wreak havoc ━ percy jackson. (1) ✓

xii. Miedo al senado romano

capítulo doce: miedo al senado romano.
✿✼:*ﾟ:༅｡.｡༅:*･ﾟﾟ･⭑

FIONA SE SINITÓ MEJOR AL día siguiente, pero aún no estaba en su mejor momento. Fue tratada por los médicos y después de eso sintió que sus pies se arrastraban por el agua y la arena cada vez que caminaba. Se preguntó cómo se suponía que iba a empezar una misión como esta, mareada, asustada de que cuando cerrara los ojos, volviera a estar muerta... Fiona quería a su mamá, que no era algo común. Sabía que su madre le diría que levantara la barbilla y se asegurara de que no se le caiga la corona, pero queria los abrazos que le daba cuando era pequeña... antes de que Fiona tuviera que crecer.

Pasó la noche en Nueva Roma de regreso a casa. Fue un pedido concedido por sus centuriones y Reyna. Y la madre de Fiona la abrazó y lloró, feliz de que su hija todavía estuviera viva, lo cual estaba muy fuera de lugar, pero Fiona se relajó en sus brazos y sollozó, gimiendo por el miedo y la misión que su padre quería que completara.

Fiona se reunió con los demás fuera del Senado. Al ver a Hazel, Frank y Percy, mostró una sonrisa débil que no era propia de ella. Pero estaba cansada, todavía se sentía como si estuviera mareada, y bueno, había regresado de los muertos.

Hazel se apresuró a caminar hacia ella y le dio un abrazo.—¿Cómo te sientes?

—Como si me hubiera levantado de entre los muertos.—respondió Fiona.

—Entonces, ¿normal?—Percy hizo una broma y ella lo miró con los ojos entrecerrados. Algo estaba en su mente, ella podía decirlo, como de costumbre, al parecer.

Alejándose de Hazel, Fiona arqueó una ceja.—¿Cómo fue la primera vez que conociste a Terminus?

Frank hizo una mueca.—Percy le ofendió diciéndole que no tenía manos.

—Pero no las tiene.

Fiona asintió.—Es el tercer dios al que le has faltado el respto... ¿Eso es algo normal para tí?

Percy frunció el ceño.—Yo... ¿Eso creo?

(Es lindo cuando frunce el ceño así, dijo la voz molesta. Cállate, respondió el sentido común de Fiona). Ella resistió la sonrisa que amenazaba con crece en su rostro.—Vamos, chico Percebe, el Senado Romano te espera.

El interior de la Casa del Senado era una gran sala de un semicírculo de asientos escalonados frente a un podio y dos sillas. Las sillas estaban vacías, pero una tenía algo envuelto con terciopelo morado. Fiona, Percy, Hazel y Frank se sentaron en el lado izquierdo del semicírculo. Los diez senadores y Nico ocuparon el resto de la fila. Las filas superiores estaban llenas de varias docenas de fantasmas y algunos veteranos mayores de la ciudad, todos con togas formales. Octavian se paró al frente con un cuchillo y un león de peluche, en caso de que alguien necesitara consultar su estúpido trasero.