermana tenía que irse y pronto.

Yo me las arreglaría sola, como siempre.

—¿Por qué no viven juntas? —pregunto mi jefe.

—Yo estoy ejerciendo mi carrera en otra ciudad. Y aprovechando que usted está aquí, quisiera pedirle unos días libres para Sakura.

A los pies del DiabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora