𝟘𝟙

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—¡Hyuuuuuuung!

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—¡Hyuuuuuuung!

—No.

—Por favor, voy a portarme bien ¿Si?

Esta vez el mayor no contestó continuando su búsqueda en su recámara de aquel lindo suéter rosa que le llegaba hasta sus muslos. Recordaba haberlo puesto sobre la cama y ahora como por arte de magia no estaba.

Después de cinco minutos de desesperación fue girando lentamente hasta poder ver al menor con el ceño fruncido.

—Jungkook...— El nombrado fue levantándose lentamente de la cama con el fin de correr fuera de la habitación fingiendo no mirarlo.

—¡Adiós hyu...— No pudo terminar la oración al sentir como era sujetado de su muñeca y en tan solo un par de segundos ya estaba sobre la cama con el mayor encima de él.

Las mejillas de Jungkoook se volvieron totalmente rojas mientras su respiración se volvía pesada ¿Estaba soñando? No podía dejar de ver aquel fino rostro, debía comportarse antes de ser más obvio de lo que estaba siendo.

—¿Dónde está, Jungkoook?

—¿D-Dónde está qué?— Carraspeo un poco su garganta para que no sonará de esa manera. —No se de qué me está hablando hyung.

—Vamos Jeon, necesito el suéter.— El pelirosa no parecía tan divertido, e incluso parecía abrumado.

—No se de qué...

—¡Jungkoook!

Dio un pequeño saltito por el susto ante el tono demandante que uso, el sentimiento de culpa se instaló en él. Ayudó al mayor a que se quitara encima para luego ponerse de pie mientras metía una de sus manos debajo de su polera sacando así el suéter.

—Lo siento, SeokJin hyung.— Lo dejó sobre la cama esta vez mirando el suelo. —No quería molestar.

Jin tomó el suéter y tomar algunas de sus pertenencias antes de salir de la habitación, sabía que ya iba tarde hacia su trabajo y se estaba maldiciendo internamente por haberse quedado dormido.

—Jin hyung ¿A qué hora regresa hoy?— Sin embargo Taehyung tampoco recibió alguna respuesta viendo pasar de largo al mayor y algunos segundos después la puerta principal fue cerrada con algo de fuerza.

—Kookie ¿Tú sabes que le pasó?

—No. Buenas noches, Taetae.— Parecía desanimado y eso no fue desapercibido por el peligris y al igual que el mayor pasó de largo hasta encerrarse en su habitación.







A partir de ahora sonreiré como si nada hubiese pasado, reiré como si la felicidad hubiese vuelto, haré como si estuviese en un sueño en el cual no me hieres.



𝕷𝖆𝖇𝖎𝖔𝖘 𝖈𝖔𝖑𝖔𝖗 𝖈𝖆𝖗𝖒𝖊𝖘í. [ᴊɪɴᴋᴏᴏᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora